Se esperaba la entrada en vigor del protocolo WLTP para este septiembre (comenzaba el día 1 su implantación), pero puede no ser así. Según parece, el Ministerio de Industria trata de evitar por todos los medios esta fecha. Según publican varios medios, entre ellos ABC, se está estudiando una moratoria. Un tiempo extra que podría oscilar entre uno y dos años.
El protocolo WLTP es la nueva forma de medición de las emisiones de gases contaminantes de los vehículos. Hasta ahora se usaba el NEDC, poco realista al tomarse los datos en laboratorios. Así, con el cambio de normativa, esta prueba en cerrado se complementa -en el caso de los diésel- con pruebas reales de conducción. Con ello se somete a los coches a velocidades más altas y realistas, así como a temperaturas más elevadas, para observar realmente su consumo y emisiones.
Sin embargo, este cambio no iba a ser del todo fácil. Para empezar, se augura que va a suponer un aumento del precio de los coches; lo que, finalmente, repercutiría en el bolsillo de los ciudadanos. Se calculaba que, de media, el aumento rondaría los 2.000 euros en un automóvil normal; en los de alta gama, podrían superarse los 5.000 euros de media. Y el Gobierno estudia fórmulas, como un régimen transitorio hasta 2020, para paliar el efecto. En otros estados europeos se ha decidido optar por este movimiento también.
Ahora mismo, los coches tributan en función de los gramos de CO2 que emiten por kilómetro. Al ser las nuevas pruebas WLTP más realistas, estas cifras aumentarían considerablemente. Actualmente, con el protocolo NEDC, la mayoría de automóviles están exentos, pues no llegan al mínimo de 120 gramos por kilómetro. Para emisiones de entre 120 y menores de 160 se tributa un 4,75%, mientras que para las mayores de 160 y menores de 200 un 9,75% y un 14,75% para los que emitan más de 200 gramos por kilómetro, tal y como apuntan en ABC. Veremos en las próximas semanas en qué queda todo.