Prueba Fiat Tipo 5 puertas y Station Wagon, dos compactos muy interesantes

Con los nuevos Tipo 5p y SW, Fiat retorna a lo grande al segmento más exitoso de nuestro mercado, el de los compactos. Dos modelos que ofrecen un diseño atractivo, una buena habitabilidad y un interesante precio de partida.

Tras el estreno del Tipo en su variante sedán, hace unos meses, la firma turinesa sigue explotando dicha denominación con dos nuevos modelos, de corte compacto, que apuestan por carrocerías de cinco puertas y familiar, los Fiat Tipo 5 puertas y Tipo SW. Presentados durante el pasado salón de Ginebra, su objetivo es el de ganar protagonismo en el segmento C, uno de los más importantes del mercado europeo.

Como el modelo original

En primer lugar, hablaremos del Tipo 5p, que responde a los cánones tradicionales de lo que debe ser un compacto. Exactamente, lo mismo que el modelo original, que recibió el premio al Coche del Año en Europa, en 1989. Su carrocería de cinco puertas declara 4,37 metros de largo –14 centímetros menos que el modelo existente–, 1,79 de ancho y 1,50 de alto, al tiempo que anuncia una batalla de 2,64 metros. Además, cuenta con un excelente coeficiente aerodinámico (C_x) cifrado en 0,29.

Por dentro, las sensaciones son similares a las del modelo que ya se comercializaba… aunque con algunas puntualizaciones. El diseño es aparente, con unas líneas modernas, y los acabados son correctos, aunque, tal vez, se abusa de los materiales plásticos duros en algunas zonas. Al hablar del salpicadero, existen dos opciones. En primer lugar, la versión de acceso a la gama, así como las que incorporan el sistema multimedia UConnect 5” Live, cuentan con una pantalla que queda integrada en el conjunto. En cambio, los que equipan el avanzado UConnect 7” HD Live, con navegación, Apple CarPlay y Android Auto, cuentan con un display táctil, de diseño similar a una tableta, que sobresale de la consola.

Respecto a la habitabilidad, comenzando por el puesto de conducción, se necesitan unos minutos para sentirse realmente a gusto. Una vez acomodado, el volante sigue quedando algo elevado, pero todos los mandos se sitúan realmente a mano. Pasando a las plazas traseras, ofrece una altura correcta para una persona de 1,80 metros y una distancia para las piernas bastante buena, con una anchura que permite viajar a dos adultos… y hasta tres, si se aprietan un poco. En clave práctica, ofrece nueve compartimentos portaobjetos, con un cubicaje total de 12 litros. En este caso, el portaequipajes alcanza los 440 litros, 80 menos que el sedán, aunque se beneficia de un amplio portón.

“Station Wagon”, mucho más práctico

En el caso de la variante familiar, que recibe el nombre de Station Wagon –o SW–, la longitud alcanza los 4,57 metros de largo, la anchura se mantiene en el 1,79, mientras que la altura crece hasta los 1,51. Aunque la habitabilidad es la misma, en este caso, la ganancia de centímetros se traduce en un maletero de mayor capacidad, que alcanza los 550 litros. Eso sí, este espacio guarda algunas sorpresas. Si se abaten los asientos, puede transportar objetos de hasta 1,88 metros de largo. Todo, sin olvidarnos de las distintas configuraciones que ofrece el piso, para aprovechar al máximo el doble fondo, o de que se puedan desmontar las tapas de dos compartimentos laterales, para ganar unos centímetros extra de anchura.

Una gama muy completa

De inicio, ambos modelos comparten una gama mecánica más generosa que la del equivalente de cuatro puertas, compuesta por cinco opciones, todas de cuatro cilindros. La oferta de gasolina comienza con el motor 1.4 16V Fire, de aspiración atmosférica, con 95 CV y 127 Nm a 4.500 rpm, unido a un cambio manual de seis relaciones. A continuación aparece el 1.4 T-Jet, dotado de un turbocompresor, que declara 120 CV y 215 Nm de par a 2.500 rpm y se asocia al mencionado cambio manual. Sobre esta base, se ofrece una variante alimentada mediante GLP (gas licuado del petróleo).

Pasando a los turbodiésel, como escalón de acceso aparece el 1.3 MultiJet II, de 95 CV, con cambio manual de cinco marchas, al que da el relevo el 1.6 MultiJet II, con 120 y un consumo medio de 3,7 litros cada 100 kilómetros. En este caso, existe la posibilidad de elegir entre una caja manual o una automatizada de doble embrague, ambas de seis. Sobre este motor de 120 CV se comercializa una variante de bajo consumo, denominada “ECO”, con ciertas medidas enfocadas a aumentar la eficiencia. Por ejemplo, además de la adopción del sistema de parada y arranque automáticos del motor “Start&Stop”, incorpora elementos como unos neumáticos de baja resistencia a la rodadura o la parrilla activa “AGS” (Active Grille Shutter).

Amplio y confortable

En marcha, el modelo italiano se muestra como un coche enfocado a ofrecer el máximo confort a sus ocupantes, indistintamente de la carrocería que se conduzca. Las suspensiones filtran hasta la última irregularidad del asfalto, a costa de ser un tanto permisivas con el balanceo de la carrocería. Por otra parte, la dirección tiene un tacto agradable, tal vez más suave de lo recomendable, e incluye el denominado modo “City”, con un grado de asistencia todavía mayor. Llevamos a cabo el recorrido de prueba a bordo de una unidad dotada del propulsor 1.6 MultiJet II, que mueve con solvencia el conjunto y asegura unas prestaciones correctas: alcanza los 200 km/h y acelera de 0 a 100 en 9,8 segundos. Además, la rumorosidad que llega hasta el habitáculo es bastante moderada.

De inicio, ambos modelos anuncian una gama dividida en tres acabados: “Pop”, “Easy” y “Lounge”. La comercialización del Tipo 5p está prevista para este mismo mes de junio, con un precio de partida oficial de 15.190 €; 10.990, con descuentos y ayudas. En el caso del Station Wagon, aún no se han dado a conocer las tarifas, pero sí está confirmado que llegará a los concesionarios durante el mes de septiembre.