Si hace unos meses pudimos verlo y tocarlo en exclusiva incluso antes de su debut en el pasado Salón de Ginebra, en esta primera prueba del BMX X4 2018 ya lo hemos conducido. Asistimos a su presentación internacional precisamente en uno de los mercados más importantes, Estados Unidos. Es un territorio dominado por grandes pick-up y por las mecánicas de gasolina. Más aún en Carolina del Sur, donde BMW tiene su factoría de Spartanburg.
Allí se fabrican el BMX X3, X4, X5 y X6, y también llevará a producción el todocaminos más capaz del fabricante bávaro, el BMW X7. Unas instalaciones majestuosas que dan trabajo a cerca de 10.000 personas; y prevén la incorporación de más personal en los próximos años.
El nuevo BMW X4, listo para entregas
Durante la visita a esta moderna planta pudimos ver muchos X4; unos en pleno proceso de montaje y otros ya terminados y listos para ser entregados. Las primeras unidades comienzan a llegar a los concesionarios españoles a partir de julio; aunque desde febrero ya se aceptaban pedidos.
Pero el verdadero motivo del viaje era poder hacer una prueba del BMW X4 2018, tomar sus mandos y ver qué cambiaba respecto a la primera generación. En verdad, esta segunda entrega del modelo bávaro introduce muchas novedades y conforman una apuesta reforzada en todos los sentidos.
Con cuatro años a sus espaldas y más de 200.000 unidades vendidas en todo el mundo, el nuevo BMW X4 se presenta más crecido que nunca. En vivo se aprecia que es mucho más grande que el anterior. Si aquel mostraba una figura en cierta medida compacta, ahora exhibe su musculatura con unas dimensiones que crecen en casi todas las cotas.
Solo la altura cede protagonismo, tras reducirse 3 mm. Mientras tanto, eleva su longitud hasta los 4.752 mm; 81 más que antes. También crecen la distancia entre ejes, con 54 mm más, y el ancho, 37 mm.
Todo, bajo una carrocería algo más estilizada que vuelve a transformar la plataforma del X3, del que deriva, en un todocamino de corte deportivo. Como las últimas creaciones de BMW, léase el espectacular Serie 8 Coupé , la principal fuerza visual del X4 trasciende a la zaga y su elevado portón. Gustos aparte, lo cierto es que atrás deja el aspecto de mini X6 del primer modelo para configurar un trazo más personal y diferenciador.
Grande por fuera y por dentro
Lógicamente, la nueva carrocería traslada también su crecimiento al habitáculo. Hay algo más de espacio entre filas, y los pasajeros posteriores gozan de mayor amplitud para piernas.
A la vez, el BMW X4 2018 mantiene un hueco razonable para el acomodo de dos ocupantes en esa zona. El de la plaza central toma posición muy cerca del techo. Mientras que en el lateral hay algo más de margen; y con 1,80 de alto aún queda un poco de espacio por arriba.
La caída del techo, sin ser muy acusada, sí que resta algo de comodidad para acceder y salir del vehículo en las plazas posteriores. De la misma forma, reduce el campo de visión al mirar por el retrovisor interior; peaje a pagar en todos los todocaminos cupés de la categoría.
Como consecuencia de ese mayor tamaño exterior, también el maletero eleva la apuesta con 525 litros, 25 más que antes. Sus formas cuadradas facilitan la colocación del equipaje; si bien la boca de carga es elevada. Por otro lado, el habitáculo del nuevo X4 desprende calidad y viene cargado de tecnología. Para no repetir, tienes más información en las primeras impresiones del interior que publicamos hace unos meses , donde también aludimos a la nueva tecnología que incorpora.
En USA con el X4
Conducir en Estados Unidos es siempre una experiencia gratificante para cualquier aficionado al automóvil. Acostumbrados a nuestros coches europeos, al otro lado del charco todo parece más grande y genuino.
Hay mucho pick-up, mucho sedán que no se vende en nuestro mercado, sobre todo japonés. Y el sonido que desprenden es diferente al que estamos acostumbrados. Los motores de gasolina mandan sobre los de gasóleo, y si son de muchos cilindros mejor que mejor.
En ese contexto, iniciamos la prueba del BMX X4 2018 a contracorriente. Es decir, con un propulsor diésel, todavía predominante al menos en el viejo continente en un segmento como el de este todocamino.
Prueba X4 M40d
Pero no uno cualquiera, porque el X4 M40d es una de las variantes M Performance que la firma bávara oferta en su gama. Los números de esta mecánica dejan claras sus pretensiones deportivas. Se trata de un seis cilindros en línea de 3,0 litros que desarrolla 326 CV. Más extraordinaria es la cifra de par máximo, 680 Nm, disponible entre 1.750 y 2.750 rpm.
Con estas credenciales no sorprende la enorme pegada que ofrece desde el primer golpe de acelerador. Desde parado sale de forma inmediata, hay poco retardo ante nuestras órdenes y la caballería se muestra con una gran contundencia. Ahí están los números para corroborarlo: firma el 0-100 km/h en solo 4,9 segundos y fija la velocidad máxima a 250 km/h (autolimitada).
