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Prueba BMW M2 Coupé DKG, un trabajo excepcional

Prueba BMW M2 Coupé DKG

Si la gama BMW M ya se mostraba interesante, llega ahora un deportivo más pequeño, más ligero, más asequible y más divertido que todo lo que conocíamos hasta ahora. ¿Hay guerra en casa?

Imagina una familia con dos hermanos. Uno es apuesto y siempre ha destacado. El otro es el pequeño, el que siempre ha querido parecerse a su hermano mayor. No te estoy hablando de ninguna película, a menos que así consideremos la historia de la familia BMW M. Te hablo del BMW M2 Coupé, que siempre se ha mirado al espejo creyéndose un M3, y jamás lo había logrado tanto.

En realidad es lo mejor que ha podido hacer. El M2 ha sabido posicionarse en el mercado, adoptando muchos de los elementos del M3, pero siempre un paso por debajo, no se trata de cometer fratricidio. ¿O sí? Porque después de ponerlo a prueba las dudas no hacen más que acrecentarse. Se trata, sencillamente, de un deportivo más accesible para todos los públicos… en todos los sentidos.

Puro músculo

Prueba BMW M2 Coupé DKG

Aún no he arrancado el coche y ya me impresiona. Su aspecto exterior amenaza, puede que sea por su nada discreto color azul “Long Beach Blau”, exclusivo del M2. Detrás de ese maquillaje se esconden unas aletas ensanchadas, necesarias para introducir unos neumáticos y unas vías más anchas frente a un Serie 2 convencional. Junto con el nuevo paragolpes delantero con mayores tomas de aire y la parrilla en negro, la vista frontal “sacude” de un primer vistazo.

El músculo presente en los laterales, con los abultados pasos de rueda, las llantas específicas de 19 pulgadas y las branquias laterales nos llevan hacia una zaga característica. En esta ecuación, por cierto, me faltan los retrovisores con doble anclaje propios del M3. Atrás hay un paragolpes que integra un difusor en plástico negro, el mismo que custodia las cuatro salidas de escape que pondrán la nota musical a esta escapada.

Las aletas ensanchadas son necesarias para dar cabida a las nuevas ruedas de 19 pulgadas y los ejes más anchos recogidos directamente del M3

Al introducirnos en el habitáculo damos un paso atrás y nos paramos a pensar. ¡Qué pena no encontrar unos buenos asientos de tipo backet! Lo digo por imagen, pues los asientos que llegan en el M2 sujetan de maravilla, pero su aspecto no es el más apropiado para un vehículo que capta tu atención con solo pasar a su lado. El resto es similar a lo que ya ofrece BMW en sus series “M”: un volante deportivo con costuras tricolor, un cuadro de mandos específico tarado hasta 300 km/h y fibra de carbono, mucha fibra de carbono.

El verdadero M

Prueba BMW M2 Coupé DKG

Sé que nada de lo que te he contado te importa. “Lo puedo ver en fotos”, dirás. Pues déjame entonces que te diga que el verdadero M tiene nombre: M2. Decía antes que la llegada del M más pequeño iba a crear una cierta controversia, y puedes estar seguro de que ser el acceso a la gama no es precisamente un condicionante. Todo lo contrario, probablemente reencarne el espíritu original del M3.

Mide 4,46 metros de largo, 1,85 metros de ancho y 1,41 metros de alto. Su distancia entre ejes es de 2,69 metros. Es lo que estás pensando, es más corto que el M3, casi tan ancho y alto, y además la batalla es más corta. Esto, traducido desde el papel a la carretera, significa un comportamiento más ágil. Lo que no cambia demasiado es el peso, 1.595 kilos con cambio automático de doble embrague “M DKG”, poco menos que su hermano mayor.

Prueba BMW M2 Coupé DKG

Nada más arrancar te das cuenta, entre bramidos y gorgoteos (y el coche está frío), que bajo el capó se esconde algo “gordo”. Es un bloque de 3,0 litros y 6 cilindros en línea. Utiliza un turbocompresor, intercooler refrigerado por agua, inyección directa “High Precision Injection”, distribución variable “doble VANOS” y admisión variable “VALVETRONIC”. Esto le sirve para generar 370 CV de potencia y 465 Nm de par, con picos de 500 Nm con la función “overboost”.

Unido a él un cambio automático de doble embrague “M DKG” de 7 relaciones, que completa la gama disponible junto al cambio manual de 6 relaciones. Sí, es el menos potente, pero déjame que te cuente algo, el M2 con “DKG” es tan rápido acelerando de 0 a 100 km/h como el M3 con cambio manual. Es decir, realiza el 0 a 100 km/h en solo 4,3 segundos, y alcanza 250 km/h de velocidad punta limitada electrónicamente.

Sensaciones a flor de piel

Prueba BMW M2 Coupé DKG

Ya probamos el BMW M2 Coupé en el circuito de Laguna Seca, Estados Unidos, y entonces descubrimos que el nuevo miembro de la familia era precisamente el más deseado. Su pequeño tamaño lo convierte en el “M” más ágil, algo que se nota rodando a alta velocidad, y a baja, en las curvas más cerradas. Su agilidad, como todo buen BMW, es uno de los puntos destacables, pero no es, ni de lejos, lo más destacable frente al M3.

