Prohíben la construcción de auto-servicios en Minneapolis para reducir emisiones

La ciudad estadounidense es pionera en tomar la medida, no sólo para reducir emisiones, también por la proliferación de atropellos en sus cercanías.

La obligación de muchas ciudades del mundo de cumplir con las cada vez más restrictivas leyes anticontaminación hace que tomen medidas, en muchos casos, sorprendentes e impopulares. La última viene de Minneapolis, Estados Unidos, donde han prohibido la construcción de auto-servicios de comida rápida.

Esto no significa que los auto-servicios actualmente operativos se tengan que cerrar, la prohibición sólo es para los de nueva construcción. El gobierno de la ciudad ha tomado esta difícil decisión para adecuarse a los objetivos de su plan de emisiones y reducción de accidentes de tráfico para los próximos 30 años, según recoge thedrive.com.

Auto-servicios y también auto-licorerías

 

Este plan, bautizado como Minneapolis 2040, además de contemplar la reducción de gases contaminantes en más de la mitad, debido a tener el coche al ralentí en el auto-servicio, afecta también a las nuevas infraestructuras de la ciudad, que deben construirse pensando en mejorar la seguridad vial.

Así, no sólo los auto-servicios de comida, un sitio sagrado para muchos estadounidenses, que gustan de comer dentro del coche, están afectados por la nueva normativa. También las auto-licorerías, una variante de los primeros pero pero para la venta de bebidas alcohólicas, con presencia de varias en la ciudad. El objetivo es, ahora, construir pensando más en los peatones, y no en los vehículos, mejorando al mismo tiempo la calidad del aire.

Mayor tasa de atropellos cerca de los auto-servicios

Y es que el Consejo Local de Minneapolis se basa en recientes estudios sobre siniestralidad que coinciden en el aumento de los atropellos a peatones en estas zonas. En concreto, mencionan un reciente informe procedente  de Florida, que arroja una media de atropellos de 0,69 cada cuatro años en sus proximidades.

Al parecer, estos estudios demuestran que el riesgo de accidente aumenta en estas áreas, debido a la necesidad de maniobrar. Además, también apuntan a que los conductores suelen distraerse más antes de realizar el pedido (están más pendientes de mirar el menú que de conducir) y después del mismo, cuando recogen la comida y se disponen a salir del recinto.

¿Una barrera para personas con movilidad reducida?

Es lo que se preguntan los opositores a la norma del Consejo Local de Minneapolis, argumentando que puede causar molestias a las personas con movilidad reducida, que ven en este sistema de venta una de las mejores formas de acceder al restaurante.

“Es cierto que los actuales auto-servicios se mantendrán, pero hay que asegurarse de que la medida no perjudique a nadie y se cuente con la mayor accesibilidad posible en la ciudad”, explicó Andrea Jenkins, uno de los miembros del consejo. Por el momento, Minneapolis ha sido la primera en poner coto a este servicio y no se descarta que más ciudades del país la secunden.

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