La gama BMW M no para de crecer, y los últimos en llegar no son, ni de lejos, lo que habitualmente conocíamos como deportivos. Se trata de los BMW X3 M y BMW X4 M, dos SUV de altísimas prestaciones que ya hemos podido poner a prueba.
La razón por la que BMW confía en sus SUV para lanzar nuevas versiones M es clara. En 2018 el 55 % de los M vendidos en España eran de la gama X. En 2019 la cifra va ya por un 60 %. O lo que es lo mismo, cada vez más clientes prefieren un todocamino deportivo a un deportivo al uso. Vamos a conocer por qué.
Igual que ocurre con la gama convencional, los X3 y X4 ofrecen dos carrocerías diferenciadas par aun mismo coche. Se basan en la misma plataforma, pero el X4 pierde habitabilidad en pos de una imagen cupé más llamativa. Es, además, la primera intervención de BMW con una variante de altas prestaciones en este competido segmento. Aquí ya está presente el Mercedes-Benz con el GLC AMG en sus variantes Coupé.
El X3 sigue apostando por una mayor polivalencia, derivada de una carrocería de aspecto más convencional. Pero ojo, porque BMW ha tratado la imagen de ambos para dotarlos de mayor agresividad. Hay paragolpes más musculosos y con mayores tomas de aire, faldones, un bonito difusor trasero y la característica cuádruple salida de escape.
Como ocurre con modelos como el M5 o el M8, hay versiones Competition más exclusivas que difieren de los convencionales. Además de una mecánica 30 CV más potente, sobre la que ahondaremos más adelante, estéticamente presentan sutiles diferencias.
En realidad se centran en los detalles en negro brillante, presentes en los riñones, las branquias laterales y los escapes. También tienen un diseño de llanta diferente y, cómo no, el logotipo de X3 M y X4 M reciben un pequeño complemento inferior que indica que nos encontramos ante las versiones Competition.
Además de las diferencias estéticas exteriores, los X3 M y X4 M estrenan algunos detalles diferenciales en su interior. Empezando por unos asientos deportivos de estilo semi-baquet que recogen muy bien el cuerpo sin perder confort. La tapicería de serie es de Alcantara, pero BMW ofrece diferentes posibilidades con mayor cantidad de tejidos y colores.
También tiene de serie una instrumentación digital M con gráficos específicos y un buen nivel de configuración. El sistema multimedia se deja a una pantalla táctil de 10,25 pulgadas con conectividad a Internet.
Aunque se trata de un mismo motor, los X3 M y X4 M se diferencian principalmente en la mecánica de los X3 M Competition y X4 M Competition. La base es un 6 cilindros en línea de 3,0 litros con doble sobrealimentación. Un motor que presumiblemente será el que mueva la próxima generación BMW M3 y BMW M4.
El menos potente produce 480 CV de potencia y 600 Nm de par para realizar el 0 a 100 km/h en solo 4,2 segundos en ambas carrocerías. El Competition eleva su potencia hasta los 510 CV y mantiene los 600 Nm de par, pero en un rango 350 revoluciones superior. Realiza el 0 a 100 km/h en una décima menos. La velocidad máxima está limitada en ambos a 250 km/h, aunque con el paquete M Driver’s el M alcanza 280 km/h y el M Competition sube a 285 km/h.
Para probarlos BMW nos propuso una prueba de la gama al completo por carreteras reviradas, a priori un terreno poco deseable para un vehículo de gran tamaño, elevado centro de gravedad y elevado peso. Pero es que BMW M ha realizado las suficientes modificaciones en sus chasis como para convertirse en vehículos muy rápidos y efectivos en este territorio.
Para empezar, la suspensión se ha endurecido y ha modificado su geometría. También se han instalado refuerzos en los bajos del chasis para soportar la nueva potencia. Y se ha instalado una barra de torretas de fibra de carbono.
La dirección es ahora más directa y ofrece tras modos de funcionamiento, desde uno suave hasta uno de tarado duro y muy directo. Para pararlo, por último, se confía en discos de 395 mm de diámetro mordidos por pinzas de cuatro pistones en el eje delantero.
Aunque se trate de una pareja de SUV, el rendimiento es excelente. Ya en el arranque el sonido de escape es embriagador, que no molesto. El Competition, por cierto, lleva un escape deportivo con mayor sonoridad de serie. Un sonido fina, bonito, nada estridente incluso en su modo más deportivo. Pero que carece de gorgoteos y explosiones en reducción, como sí ocurre en el V8 de los M5
Es, en todo caso, un coche fácil de conducir en los primeros compases, que no asusta por su potencia. Cuando activamos el modo normal, por defecto, es coche es suave y sedoso. Ayudado claro por una caja de cambios ZF de convertidor de par y 8 relaciones que destaca por su suavidad y también por su rapidez. Algo que podemos seleccionar nosotros mismos.
Una vez llega la hora de las curvas, las cosas tampoco se ponen difíciles. Sí, las inercias son elevadas, pero el coche se mantiene por la línea casi de forma imperturbable. Apenas parece que vamos a los mandos de un SUV que supera las dos toneladas. Por cierto, las sensaciones son traspasables de un modelo al otro, las diferencias son apenas perceptibles.
