Veinte años no son nada, dice la letra de un famoso tango… a no ser que se trate del Hyundai Santa Fe , añadiríamos nosotros. Y es que aún recuerdo cuando en el 2.000 me puse al volante de la primera generación, un SUV desarrollado por la marca coreana ya sin injerencias de otros fabricantes, amplio, robusto, fiable y con una magnífica relación precio-equipamiento. Ahora probamos la cuarta entrega, que llega con argumentos que le posicionan entre la élite de sus principales rivales generalistas.
El salto desde entonces ha sido abismal. El nuevo Santa Fe hace gala de un equilibrio que, sin ser el mejor en nada concreto, se convierte en un atleta perfecto. Lo más parecido a un decatleta, vamos. Esta cuarta generación crece hasta los 4,77 m de longitud, es decir, 8 cm más que antes, y su diseño recuerda mucho a lo que sería una especie de ‘superKona’, su hermano pequeño en esto de la moda SUV.
Sus medidas repercuten de manera directamente proporcional en el habitáculo, siempre con aforo de siete plazas. En la segunda fila tenemos casi 4 cm extra de espacio para las piernas (la banqueta se desplaza longitudinalmente por partes) y se ha mejorado el acceso a las dos butacas de la tercera, aunque sigue sin ser un ‘camino de rosas’. Cuando nos acomodamos en ellas nos sorprenden dos cosas: son realmente amplias y cuentan con su propia climatización.
Ya no se trata de ofrecer un completísimo equipamiento sin más, que lo tiene; se trata de vestir el conjunto con una calidad que transmita, agradable al tacto y a la vista, con remates rigurosos y adornado con detalles como un cuadro de mandos configurable, un Head-up Display que se proyecta en el parabrisas (de los buenos, para que nos entendamos) o una pantalla táctil de 8 pulgadas que cobra protagonismo en el salpicadero.
Bajó el capó habrá novedades de peso en forma de versiones híbridas enchufables, pero de momento degustamos el diésel más potente. Es el viejo conocido 2.2 CRDide 200 CV,aunque adaptado para cumplir con las exigencia de la normativa Euro6d Temp (lleva AdBlue). Sí que estrena transmisión automática con convertidor de par de ocho relaciones.
Cuando ese tándem se pone a trabajar, el resultado tiene una lógica aplastante. El propulsor es agradable, presenta una gran capacidad de trabajo a bajo régimen y sube si le apuramos por arriba hasta las 4.200 rpm. El nuevo cambio de 8 ocho velocidades saca más ‘jugo’ a este bloque de cuatro cilindros y lo hace de una manera más refinada que rápida en el salto entre marchas. Parece lógico porque se trata de un gran rodador por encima de todo.
Su progresividad es tal que en algunos momentos el convertidor parece ‘resbalar’ y puede llegar a confundir a alguien con un variador continuo. Por cierto, podemos gestionar el cambio de marchas desde unas levas del volante.
En cualquier caso podemos superar los 200 km/h de velocidad máxima y realizar adelantamientos con cierta solvencia. Todo ello con un consumo medio durante la prueba de 7,5 l/100 km. De nuevo la caja AT8 tiene mucho que decir en esto. Son cifras de mérito porque hablamos de un vehículo que acaricia las dos toneladas de peso.
¿Y tanto kilo y volumen cómo le sienta a nivel dinámico? Pues mucho mejor de lo que parece, aunque en este sentido la electrónica y un conjunto más rígido son vitales. En esta última generación apuesta por un tarado algo más firme de suspensión, lo que provoca que la carrocería se ‘sujete’ mejor, evitando en parte balanceos laterales. Su dinámica está más asentada y el confort de marcha es muy elevado.
La dirección es más precisa (2,6 vueltas de volante entre topes) y el tren delantero no se arruga a la hora de entrar en curvas. En este sentido la tracción total HTRAC resulta vital proque ‘reparte el juego’ de una manera variable, entre los dos ejes y también entre las ruedas. Digamos que el tren anterior siempre asumirá el mayor protagonismo, pero en función de las necesidades irá variando constantemente, incluso entre las ruedas del mismo eje. Además, podemos modificar las características del Santa Fe desde el asistente Drive Mode con cuatro programas diferentes: Confort, Eco,Sport y Smart.
En modo Eco la tracción será prácticamente delantera para ahorrar al máximo; si activamos el modo Sport puede pasar hasta un 50% de la motricidad al eje trasero, mientras que en Confort limitará el traspaso de par hasta un 35%. El modo Smart la gestionará de una manera inteligente, actuando, como el resto, sobre la gestión del cambio, acelerador, dirección y controles de estabilización (no porta suspensión adaptativa).
En cualquier caso sorprende su comportamiento. Comparado con la generación anterior, el salto dinámico es sobresaliente, aunque no llega a la agilidad de su hermano menor, el Tucson . Nada que objetar a los frenos, por su eficacia y comunicativo tacto del pedal.
El Santa Fe es un SUV con todas las de ley, es decir, no se pone de perfil si tiene que abandonar el asfalto. Para su lado más aventurero se apoya en un bloqueo manual del diferencial central activo hasta los 40 km/h (el testigo luminoso no se desconecta aunque la superemos) y en un control de descensos. Todo lo que sean pistas de tierra las asumirá con naturalidad y hasta con cierto confort. Retos mayores ya serán más limitados, debido a su generosa distancia entre ejes y a una altura al suelo de 18,5 centímetros que nos hará tocar y quedar en evidencia. Además los neumáticos que monta lo pasan mal fuera del asfalto.
Por último no nos queda más remedio que destacar la avanza- da y generosa dotación que porta de serie. Con el acabado Style que nos ocupa no ‘cabe’ nada ni siquiera en opción, aunque la factura final se dispara ya un tanto: 55.200 € (48.000 con descuentos).
Texto: Gregorio Arroyo / Fotos: Paloma Soria
TIPO DE MOTOR | Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 2.199 cm3 |
POTENCIA | 200 CV a 3.800 rpm |
PAR MÁXIMO | 440 Nm a 1.750 |
V. MÁXIMA | 203 km/h |
ACELERACIÓN | 9,4 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,1 l/ 100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.770/1.890 / 1.680 mm |
NEUMÁTICOS | 235/ 55 R19 |
PESO EN VACÍO | 1.895 kg |
MALETERO | 130/547-625/1.625 l |
PRECIO | 55.200 € |
GAMA DESDE CUOTA RENTING | 36.900 € 936 €/mes |
LANZAMIENTO | Septiembre 2018 |
De serie: control de arranque en pendiente; control de descensos; frenada de emergencia con detección de peatones; alerta de fatiga del conductor; reconocimiento de señales de tráfico; alerta de cambio de carril con función de mantenimiento de la trayectoria; asistente de salida segura; control de crucero adaptativo y del ángulo muerto; alerta de tráfico cruzado en la zaga; techo panorámico eléctrico; sensores de luces, lluvia y aparcamiento; asientos delanteros eléctricos, calefactados y ventilados; faros LED; luces de carretera inteligentes; llantas de 19’’; equipo de sonido premium KRELL; sistema de navegación integrado en pantalla táctil de 8’’; Tom Tom services live; cámara 360º; climatizador bizona; acceso y arranque manos libres; Head-up Display; freno de mano eléctrico; portón eléctrico manos libres; levas en volante.
Opcional: pintura metalizada (550 €).