Prueba del Hyundai Kona 1.0 TGDI 7DCT Maxx: resetead

En 2020 el KONA fue el Hyundai más vendido en España. Ahora, este B-SUV (todocamino urbano si prefieres) se pone al día con un conjunto de cambios, entre ellos estéticos, que transmiten una imagen refrescada mientras aporta elementos electrónicos y mecánicas acordes con los tiempos.

Texto // Eduardo Cano

Es más, el actualizado Hyundai KONA recibe motores con hibridación ligera a 48 voltios y distintivo ambiental ECO, de serie si es diésel y opcional (por unos 1.200 euros, ojo, que no es poco) en la mecánica de gasolina 1.0 TGDi, como la probada pero si va conectada a una flamante caja de cambios manual de tipo inteligente, llamada iMT, capaz de desacoplar motor y transmisión en ciertas circunstancias de marcha para aquilatar gasto y por tanto emisiones.

No es el caso que nos ocupa. Aquí hemos optado por probar una combinación casi más interesante: ese mismo motor turbo de gasolina, de un solo litro y 120 CV (todo efectividad) atado a un cambio automático 7DCT que facilita mucho la vida en la urbe y que no supone un precio inasumible: 1.980 euros.

Lástima que solo luzca sello C y no ECO, que hubiese sido la guinda para un modelo de enfoque claramente urbano. En todo caso, esta transmisión automática, por cierto carente de levas de volante pero con doble embrague y 7 marchas, es muy competente.

Reactivo

Y es que si de por sí este motorcito de tres cilindros y 172 Nm de par máximo, que conocíamos del anterior KONA y que convencía plenamente, aliado a este cambio da incluso más juego porque camufla cualquier atisbo de falta de empuje a baja velocidad, como saliendo de parado.

Desde luego, el combinado asegura prestaciones más que correctas para moverse no ya por ciudad (11,5 segundos en el sprint de 0 a 100 km/h), que desde luego, sino por carretera viajando a ritmos moderados (da un tope de 183 km/h y suficiente reprís para adelantar con margen o afrontar acusados repechos de la vía). Y lo hace con un gasto asumible, que ronda los 6-7 l/100 km si no vamos pendientes, pero que puede bajar a 5 y pico a nada que nos afanemos sobre el gas.

No es un motor particularmente ruidoso, aunque acelerando a fondo deja notar su condición tricilíndrica. En realidad es la mejor alternativa mecánica para este modelo en uso mixto, o lo que es igual, si no vamos a callejear de forma intensiva (para eso quedan los KONA Híbrido y, a mayor precio y con otros condicionantes, los excelentes KONA Eléctricos) o miles de kilómetros en ruta al cabo del año (ahí la solución perfecta sería el diésel de 136 CV).

Por lo demás, es un automóvil realmente sencillo de llevar para cualquiera. Transmite buenas sensaciones tanto por dirección (2,5 vueltas de volante entre topes y un diámetro de giro entre bordillos de 10,6 metros aseguran una correcta maniobrabilidad) como por capacidad de frenada, para la que cuenta con discos en cada rueda.
La suspensión tiende a primar el confort y bachea bien, aunque no a costa de vaivenes o acusados balanceos, incómodos ante apoyos o tramos de curvas repetidas. Lo dicho, en la parcela dinámica muestra equilibrio.

Bien dotado

Los cambios estéticos tocan, sobre todo, al frontal, con un remate más suave y prominente que alarga unos milímetros la longitud del vehículo. Hay algún nuevo color de carrocería y distintos juegos de llantas, según versiones hasta de 18’’. En la zaga hay menos sorpresas, pero de nuevo paragolpes y grupos ópticos son de diseño diferente.

Más novedoso es el interior, con consola distinta, multimedia muy avanzado en los altos de gama y un cuadro digital que varía de vista según el modo de conducción elegido. Sobre este, a seleccionar en una ruedita a pie de consola, da a escoger entre posiciones Drive en carretera (escalones ECO, Normal y Sport, un pelín más vivo) y Traction para ir sobre pistas (escalones Snow o nieve, Mud o barro, y Sand o arena); el control de descensos HAC es de serie. Por último: no hay más opciones que la pintura metalizada o perlada, pero a falta de un navegador o de los faros LED no hay mucho que reprochar.

Fotos: Paloma Soria

Ficha técnica Hyundai Kona 1.0 TGDI 7DCT Maxx

*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales

Equipamiento Hyundai Kona 1.0 TGDI 7DCT Maxx

De serie: Raíles de techo integrados; llantas de aleación de 16’’; ayuda al arranque en pendiente HAC; climatizador automático de una zona con filtro de calidad del aire; cuadro de instrumentos digital de 10,25’’ con diversas vistas según modos de conducción; selector de modos de conducción Drive (ECO, Normal y Sport) y Traction); sensores de aparcamiento traseros; sistema multimedia con display táctil de 8’’, mando de voz e integracion Bluetooth, Apple CarPlay/Android Auto; cuatro elevalunas eléctricos; cierre centralizado con mando remoto; volante en cuero multifunción ajustable en altura y extensión; pomo del cambio forrado en cuero; tapizado en tela; luces de cortesía delanteras, traseras y de maletero; antinieblas; luces LED diurnas y de posición; faros halógenos; sensores de luz y lluvia; seguimiento de carril LFA; control y limitiador de velocidad; retrovisores eléctricos y calefactados; cámara trasera, frenada de emergencia FCA con detección de vehículos y peatones; señal de frenada de emergencia ESS; eCall; alerta activa de cambio involuntario de carril; pintura Galactic Grey; freno de parking eléctrico y 6 airbags.

Opcional: Pintura metalizada o perlada (480 euros) y pintura sólida (290 euros).

Fotogalería Hyundai Kona 1.0 TGDI 7DCT Maxx