Es un coche que entra muy bien en curva, ayudado por una suspensión claramente más firme que la original. Obviamente se pierde en confort, pero no lo suficiente como para considerar estos BMW X3 M y X4 M vehículos incómodos o no aptos para viajes descansados.
De hecho, basta con jugar con los diferentes modos de suspensión (tres) para encontrar el tarado perfecto. Siempre contiene bien las oscilaciones de la carrocería y ayudan a confiar en el conjunto para trazar curvas. Claro, que tampoco son coches de circuito, aunque no creo que lo hicieran del todo mal en ese terreno.
La sensación es, en definitiva, la de ir en un deportivo pero más elevado. No me ha molestado que pueda habar algo más de inclinación en curva que en un M3, pero también la suspensión es enormemente más confortable. Tanto el X 3 M como el X4 M son coches perfectamente utilizables en el día a día.
Y divertidos. Primero por la excelente dirección, que si bien no transmite demasiada información al conductor, tiene un buen peso y resulta tremendamente directa. Acata sin rechistar las órdenes del “piloto”. Y segundo porque el sistema de tracción total, al que necesariamente van asociados, tiene truco. Como en los BMW M5, dispone de un modo Sport que envía todavía más par al eje trasero.
De este modo simula mejor aquello de ir conduciendo un vehículo de tracción trasera, con lo que ello conlleva en conducción deportiva. Pero siempre tenemos el apoyo del eje delantero por si las cosas se van de madre. De lo que no dispone es de un modo únicamente de tracción trasera que permita realizar largas derrapadas. No son tampoco los vehículos más adecuados.
Y llegamos a los que sería el binomio motor/transmisión. El alma de estos BMW X3 M y X4 M. El propulsor es muy contundente en aceleración fuerte. No solo es un coche rápido, sino que hace fácil su conducción. El rango de par máximo se mantiene durante 3.350 revoluciones en el Competition. Siempre hay buena respuesta.
Aunque claro, su elevado peso tampoco ayuda a elevar todavía más las sensaciones. Por ejemplo el Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio con la misma potencia es más ligero y también más rápido. Las diferencias entre los M y los M Competition son demasiado sutiles como para notarlas sin el crono en la mano.
En lo que sí bate al italiano es en su transmisión. Emplea una ZF de convertidor de par muy suave pero que, en su modo más deportivo, es verdaderamente rápida. Además, una vez llegamos al límite de revoluciones el cambio no engrana una marcha superior.
Los BMW X3 M y X4 M son lo que esperaba, incluso algo mejores. No soy muy amigo de los SUV deportivos. No entiendo el concepto. Pero el mercado, ya lo anunciaba más arriba, parece que acoge con los brazos abiertos este nuevo tipo de deportividad.
Sus cualidades son excelentes, y son incluso mejor opción como coche único o coche polivalente. Pero una berlina similar como serán los próximos M3 y M4 me parecen todavía opciones más excitantes.
Para hacerte con un X3 M tendrás que pagar un mínimo de 109.900 €, un poco más para un X4 M: 111.900 €. Pero ojo, que por 10.000 € más en ambos casos ya accedes a los Competition, una cifra ya casi despreciable a estos niveles que nos trae más potencia, mayor exclusividad, y es caro escape deportivo, que es casi obligatorio, de serie.
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 6 cilindros en línea, biturbo |
CILINDRADA | 2.993 cc |
POTENCIA MÁXIMA | 480 CV a 6.250 rpm |
PAR MÁXIMO | 600 Nm entre 2.600 y 5.600 rpm |
V. MÁXIMA | 250 km/h (limitada electrónicamente) |
ACELERACIÓN | 4,2 s (de 0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 11,3 l/100 km (WLTP) |
MEDIDAS | 4.726 / 1.897 / 1.667 mm |
NEUMÁTICOS | 255 / 45 R 20 (del.) / 265 / 45 R 20 (tras.) |
PESO EN VACÍO | 2.045 kg |
MALETERO | 550 l |
PRECIO | 109.900 € |
GAMA DESDE | 43.200 € |
CUOTA RENTING | 1.605 €/mes* |
LANZAMIENTO | Septiembre de 2019 |
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 6 cilindros en línea, biturbo |
CILINDRADA | 2.993 cc |
POTENCIA MÁXIMA | 510 CV a 6.250 rpm |
PAR MÁXIMO | 600 Nm entre 2.600 y 5.950 rpm |
V. MÁXIMA | 250 km/h (limitada electrónicamente) |
ACELERACIÓN | 4,1 s (de 0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 10,5 l/100 km |
MEDIDAS | 4.758 / 1.927 / 1.618 mm |
NEUMÁTICOS | 255 / 40 R 21 / 265 / 40 R 21 |
PESO EN VACÍO | 2.045 kg |
MALETERO | 525 l |
PRECIO | 121.900 € |
GAMA DESDE | 53.500 € |
CUOTA RENTING | n.d. |
LANZAMIENTO | Septiembre de 2019 |