La planta donde se fabrica el Nissan Qashqai, ubicada en Sunderland, Reino Unido, también acoge la producción del Infiniti Q30 en Europa. De este modo, los coches de la marca “Premium” japonesa salen ahora de cinco plantas en cuatro países de tres continentes.
Este coche es doblemente especial. Primero, por ser el primer compacto de la firma asiática. Segundo, por tratarse del primer Infiniti producido en Europa. La inversión realizada casi llega a los trescientos cuarenta y seis millones de euros, mientras que el número de trabajadores contratados asciende a más de mil.
La decisión de construir el nuevo Infiniti Q30 en el Reino Unido se tomó en el año 2012, como reconocimiento a las exigencias de calidad alcanzadas por la mano de obra en Sunderland a lo largo de muchos años. Desde entonces, se puso en marcha un programa de formación para cuatro mil empleados. Las instalaciones, con una extensión de veinticinco mil metros cuadrados, incluyen un taller de carrocería totalmente automatizado, con ciento treinta y cuatro nuevos robots de soldadura.
Según Roland Krueger, presidente de Infitini, “el Q30 jugará un papel vital en nuestra estrategia para convertirnos en una marca global “Premium” a nivel mundial”. El modelo japonés, ya a la venta desde 24.900 €, dispone de cinco propulsores turboalimentados a elegir. Los de gasolina son un 1,6 litros con dos niveles de potencia, 122 y 156 CV, y un 2,0 litros de 211 CV. Los diésel cubican 1,5 y 2,2 litros y entregan 109 y 170 CV, respectivamente.