Prueba del Citroën C3 Aircross BlueHDI EAT6, diésel enérgico y confortable

Defensor a ultranza de los monovolúmenes, entre otros por el éxito que le reportó la familia Picasso (la de sus modelos, no la del pintor), Citroën ha sabido leer el mercado y virar estrategia a favor de los tan de moda SUV. Prueba de ello son el C5 Aircross y el más pequeño C3 Aircross que traemos a estas páginas.

Heredero del C3 Picasso, que surgió a comienzos de década, se ha convertido en el primer producto desarrollado y fabricado conjuntamente con Opel, meses antes de que su enlace se hiciera público (el Crossland X es primo hermano de nuestro protagonista).

En este tiempo, de la línea de montaje han salido 170.000 unidades con destino a todo el mundo, de las que 18.000 han recalado en nuestro mercado, unas cifras para sacar pecho. El éxito se basa en facetas como la fiabilidad, la modularidad, sus diversas opciones de personalización y, sobre todo, un diseño que ha gustado.

Nuevo cambio automático

A ello suma un confort de marcha quizá por encima de la media y que ahora la marca francesa se encarga de potenciar en esta versión. Sí, porque aunque la tendencia del mercado esté cambiando hacia la gasolina (más aún en segmentos como este), el diésel aún goza de buena reputación entre aquellos que, primero, confían en sus bondades y, segundo, realizan un buen puñado de kilómetros al cabo del año.

Eran conductores que, a menudo, tenían que resignarse cuando buscaban combinar un motor así con un cambio automático en un pequeño modelo. Cuestión resuelta: ahora la transmisión automática EAT6 de seis relaciones por convertidor de par debuta en el C3 Aircross con el motor de gasóleo para olvidarse de cambiar y concentrarse en el resto.

Ofrece un funcionamiento suave y preciso, con una capacidad de retención elevada y largos desarrollos, estos, claro, enfocados a optimizar el consumo (registra de media real unos más que satisfactorios 6,2 l/100 km, aunque homologa 5,3).

Permite uso secuencial mediante palanca

Aunque carece de levas en el volante, permite un uso secuencial mediante la palanca (y eso que queda un tanto alejada del conductor), aunque en la práctica esta posibilidad será poco habitual gracias al amplio ámbito de actuación que ofrece en automático.

Tanto es así que, en fases de aceleración constante mantiene la marcha mientras la aguja sigue escalando hasta llegar casi al límite de vueltas del motor.

Cumpliendo la normativa de emisiones

Otra variable que le permite ganar confort ha sido la llegada, a finales del año pasado, del bloque diésel de cuatro cilindros y 1,5 litros que nos ocupa, y con el que este C3 Aircross se adapta a la última normativa europea en materia de emisiones (Euro 6.2) Pese a la reducción de cilindrada, Citroën ha dejado intactas sus cifras de potencia, pudiendo elegir entre 100 y 120 CV.

Se trata de un propulsor algo ruidoso, al ralentí y a gas constante, lunar que consigue paliar con un empuje bastante enérgico desde bajas revoluciones. Para optar por la caja EAT6 no hay otra que irse al de mayor potencia, circunstancia que lo encarece frente al BlueHDi 100 en 2.550 euros asociado al acabado Feel, y en 3.450 euros si se optamos al probado Shine. Pero, de veras, merece la pena por prestaciones (emplea 1,2 segundos menos en el 0 a 100 km/h) y comodidad de uso.

Más solvente en ciudad

Dinámicamente no esconde mayores aspiraciones. Para empezar, se dota de una suspensión que tira a blanda; también de una dirección bastante asistida. De paso, sufre de un centro de gravedad más bien elevado, de modo que la naturaleza del C3 Aircross es tranquila.

Manejable y solvente en ciudad, también lo es en vías amplias, aunque no tanto en zonas sinuosas yendo a ritmo elevado: ahí la carrocería tiende a balancear. Como contrapunto, el opcional Grip Control permite cierta capacidad aventurera lejos del asfalto y evita sustos ante baja adherencia.

Para coronar su carácter acogedor, suma mandos fáciles de accionar, bien situados, una diversidad de huecos portaobjetos y butacas de mullido espeso. En cuanto al espacio, sorprende que en solo 4,15 metros de largura cuatro adultos (con maletas) se alojen sin mayores problemas.

Texto: Karam el Shenawy // Fotos: Paloma Soria

Ficha técnica del Citroën C3 Aircross BlueHDI 120 S&S EAT6 Shine

Equipamiento del Citroën C3 Aircross BlueHDI 120 S&S EAT6 Shine

DE SERIE: asientos traseros deslizables y abatibles; llantas de aleación 16’’ Matrix Diamantée; Pack Look SUV; Pack Color Negro/Blanco/Naranja; control de velocidad con limitador; faros antiniebla; Citroën Connect NAV; sensores de aparcamiento traseros; sistema de reconocimiento de señales de tráfico y límite de velocidad con adaptador inteligente de velocidad; climatizador automático; sistema de alerta por cambio involuntario de carril; acceso y arranque sin llave; asistente de frenada de emergencia a baja velocidad; retrovisores exteriores eléctricos y calefactables; pintura Rojo Pasión con opción a techo en blanco o negro; control de presión de los neumáticos; cristales traseros tintados y sensores crepuscular y de lluvia.

OPCIONES: pintura metalizada (450 €); pintura blanco natural (200 €); tapicería en tela bicolor (300 €); tapicería mixta cuero/tejido (600 €); llantas de aleación de 17’’ (400 €); Park Assist con cámara de visión trasera, asistente de ángulo muerto y sensores de aparcamiento delanteros (600 €); techo panorámico practicable (950 €); Grip Control + control de descenso de pendientes (300 €); Head-up display (300 €); Pack Family Safety (250 €) y Pack Techno (300 €).