Los protagonistas de esta comparativa, por un lado un Land Rover Discovery Sport y por otra un Škoda Kodiaq Scout, no solo andan bien en carretera, sino que se permiten salir fuera del asfalto, al tiempo que pueden transportar hasta siete miembros de la familia mientras hacen unos consumos más que correctos.
Ambos afrontan este incruento enfrentamiento desde posiciones bien distintas. Haciendo un símil pugilístico, el Land Rover Discovery Sport sería el campeón en título, el rival a batir que lleva tiempo bregándose en la categoría. El Škoda Kodiaq Scout, por su parte, es la gran promesa que apunta maneras de ganador y que, con armas diferentes, pretende hacerse con el cinturón de campeón.
Hablamos de armas distintas porque, aunque compiten en el mismo segmento, de lo que no hay duda es que sus personalidades tienen poco o nada que ver. Empezando por el exterior, donde el Land Rover Discovery Sport tiene más empaque y presencia.
Luce un tamaño y formas de todoterreno clásico, pues goza de mayor anchura y altura que su rival. Incluso el perfil de la rueda nos anuncia que busca un compromiso entre su comportamiento dentro y fuera del asfalto. Su diseño es más distintivo, aunque también menos novedoso que el de su rival.
El Škoda Kodiaq en cambio es muy SUV, es decir, menos todoterreno, aunque esta versión Scout tiene un aspecto campero muy atractivo. Es más largo que el modelo inglés, lo que aligera de manera notable su silueta. De nuevo las ruedas nos dan pistas de por dónde van los tiros: con 19 pulgadas y un perfil 50, el asfalto será su territorio, con las excursiones fuera de él limitadas a pistas forestales y zonas con poco barro.
Las motorizaciones que hemos elegido para nuestros protagonistas son diésel de 2,0 litros, de 180 CV en el caso del Land Rover Discovery Sport y de 190 CV en el caso del Škoda Kodiaq. Los dos cuentan con tracción total y cambios automáticos de 9 y 7 velocidades, respectivamente.
Si en presencia la victoria era para el Land Rover Discovery Sport, en el interior las cosas están más igualadas. Por posición de conducción, gana el exponente anglosajón, pues vas más elevado y ofrece una mayor sensación de control de todo lo que pasa a tu alrededor.
Si miramos los acabados y la ergonomía, el Škoda Scout vence sin paliativos, con un habitáculo muy intuitivo y en el que apenas cuesta sentirse como en casa. Además, los detalles en imitación de madera le dan un toque señorial.
Su sistema multimedia es mejor, tanto por calidad y tamaño de la pantalla como por funcionamiento, algo similar a lo que ocurre con el ordenador de a bordo. Los acabados y materiales del Land Rover Discovery Sport son también de calidad, pero indudablemente están un paso por detrás.
Si hablábamos de la orientación de cada vehículo, el Land Rover Discovery Sport dispone de alfombrillas de goma, pensando lógicamente en el barro y polvo que puede meterse en el habitáculo en nuestras excursiones off road.
Ambos cuentan con detalles inteligentes, como las tomas USB duplicadas para conductor y acompañante y repisa para los objetos de este en el modelo inglés. En el Škoda Kodiaq Scout nos encontraremos con un paraguas en la puerta, manta detrás del asiento del copiloto, rasqueta de hielo en el hueco del maletero… Todas esas cosas que la marca checa incluye en sus vehículos para hacernos la vida más fácil. Uno y otro tienen huecos portaobjetos más que suficientes para todos los miembros de la familia.
Si miramos la segunda fila de asientos, en ambos es plenamente utilizable, incluso si nos sentamos en la plaza central. Los dos pueden equipar tercera fila de asientos (de serie en este Škoda Kodiaq y opcional, por 1.430 euros, en Land Rover Discovery Sport), pero estará reservada a niños o a viajes realmente cortos.
