Londres ha puesto en marcha un proyecto que podría solventar los problemas que tiene el coche eléctrico para penetrar en nuestras familias. Se trata de la primera avenida eléctrica del mundo en la que las farolas actúan también como puntos de recarga de los coches electrificados, tanto de los eléctricos puros como de los híbridos enchufables.
Se ha denominado como Electric Avenue W9, antes llamada Sutherland Avenue, está en el distrito de Westminster de la capital británica y es accesible para la población local. Ya están en marcha y ya la han podido utilizar los primeros usuarios.
Esta solución ayudaría a aquellos que estando interesados en un vehículo eléctrico o híbrido enchufable no cuentan con un garaje en su domicilio o puesto de trabajo donde enchufar el vehículo y evitarían los inconvenientes de tener que acudir a un punto de carga en un centro comercial, concesionario o parque público para la recarga de su coche. Con la implantación de las farolas-cargadores estos mismos podrían cargar los coches en la puerta de su casa.
Este proyecto ha surgido del acuerdo entre Siemens y Ubitricity y la pusieron en marcha tras realizar un estudio sobre el interés del pueblo británico en este tipo de mecánicas. Entre las conclusiones obtenidas se mostraba que el 35 % de los ciudadanos estaba interesado en comprar un coche híbrido, híbrido enchufable o eléctrico pero que el 40 % de estos no lo había adquirido aún por no disponer de un punto de carga cercano a su domicilio.
La realidad es que no es la primera vez que asocian una farola a un punto de carga. Lo llevan haciendo desde 2015 y ya tienen repartidos hasta 1.300 por toda la capital de Inglaterra.
La novedad en esta ocasión es la instalación de un punto de carga en cada farola de una misma calle por lo que la mayoría de los vecinos podría tener un coche eléctrico aparcado en la puerta de su casa.
Sin embargo, las primeras valoraciones de la iniciativa van a tardar en llegar pues, la población británica también ha sido confinada en sus viviendas a causa del coronavirus a pesar de las iniciales reticencias del primer ministro Boris Johnson, quien ha comunicado en las últimas horas que también es víctima del coronavirus.