Comparativa de SUV Cupés, Porsche Cayenne Coupé vs. Audi Q8

Primos hermanos en sus formas y su mecánica pero con un rendimiento muy diferente, Porsche Cayenne Coupé vs. Audi Q8.

Todavía hay fabricantes que se adentran en el incansablemente creciente nicho de los SUV cupé, como las dos marcas alemanas que hoy traemos. Pero, ¿merecen la pena sus versiones de acceso? Analizamos las variantes gasolina de inicio de los Audi Q8 y Porsche Cayenne Coupé, dos motores a priori gemelos pero con más discordancias de las inicialmente previstas.

A nadie pilla por sorpresa que el BMW X6 descubrió un nicho de mercado ahora en plena expansión. Pero ya no está solo. La firma de los cuatro aros ha sido uno de los últimos en entrar en el juego, creando una carrocería derivada del Audi Q7 con perfil cupé: el Audi Q8.

Comparándolo precisamente con el mencionado Audi Q7, es 66 mm más corto pero también 36 mm más bajo. Dos cifras que, como esperaba, repercuten en un habitáculo algo menos aprovechable, concretamente en las plazas traseras, aunque Audi ha trabajado en la caída del techo de forma que no impacte tan negativamente en la habitabilidad.

Hay casi tanto hueco como en el Audi Q7, salvo una altura para las cabezas no pensada para adultos que empiecen a superar el 1,90. Las piernas van cómodas en todo caso y si optamos por la banqueta trasera ajustable opcional, podemos jugar con 10 cm longitudinales y un respaldo reclinable para obtener más hueco atrás o más maletero (en su posición más avanzada el espacio para los pasajeros sigue siendo amplio).

Hablando del maletero, pierde capacidad frente al Audi Q7 (605 frente a 865 litros), y también la posibilidad de colocar una pareja extra de asientos. Pero aun así dispone de un gigantesco y útil espacio de almacenamiento.

El Porsche Cayenne que debió ser

Alternativamente, en el mismo grupo, Porsche ha sido la última en sumarse a la moda, con un nuevo concepto del Porsche Cayenne que perfectamente podría haber sido el original. Si nos ceñimos a los orígenes estrictamente deportivos de Porsche, claro. La receta es muy similar a la del Audi Q8, aunque en este caso crece 13 mm de largo frente al Cayenne convencional y pierde 20 mm de altura.

La sensación es la de estar ante un coche notablemente más largo, y eso que sigue siendo más contenido que su aquí rival. Dentro, las claves son las mismas: una rebaja de la altura libre para las cabezas en la fila posterior, pero sin merma en el resto de cotas. Eso sí, a pesar de haber colocado la banqueta 30 mm más cerca del suelo para compensar, el Porsche Cayenne Coupé no ofrece tanto hueco para sus ocupantes como el Audi Q8 (se ofrece con banqueta de dos o tres plazas en opción). El maletero también pierde frente al Porsche Cayenne estándar (625 frente a 770 litros), aunque aquí sí bate a su contrincante por poco.

Antes de entrar en materia dinámica, cualquiera de los dos comparte salpicadero y tecnologías con los modelos de los que derivan. Incluida la doble pantalla central de control en el caso de Audi, un formato algo complejo en los primeros compases.

Desde luego prefiero la sencillez del Porsche Cayenne Coupé, aunque eso implique cargar de botones (mejor si no fueran virtuales) la consola central. ¿Calidades? Excelentes en cualquier caso. Y más si acudimos al interminable catálogo de personalización que promueven uno y otro.

Un mismo corazón

Volviendo a las sinergias de grupo, el acceso de gasolina de ambos modelos comparten motor. Audi, hasta la llegada del Audi RS Q8, no comercializa otro motor gasolina en el Audi Q8, mientras que Porsche ya no vende diésel ni en el Porsche Cayenne. Modelo en el que más sentido tendría, dicho sea de paso.

Sea como fuere, el V6 que late bajo sus capós en el mismo, solo que el último ajuste realizado por Audi y Porsche da diferentes resultados. Audi extrae los mismos 340 CV de este bloque 3.0 que Porsche, pero también logra 50 Nm más (500 frente a 450 Nm). Puede parecer poca cosa, pero a la hora de mover rápido más de dos toneladas de peso, el resultado es distinto.

El Porsche Cayenne Coupé da su par en un rango mayor, lo que implica que su comportamiento es más elástico. Y más deportivo también. Da gusto estirar las marchas en conducción deportiva, acompañados además de un sonido de escape fino y agudo. Nada rimbombante, pero más bonito que el conseguido por Audi.

