Dos SUV con espíritu de superdeportivos frente a frente: Maserati Levante vs Mercedes-AMG GLE 63 S.
Poderoso caballero es don dinero. Pero no solo de montantes desorbitados alardean estos colosales SUV. Sus impresionantes motores, deliciosamente rabioso el italiano Maserati Levante y de una fuerza descomunal el alemán Mercedes-AMG GLE 63 S, son capaces de hacerle sombra hasta al más presumido de los superdeportivos.
Más de 1.000 CV sobre el asfalto y casi 300.000 euros en liza. Con semejantes cifras, parece que estuviera hablando de dos flamantes superdeportivos. Pero no es el caso, al menos en su forma. La irracionalidad llama a la puerta del segmento SUV para presentarnos a dos modelos muy exclusivos, de esos que son difíciles de ver y que una vez has probado dejan un poso extraño.
Porque, ¿en qué cabeza cabe dotar de tal friolera de caballos a un supuesto coche polivalente para ser utilizado tanto dentro como fuera de la carretera? Cuestión de lo más singular que aborda por primera vez una marca como Maserati con el Levante.
Más si no es un Maserati Levante cualquiera, sino la edición especial y limitada a 150 unidades (para Europa y Asia) bajo denominación Vulcano, aquí en su variante más potente de 430 CV.
Si en este partimos de 146.300 euros, por un pico más (153.600) también se puede optar a otra bestia, desarrollada bajo la tutela de la división deportiva AMG de Mercedes-Benz. El resultado es un Mercedes-AMG GLE Coupé que, pese a su veteranía (ya se ha presentado su sucesor), sigue sorprendiendo de la mano de un corazón enorme, el más potente de la gama, que alcanza los 585 CV.
Lujo deportivo
Al fin y al cabo, estas mecánicas suponen un importante aliciente de dos vehículos con el lujo y la exuberancia por bandera, configurando un conjunto con mucho caché. El Maserati Levante Vulcano añade en este sentido elementos específicos.
Desde un interior muy cuidado con materiales nobles (la tapicería es de cuero natural, o las levas, volante y consola con acabado en carbono), hasta un equipamiento de confort destacado: suma sin cargo (aunque por ese precio es casi una obligación) los asientos regulables eléctricamente y con memoria, dotados de sistema de climatización para calentar o enfriar las posaderas al gusto.
Tampoco se queda atrás para deleitar al usuario (antes de arrancar) con un equipo de sonido Premium Bowers&Wilkins. Y como colofón: una planta exterior con tecnología matricial LED para la iluminación, junto a un color de carrocería mate con el que gana mucha presencia en vivo.
De tal manera, la experiencia de uso del Maserati Levante nos traslada a un universo de lo más exclusivo, si bien quedan algunos puntos por mejorar; por ejemplo, los asientos sujetan bien pero el mullido es duro y se puede hacer incómodo en terrenos irregulares.
Tampoco terminan de convencer las enormes levas del cambio, tan pegadas al volante que acaban molestando. De igual forma, aunque los asistentes de conducción son muy numerosos y avanzados (goza de hasta conducción semiautónoma en autopista con intervención sobre la dirección para mantener el centro del carril), la mayoría se pagan aparte.
Un veterano que sabe defenderse
Al rival, también de alta alcurnia, le pesa más veteranía en el mercado, por lo que en su habitáculo no encontramos los últimos ambientes digitales de, por ejemplo, un Mercedes-Benz Clase E o hasta el nuevo Mercedes-Benz Clase A.
No obstante, su ‘vieja’ pantalla central se ve mejor que la del italiano (en esta se generan algunos reflejos, según incida la luz exterior) y por materiales y acabados sigue plenamente vigente.
Como sucede con el Maserati Levante, el alto coste de este Mercedes-AMG GLE Coupé no es óbice para dejar en el tintero equipos como el navegador, los asientos climatizados o el paquete de asistencia a la conducción más completo, todos, opcionales.
Al menos sí viene de serie con la suspensión neumática y el portón trasero eléctrico (como el Maserati Levante) y las estabilizadoras activas, sin faltar unas descomunales llantas de 22 pulgadas y distinto ancho de neumático en cada eje.
Montadas sobre una carrocería tan atlética como la del alemán, que roza los cinco metros de largo bajo una figura de cupé, no desentonan y añaden si cabe más agresividad al modelo.
Cotas que, dentro, le sirven para ofrecer un espacio grande (no tanto a lo alto, pues el techo está más cerca que en otros SUV) y un gran maletero (con un umbral de carga, eso sí, muy elevado). El Maserati Levante también resulta holgado, si bien sus dos plazas traseras tienen un diseño más pensado para dos ocupantes, y la zona de carga es algo menor.
Bendito despertar
Al arrancar, todo aquello negativo pasa a un segundo plano y comienza un auténtico espectáculo para los sentidos. El alma Ferrari que el Maserati Levante lleva en sus entrañas, esto es, un rabioso V6 biturbo de 3,0 litros y 430 CV, cobra vida con un rugido fantástico, como si hubiéramos despertado a la ‘fiera’ de un dulce sueño.
Ante tal demostración de fuerza, el Mercedes-AMG GLE Coupé le planta cara con un bramido más ronco y grave, aderezado además con una ‘traca’ sublime al reducir marchas, especialmente de elegir el programa deportivo Sport+. Es la naturaleza salvaje que expone un motor extraordinario, un V8 de casi 5,5 litros biturbo que alcanza en la variante 63 S los 585 CV.