Su montaje y desmontaje es muy sencillo –todo en el Škoda Kodiaq es sencillo–. Si comparamos maleteros, las cifras con dos filas de asientos son muy similares: 541 litros el Land Rover Discovery Sport y 560 el Škoda Kodiaq, aunque el auto inglés monta rueda de repuesto convencional con llanta normal. Con la tercera fila, el volumen que ofrece el Škoda Scout aún llega a los 270 litros, cifra notable.
Si hasta ahora nuestros dos púgiles ya habían mostrado caracteres muy desiguales, una vez en marcha las diferencias se agrandan. El Land Rover Discovery Sport resulta mucho más polivalente, por cuanto sus capacidades todoterreno son mayores que las de su rival. Eso exige algunos compromisos, como una suspensión más blanda que también ayuda al confort de marcha.
A cambio, las zonas reviradas no serán su punto fuerte, pero no parece que nadie vaya a llevarse un Land Rover Discovery Sport a trazar en un puerto de montaña. Si aprovechamos la posición S del cambio, acelera desde abajo mejor que el Skoda Kodiaq, hasta el punto de que parece incluso más potente, a pesar de que sus cifras finales sea peores.
En viajes largos, anda muy bien, aunque desde luego no al nivel del Škoda Kodiaq. Se echa de menos un reposabrazos, apunto. Una vez fuera del asfalto, el Land Rover Discovery Sport recoge la rica tradición de la marca.
Aquí sacaremos partido a su completo sistema todoterreno con elementos como los controles de descenso e inclinación que, eso sí, hay que pagar aparte. Su capacidad off road nos permite salir de cualquier problema en el que nos hayamos metido.
El aspirante, en cambio, tiene una vocación mucho más enfocada al asfalto, hasta el punto de que se comporta como un turismo, lo cual es mucho decir para un vehículo de su tamaño. En este caso, ni siquiera repele los trazados más enrevesados.
Con esta filosofía, es llamativo que las levas en el volante sean más pequeñas que las de su rival, algo ya típico en los modelos del Grupo Volkswagen. Cuenta con modos de conducción Eco, Comfort, Normal, Sport, Individual y Snow, siendo este último el que usaremos en las peores condiciones.
En carretera, pisa con una solidez sobresaliente y es un rodador a la altura de los mejores de la categoría. Si nos aventuramos fuera del asfalto, el Škoda Kodiaq Scout mantiene muy bien el tipo, aunque sin llegar a las cotas del Land Rover Discovery Sport.
Se desenvuelve sin complejos por caminos y pistas forestales, e incluso en zonas embarradas no descompone la figura. Pero cuidado, hay que ser muy consciente de las ruedas que llevamos para no vernos en dificultades.
Si miramos los consumos en condiciones de conducción reales, lo cierto es que la ventaja recae en el contendiente inglés, aunque por un margen menor al que dan las cifras oficiales.
En un combate tan igualado, la decisión final es muy probable que se dé a los puntos. No hemos hablado de los precios aún, donde también hallamos diferencias significativas.
La tarifa de la que arranca nuestro Land Rover Discovery Sport con esta mecánica diésel de 2,0 litros, cambio automático y tracción total, asociado al acabado SE es 48.309 euros, aunque, con el equipamiento que lucía esta unidad, la factura final ronda los 65.000 euros, cifra que sobrepasa si montamos la tercera fila de asientos.
El Škoda Kodiaq Scout con motor 2.0 TDI y cambio DSG arranca en 43.990 euros, aunque en el caso de nuestra unidad el precio final era de 59.905 euros, pues iba equipado “hasta la bola” –literalmente–.
A ello se suman los descuentos de la marca que, a la hora de escribir estas líneas, rebajaban la factura total a 53.354 euros. Como vemos, una diferencia más que notable, que se compensa en parte si pensamos en el posible precio de reventa.
Puestos a elegir, y pese a que el Škoda Kodiaq Scout es un señor automóvil, la polivalencia del Land Rover Discovery Sport, su presencia y una imagen de marca un punto por encima de la del Škoda Kodiaq le hacen ganador a los puntos. En este caso, deciden los intangibles, esa parte emocional tan importante a la hora de adquirir un nuevo coche.
Fotos: Paloma Soria.