Cuerpo de SUV, alma de deportivo

Los dos corren, y mucho. En ningún momento me he planteado necesitar más potencia, aunque quizá el Audi Q8 es algo más contundente. Ojo, que todo puede ser por su microhibridación asociada, elemento no disponible en el Porsche Cayenne Coupé y que le hace merecer la etiqueta Eco. El sistema de 48 V le otorga un Start/Stop finísimo e incluso la posibilidad de apagar el motor cuando el cambio activa el modo vela.

Todo esto plantea, teóricamente, un consumo menor. Pero nada más lejos de la realidad, el Porsche Cayenne Coupé ha devuelto un gasto medio inferior (por décimas) en un recorrido mixto.

También es algo más pesado. Ambos juegan en el entorno de los 12 l/100 km. Si practicamos una conducción animada la cifra es, literalmente, la que queramos.

Única opción

Por otro lado, solo se comercializan junto a una caja de cambios automática de convertidor de par y ocho relaciones, algo especialmente notable en el Porsche Cayenne Coupé, que deja de lado su excepcional PDK. Y eso se nota. Es una caja rápida y tremendamente suave, pero sin ese funcionamiento tan exquisito y deportivo que sí encontramos, por ejemplo, en un Porsche 911 con PDK.

Y es que, al fin y al cabo, cualquier Porsche debe tener al 911 como referencia. Dicho lo cual, el Cayenne Coupé tiene unas relaciones de cambio más largas que el Audi Q8, lo que afecta a las prestaciones (es algo más lento) y al consumo.

Dinámicamente la tónica es similar. El Audi Q8 se mueve bien, muy bien. Pero el Porsche es todavía más directo. Me quedo con su dirección y su compromiso entre dinámica y confort, aunque recomiendo, si la conducción deportiva es una máxima, instalar la dirección trasera activa (va junto a la suspensión neumática). Resulta increíble cómo dos coches tan voluminosos y pesados pueden ser tan cómodos y deportivos a la vez. Ahora bien, prefiero la suspensión del de Stuttgart, menos seca en algunos casos, como resaltos (ambos pueden llevar metálica o neumática).

Fotos: Paloma Soria

Ficha técnica Audi Q8 55 TFSI quattro triptonic

Equipamiento Audi Q8 55 TFSI quattro triptonic

De serie: Frenada de emergencia automática Audi pre sense front; control de crucero; modos de conducción; suspensión regulable; faros y pilotos LED; llantas de 19 pulgadas; portón trasero eléctrico; sensores de aparcamiento; instrumentación digital; sistema MMI Navegación Plus con MMI touch; Audi music interface; Audi connect con eSIM 3 años y servicios Audi connect Safety&Services. 

Opcional: Pintura metalizada (1.335 euros); llantas de 22” (5.400 euros); paquete deportivo S line (9.680 euros); faros Matrix LED adaptativos (2.145 euros); tapicería de cuero (1.460 euros); asientos ventilados (1.395 euros); banqueta trasera plus (280 euros); equipo de sonido Bang&Olufsen (1.460-8.190 euros); cámara 360º (1.460 euros); Head-up display (1.765 euros); paquete de asistentes Tour: incluye control de crucero adaptativo, asistente de conducción en atascos, control de ángulo muerto y tráfico trasero, asistente predictivo de eficiencia y de esquiva (2.665 euros); eje trasero direccional (1.460 euros) y suspensión neumática (1.205 euros).

Ficha técnica Porsche Cayenne Coupé

Equipamiento Porsche Cayenne Coupé

De serie: Siete airbags; sensores de aparcamiento; faros LED; cámara trasera; volante multifunción con levas de cambio; regulación de chasis Porsche 4D-Chassis Control y suspensión activa PASM; techo panorámico no practicable con persiana eléctrica; tapizado parcial en cuero; asientos delanteros eléctricos; respaldo trasero abatible 40/20/40 y acceso wireless.

Opcional: Airbags laterales traseros (468 euros); control de velocidad adaptativo y asistente de carril e indicador de límites de velocidad (3.204 euros); asistente de carril e indicador de límites de velocidad (1.262 euros); vigilancia ángulos muertos (882 euros); asistente de visión nocturna — solo con faros Matrix-LED — 2.525 euros); control activo del balanceo PDCC (2.733 euros); control de crucero adaptativo con funciones adicionales Porsche InnoDrive (3.502 euros); cámara Surround View 3D (804 euros); eje trasero direccional (con suspensión neumática) (2.335 euros); frenos Porsche Ceramic Composite Brake PCCB 53 cm (10.195 euros); frenos Porsche Surface Coated Brake PSCB 51 cm (3.394 euros); Head-Up Display (1.670 euros); retrovisores fotocromáticos (407 euros); suspensión neumática (2.437 euros); acceso confort sin llave (1.317 euros); asientos delanteros con masaje (2.294 euros); climatizador de cuatro zonas (937 euros) y banqueta trasera de 2 o 3 plazas (sin coste).

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