Se combina, como toda la gama, con una caja automática con convertidor de par Steptronic, de ocho velocidades. Su funcionamiento es rápido, y con las levas o la propia palanca se puede optar por un cambio en modo manual.
Sorprende la perfecta insonorización del BMX X4 y el buen trabajo realizado en el sonido que traslada a bordo. Digamos que el M40d suena poco diésel, y de mantener cruceros por vías rápidas no cansa a los oídos, pese a que incrementando el ritmo en zonas reviradas el escape denota deportividad y un rugido poderoso.
Dinámica deportiva
Además de un motor resolutivo, el SUV cupé alemán se acompaña de un comportamiento realmente efectivo, de corte muy asfáltico y con pocas concesiones a un uso off road. A pesar del incremento de tamaño, el X4 ha sufrido una importante cura de adelgazamiento, de hasta 50 kilos, según equipamiento.
Además, aunque comparte plataforma con el X3, el X4 adopta diferente calibrado de suspensión, según nos dijeron sus responsables. No es que se note especialmente duro. Sigue mostrando un buen compromiso con el confort, pero sí que denota más rigidez de amortiguación.
Así, destaca la excelente contención de las inercias. La carrocería gira muy plana, se mueve aportando mucha confianza y con poca tendencia al subviraje, mal común en vehículos elevados y de cierto peso.
Solo tracción total
En este sentido, colaboran varios elementos importantes. La tracción xDrive es montaje de fábrica para todos los X4, no hay posibilidad 4×2. Y en esta primera prueba del BMX X4 2018 la sometimos a exigentes ejercicios.
En la ruta por carretera aportó un importante plus de seguridad, con una pisada muy sólida Pero los responsables de BMW también nos prepararon unas maniobras sobre asfalto mojado, en circuito, para ver cómo incidía en la conducción del X4.
Primero con el control de estabilidad conectado, el todocamino alemán la verdad es que ya da una impresión de solvencia impresionante. Al pasar a un estadio superior, tras activar el control dinámico de la tracción, se genera más movimiento pero todavía la electrónica apacigua los desmanes al volante.
Una vez desconectados todos estos asistentes, el xDrive refleja la concepción deportiva que promulga el X4. Su forma de trabajo inteligente propicia una conducción casi como un modelo de propulsión, trasladando más par a la zaga para provocar divertidos derrapajes. En otra de las pruebas, en un trazado de handling con fuertes cambios de apoyo y desniveles acusados en pleno viraje, el nuevo modelo de BMW igualmente demostró su valía; su guiado se acerca más al de un turismo que al de un todocamino.
Un equipo a la altura
Además de la tracción total, el nuevo X4 se apoya de fábrica en otros buenos compañeros de ruta. Como por ejemplo, la dirección deportiva variable, de buena precisión y configurable con varios modos de conducción. O la suspensión M Sport y el sistema Performance Control, que varía el reparto de par en las ruedas traseras dependiendo de las necesidades de cada momento.
Además, las versiones M Performance (M40d y M40i) adoptan llantas de 20 pulgadas, y frenos y diferencial M Sport, dejando en opción la suspensión adaptativa M. La marca también amplía la gama de accesorios M Performance para dotar al X4 de un aspecto más deportivo.
Los motores del nuevo X4
Cuatro motores diésel y tres gasolina componen la oferta mecánica del X4. Entre los primeros, junto al citado M40d, encontramos los tetracilíndricos xDrive20d y xDrive25d, de 190 y 231 CV, respectivamente; y el seis cilindros xDrive30d, con 265 CV.
En gasolina, corona la gama la segunda de las versiones M Performance, con el M40i de 360 CV. Por debajo, están disponibles los xDrive20i y xDrive30i, ambos de cuatro cilindros y potencias de 184 y 252 CV.
Salvo el xDrive30d y el M40i, que llegan a partir de agosto, el resto de motores están disponibles desde el inicio de su comercialización.
BMW X4 2018: gama y precios
La propuesta premium de BMW para su todocamino cupé arranca con un equipamiento que incluye faros LED; portón trasero eléctrico;, control de crucero; sensores de aparcamiento delanteros y traseros o los servicios ConnectedDrive, entre otros.
Adicionalmente, hay un extensa dotación opcional. A destacar, asientos ventilados, suspensión adaptativa, llave con pantalla digital; sistema multimedia con pantalla táctil de 10,25 pulgadas y control gestual; instrumentación digital; asistente de mantenimiento activo de carril y otros muchos gadgets tecnológicos de confort y seguridad.
Además, existen líneas de acabado Advantage, xLine y M Sport; estrenando por primera vez en este modelo la denominada M Sport X.
Precios del nuevo BMW X4
X4 xDrive20i | 53.450 euros |
X4 xDrive30i | 59.900 euros |
X4 xDrive20d | 54.150 euros |
X4 xDrive25d | 56.550 euros |
X4 M40d Diésel | 74.650 euros |