A partir de ahora, los años en nuestros vehículos pueden pesar más de lo que creemos. Sobre todo si queremos pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), ya que puede que nos echen atrás por la elevada emisión de dosis de CO2 de nuestro coche, algo que ha ido en aumento desde que saliera a la luz el famoso ‘caso Volkswagen’.
El Ministerio de Industria y Energía lo recoge así en su Manual de Procedimiento de Inspección de las Estaciones de ITV, donde se han establecido unas nuevas normas de criterio y evaluación mucho más estrictas que los habituales.
Según las fuentes del sector consultadas, las restricciones a las emisiones que ha traído la nueva norma ha provocado que se dispare el número de vehículos que no consiguen pasar la ITV, lo que les obliga a acudir a un taller para reajustar sus sistemas de emisión y pasar la inspección en segunda instancia.
De hecho, la actual vigencia de esta nueva norma es fruto del destapado ‘caso Volkswagen’, donde salieron a la luz los motores trucados de cientos de vehículos que burlaron las inspecciones que realizaron antes de salir al mercado. Hasta ahora, la ‘vara de medir’ de los inspectores de ITV no era tan exigente como hasta hace poco. Sin embargo, con el nuevo manual están obligados a consultar la ficha que marca los niveles de emisión de cada vehículo antes de ponerse manos a la obra.
Las mediciones solían ir ligadas a la fecha de matriculación del vehículo, de forma que si había sido comprado antes de 2008, los límites eran mucho más bajos y flexibles. Sin embargo, con la nueva directriz marcada por el Ministerio de Industria, los coches más antiguos -que antes esquivaban la inspección- tendrán ante ellos un test más difícil de superar que el anterior.
Además, la nueva norma se ha declarado “de transición”, ya que los gobiernos europeos se han marcado la obligación de instaurar sistemas de control en las ITV mucho más exigentes, dentro del objetivo de frenar el efecto invernadero.