Lo que más sorprende es que la reducción de potencia no solo viene seguida de una reducción de las prestaciones, sino que ha suavizado su entrega. El par sigue siendo elevado y contundente desde muy bajas vueltas (solo 1.400), pero la entrega es lineal en toda la gama de revoluciones. Apenas se intuye el “turbo lag”, el tiempo de espera de la entrada del turbo, y mantiene las formas hasta el corte de inyección, a 7.000 vueltas. Mientras tanto, un sonido no tan metálico como en el M3, pero igual de contundente, francamente audible desde el interior y cargado de gorgoteos y petardeos en reducción. ¡Qué pasada!

Prueba BMW M2 Coupé DKG

Mientras tanto, el cambio automático engrana marcha tras marcha, de forma más rápida y apurando más el cuentavueltas en modo “Sport”. Modo con el que, por cierto, la dirección es más dura, el sonido se embrutece y el motor responde con más ganas. La caja realiza cambios de marcha rápidos y bruscos a muy altas vueltas, introduciéndonos en un ambiente de competición, mientras que en conducción relajada pasa desapercibido. Puede, no obstante, que la caja manual sea la más indicada si vemos que “nos falta trabajo”.

Si te atreves con todavía más trabajo, también tienes un M2 con cambio manual, la opción más pura para este deportivo, con punta-tacón electrónico

La tracción es otro de los puntos diferenciales, no olvidemos que entrega la fuerza únicamente a las ruedas traseras. Pero lo hace a través de un “diferencial activo M” basado en un embrague multidisco controlado electrónicamente. Con él mejora sustancialmente la tracción, exquisita, necesario cuando se enfrenta a un catálogo de competidores compactos con tracción total. Si nos animamos a desconectar los controles, se vuelve más salvaje y permite el deslizamiento del tren trasero. Nos introducimos en un mundo donde hace falta “tener manos”, pero nos trata con la dulzura que no nos brinda el M3.

Prueba BMW M2 Coupé DKG

La dirección es una de las grandes protagonistas, precisa, directa y con un tarado agradable. Dirige el coche hacia donde dictemos, necesario cuando vamos literalmente de lado en circuito. Los frenos, del mismo modo, mantienen la compostura. No solo frenan el coche con contundencia, sino que no se fatigan lo suficiente como para perder efectividad. No obstante, los discos de 370 mm y 360 mm delante y detrás no pueden cambiar su composición, los cerámicos presentes en los M3/M4 no llegan al neonato, que se conforma con discos ventilados y perforados de hierro . Echaría en falta, en todo caso, un tacto algo más fiel al pedal.

En definitiva, es fácil de llevar, sin perder carácter y prestaciones, algo que es francamente complicado de conseguir con estas cifras de potencia a un solo eje. Precisamente el ajuste del chasis sorprende, pues la suspensión mantiene el coche en la línea sin mostrar excesivo balanceo o cabeceo, a la vez que cuida de nosotros. No resulta seca, y eso es lo que llama la atención, es uno de los puntos más negativos del M3.

Concluyendo

Prueba BMW M2 Coupé DKG

El BMW M2 es el espíritu reencarnado del M3 original, un coche compacto, rápido y lo suficientemente fácil de conducir como para que sea divertido sin tener un nivel de pilotaje extremo. Nos puede poner en apuros, pero eres tú quien decides si quieres hacerlo. El pedal del acelerador nunca antes había controlado tanto el coche. Las largas derrapadas son relativamente sencillas, a la vez que no debemos preocuparnos constantemente de las pérdidas de tracción. Los controles electrónicos, además, no son intrusivos, y con el modo “M Dynamic Mode” podemos retrasarlos para aumentar la diversión.

Es, en cierto modo, un deportivo perfectamente utilizable en nuestro día a día, sin perder la pasión de un verdadero “M”. La confianza que brinda es superior que en cualquier otro, lo que ocasiona que divertirse esté al alcance de muchos. De cuantos se puedan permitir desembolsar los 62.900 € que cuesta.

Ficha técnica

BMW M2 Coupé DKG
Tipo de motorGasolina, 6 cilindros en línea, turboalimentado
Cilindrada2.979 cm3
Potencia370 CV a 6.500 rpm
Par máximo465 Nm a 1.400 rpm
V. máxima250 km/h
Aceleración4,3 s (0 a 100 km/h)
Consumo7,9 l/100 km (mixto)
Medidas4.468 / 1.854 / 1.410 mm
Neumáticos245 / 35 R 19 – 265 / 35 R 19 (del. – tras.)
Peso en vacío1.595 kg
Maletero390 l
Precio base62.900 €
Lanzamiento2016

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Eduardo Lausin

Amante de todo lo que huela a gasolina y tenga cuatro ruedas, te contaré las últimas novedades de producto que aparezcan en el mercado. Soy seguidor de la conducción más clásica, a pesar de interesarme las tecnologías híbridas y eléctricas. Te daré buena cuenta de ello en las revistas Coches 2000, Altagama y, por supuesto, en clicacoches.com.

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