La diferencia de caballería es mucha, y aunque el Maserati Levante logra un rendimiento magistral, la entrega de fuerza del alemán es mucho más abrupta. Pisas acelerador y el coche sale disparado para firmar solo 4,2 segundos en el 0 a 100 km/h.
Un segundo por detrás llega un todocamino que no parece tal, el Maserati Levante, por la forma con la que gana velocidad, por cómo suena (ojo, que a ritmo de crucero y en modos de conducción tranquilos es más discreto) y por cómo afronta un tramo de curvas.
Un espíritu deportivo que se nota
Llegados a este punto, en el que apetece acompañar a semejante motor con un guiado más deportivo, el Maserati Levante se mueve con algo más de gracia y vivacidad, a costa de exigir más con la dirección, que peca de ser demasiado sensible a cualquier movimiento.
Esa impresión de cierta agilidad es relativa; no en vano estamos ante un coche que supera los cinco metros de largo y pesa más de dos toneladas, por lo que, si vienen curvas, que sean mejor de radio amplio que cerradas.
Asimismo, esa gran masa a mover, a cierta altura sobre el suelo, y dando rienda suelta a su superlativa mecánica, obliga a ser cautos al frenar; que lo hace bien y la suspensión neumática trabaja con eficacia para mitigar movimientos de carrocería, pero pide metros para pararlo.
Más todavía el Mercedes-AMG GLE Coupé, cuyos frenos están sometidos a un trabajo intenso para soportar su mayor tara (241 kg más que el italiano). Aunque gire plano y con buen tacto de dirección, la altura a los mandos y las velocidades de vértigo que a veces vemos en el cuadro de mandos reclaman sosiego y cabeza.
Algo difícil de exigir en cualquiera de estos dos SUV tan asfálticos (da hasta pena meterlos en campo), tan bien dotados y a la vez tan ilógicos.
Fotos: Paloma Soria
Ficha técnica Maserati Levante S Vulcano
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 6 cilindros en V, biturbo |
CILINDRADA | 2.979 cm3 |
POTENCIA | 430 CV a 5.750 rpm |
PAR MÁXIMO | 580 Nm entre 1.750 y 5.000 rpm |
V. MÁXIMA | 264 km/h |
ACELERACIÓN | 5,2 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 11,8 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 5.005 / 1.981 / 1.693 mm |
NEUMÁTICOS | 265 / 40 R21 (del.); 295 / 35 R21 (tras.) |
PESO EN VACÍO | 2.109 kg |
MALETERO | 580 l |
PRECIO | 146.300 € |
GAMA DESDE | 91.800 € |
LANZAMIENTO | Enero de 2018 |
Equipamiento Maserati Levante S Vulcano
De serie: Suspensión neumática; asistente de arranque en pendiente y control de descenso; faros Matrix Full LED; llantas Helio de 21 pulgadas con acabado mate; cierre de puertas soft close; portón trasero eléctrico; sensores de aparcamiento; asientos deportivos con regulación eléctrica, memoria y climatización; tapicería de cuero natural; audio Premium Bowers&Wilkins; sistema multimedia con pantalla táctil de 8,4 pulgadas y navegador; Android Auto y Apple CarPlay.
Opcional: Pintura gris mate Grigio Lava (sin coste); climatizador de 4 zonas (1.493 euros); Pack Drive Assistance Plus: incluye cámara 360º, alerta de colisión, control de ángulo muerto y tráfico trasero, control de crucero adaptativo, asistente de conducción en autovía y de mantenimiento de carril, y reconocimiento de señales (4.751 euros); portón eléctrico con función manos libres (611 euros); techo panorámico (1.968 euros); volante calefactable (475 euros).
Ficha técnica Mercedes-AMG GLE 63 S 4MATIC Coupé
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 8 cilindros en V, biturbo |
CILINDRADA | 5.461 cm3 |
POTENCIA | 585 CV a 5.500 rpm |
PAR MÁXIMO | 760 Nm entre 1.750 y 5.250 rpm |
V. MÁXIMA | 250 km/h (autolimitada) |
ACELERACIÓN | 4,2 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 14,0 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.918 / 2.003 / 1.718 mm |
NEUMÁTICOS | 285 / 40 R 22 (del.); 325 / 35 R22 (tras.) |
PESO EN VACÍO | 2.350 kg |
MALETERO | 650 l |
PRECIO | 153.600 € |
GAMA DESDE | 84.500 € |
LANZAMIENTO | Octubre de 2015 |
Equipamiento Mercedes-AMG GLE 63 S 4MATIC Coupé
De serie: Detector de fatiga; control de crucero adaptativo; control de descenso; asistente de arranque en pendientes; control de ángulo muerto; suspensión neumática Airmatic; estabilizadoras activas; escape y frenos deportivos AMG; faros adaptativos LED con luz de giro; llantas de 22 pulgadas; portón trasero eléctrico; paquete de aparcamiento con cámara 360º; asientos deportivos AMG eléctricos y calefactables; tapicería de cuero napa; sistema multimedia con pantalla de 8,0 pulgadas; equipo de sonido Audio 20 CD.
Opcional: Pintura metalizada (1.324 euros); asientos delanteros multicontorno con masaje (1.656 euros); asientos delanteros climatizados (1.113 euros); climatizador de 3 zonas (1.011 euros); techo panorámico (2.667 euros); sistema multimedia Comand Online con navegador (4.039 euros); audio Bang&Olufsen de 1.200 vatios (5.681 euros); paquete de asistencia a la conducción: incluye piloto automático de distancia y dirección, control activo de ángulo muerto y cambio de carril y frenada de emergencia automática PRE-SAFE PLUS (3.387 euros).