La firma muniquesa completa la esencia deportiva de su SUV más urbano con su versión más prestacional y radical: el BMW X2 M35i que nosotros hemos probado en primicia por los alrededores de Múnich.
Como cartas de presentación muestra, los 4,9 segundos que tarda en pasar de 0 a 100 km/h y los 306 CV de potencia de su motor 2.0 biturbo de cuatro cilindros, el primero que monta un BMW M.
Con los SUV todo puede pasar. Creados para satisfacer las demandas tanto de espacio como dinámicas de los conductores sin por ello renunciar a cierto toque aventurero, lo cierto es que los fabricantes han tomado tantos caminos que hasta resulta erróneo incluirlos a todos dentro de unas mismas siglas.
Para entendernos. Cuando BMW lanzó a finales de los 90 su primer BMW X5, la intención no era otra que la de ofrecer un vehículo práctico, poderoso y con unas aptitudes off road lo suficientemente solventes como para no empezar a sudar fuera del asfalto. Estas cualidades se transformaron siete años después, cuando apareció el BMW X6, o lo que es lo mismo, el primer SAC (Sport Activity Coupe) del mercado.
Un todocamino con ADN cupé y con un enfoque infinitamente más deportivo que el propio BMW X5. Sin entrar a repasar la dilatada y exitosa historia de la familia X, sí hay que recordar que la llegada del BMW X2 supuso un punto de inflexión para BMW. Si bien ofrece una silueta menos radical que la de sus hermanos BMW X4 y BMW X6, nadie dudó de que estábamos ante la variante deportiva del BMW X1.
Sin embargo, pese a dicha mención, su oferta mecánica estaba huérfana de un bloque que, de verdad, transmitiera dichos valores deportivos. Esta ausencia ahora se ha finiquitado con este BMW X2 M35i.
Lo primero que llama la atención es el incremento de masa muscular que atesora. No, no ha ganado peso, sino que su silueta parece haberse sometido a una buena sesión de gimnasio. No llega a ser descomunal, pero la inclusión de unos paragolpes más voluminosos, de unas tomas de refrigeración más grandes enmarcadas bajo un llamativo Cerium Grey (misma tonalidad que envuelve el doble riñón de la parrilla y las carcasas de los retrovisores) o de unas llantas de aleación hasta de 20 pulgadas (de serie monta de 19), consiguen que su empaque visual aumente.
La guinda la ponen un alerón trasero más grande y una doble salida de escape trasera rematada en el mismo Cerium Grey.
En el habitáculo, el toque Racing viene determinado por el montaje de los asientos deportivos M de tipo baquet que, desgraciadamente, son opcionales. Entre su equipamiento de serie sí se incluyen el volante deportivo M forrado en cuero con levas integradas, los umbrales de las puertas con el anagrama M35i o el sistema multimedia BMW Connected Drive con la aplicación BMW Connected. A pagar, también serán el Head-up Display y la conectividad Android Auto y Apple CarPlay.
En términos de habitabilidad, ningún cambio más allá de los mencionados asientos deportivos delanteros que, debido a su finura, sí permiten a los ocupantes traseros gozar de más de espacio en la zona de las rodillas.
Pero de estas butacas destacaríamos, sobre todo, su confort. Independientemente de nuestro contorno, nos recogen con absoluta firmeza, circunstancia muy a tener en cuenta cuando decidimos adentramos en tramos revirados.
Y es que la única exigencia de este BMW X2 M35i es que sea tratado como se merece. Para ello lo mejor será abandonar la Autobahn (tipo de autovía alemana con tramos sin limitación de velocidad) y adentrarse directamente en cualquier tramo en el que las rectas brillen por su ausencia. Un escenario escogido, precisamente, por la organización para descubrir de manera más efectiva las bondades de este SAC.
Entre ellas se encuentra una puesta a punto del chasis específica y llevada a cabo por el departamento M Performance, que dota a este BMW X2 M35i de una dirección más precisa, una suspensión más firme para aumentar la estabilidad y el agarre (en opción se pueden sumar los amortiguadores de dureza variable) o de un diferencial deportivo M situado en el eje delantero para que el paso por curva sea fulgurante.
Dicho y hecho. El primer vértice lo tomamos con una solvencia pasmosa, sin ningún tiempo de corrección en el volante y con una seguridad elevadísima. Poco a poco, las enlazadas van aumentando casi al mismo ritmo que nuestra confianza, consiguiendo que cada giro lo tomemos incluso más rápido que el anterior.
El trabajo del autoblocante permite que reducir de manera más efectiva cualquier tipo de pérdida de tracción en las ruedas delanteras, mientras que el sistema de tracción total se mantiene latente para, en caso de un sobre exceso de confianza, volver a dejar todo en su sitio, lo que contribuye a que nuestra conducción sea lo más dinámica posible.
Cualidades dinámicas excelente que vienen acompañadas de un bloque motor sencillamente sobresaliente. Un conjunto mecánico que, además, supone un hito para BMW, en general, y para el departamento M Performance, en particular, pues este BMW X2 M35i es el primer BMW M que monta un bloque de cuatro cilindros y 2.0 litros.
El resultado, nada menos que 306 CV de potencia máxima con un par máximo de 450 Nm. Potencial que se gestiona mediante la transmisión automática Steptronic de ocho relaciones y la ya comentada tracción total xDrive. Esta combinación mecánica le permite llegar a los 250 km/h de velocidad punta.
Y le catapulta hasta los 100 km/h desde parado en tan solo 4,9 segundos. A ello también suma la función Launch Control y que en vivo consigue que nuestra espalda casi se funda con el respaldo del baquet.
Con todo, lo cierto es que este BMW X2 M35i no lo tendrá muy complicado para destacar entre sus competidores, porque lo cierto es que el listado de rivales tampoco es excesivamente amplio, primero por potencial y, segundo, por precio.
Si miramos los SUV deportivos del momento, los únicos que podrían hacerle algo de sombra serían el Range Rover Evoque P300 o el Audi SQ2, aunque este último se descuelgue un poco por tamaño (es 20 cm más corto).
MINI, con su nuevo John Cooper Works Countryman dotado del mismo conjunto mecánico que el BMW X2 sería la opción más próxima, mientras que el Cupra Ateca, con otra filosofía podría incluso unirse a la fiesta.
Y si en última instancia nos referimos al precio, hay que decir que la tarifa desde la que parte este BMW X2 M35i está estipulada en los 58.050 €. Ahora bien, a poco que añadamos los asientos bacquet, las llantas que luce el modelo, el Head-up Display o la suspensión adaptativa, veremos cómo el precio final puede superar con creces los 70.000 €.
Texto: Karam El Shenawy.