El pasado mes de septiembre, Opel , ya bajo el paraguas de PSA ( Peugeot , Citroën y DS ), introducía el Grandland X , un nuevo modelo con el que la marca alemana lucha en uno de los segmentos más competidos que existen en la actualidad, el de los SUV de tamaño medio. Y hoy realizamos la primera prueba del Opel Grandland X Ultimate, con mayor equipamiento. ¿Por qué este nuevo acabado? Vamos a verlo.
Texto: José Luis Cano
Primera prueba Opel Grandland X Ultimate: fotos
[fotos id=”105267″]Desde su lanzamiento, la marca ha recibido 70.000 pedidos del Grandland X en Europa y ha realizado 2.000 entregas en España. Son cifras modestas, de acuerdo. Pero hay que tener en cuenta que el coche apenas lleva seis meses en el mercado.
También hay que señalar que tiene que luchar contra pesos pesados como el Nissan Qashqai , Seat Ateca , Volkswagen Tiguan, Hyundai Tucson , Kia Sportage o Peugeot 3008 , entre otros, modelo este último con el que comparte numerosos elementos, como la plataforma y la gama de motores.
Los clientes del Opel Grandland X demandan acabados y equipamientos altos
Este período de tiempo, no obstante, ha servido a Opel para tener una primera conclusión: una gran parte de sus clientes demanda acabados y equipamientos altos. En concreto, el 48% de los usuarios del Grandland X ha escogido elementos como los asientos con certificación AGR, que se caracterizan por su buena ergonomía. Y otro porcentaje interesante -el 40%- ha pedido el sistema de faros led adaptativos.
Precisamente este interés por equipamientos altos ha sido el desencadenante para que Opel presente el Grandland X Ultimate, un nuevo acabado que se caracteriza por algunas diferencias estéticas y uan mayor dotación, tanto en seguridad como en infoentretenimiento. Este nuevo acabado está disponible con el motor 1.2 de 130 CV y con el nuevo diésel 2.0 de 177 CV.
Opel Grandland X Ultimate: diferencias estéticas
Comenzando por las diferencias de diseño, vemos en esta prueba del Opel Grandland X Ultimate que el modelo incorpora nuevas llantas de 19 pulgadas, raíles cromados y la posibilidad de optar por un techo y unas carcasas de los espejos en color negro diamante.
Continuando con el apartado de equipamiento, llama la atención la cantidad de elementos de seguridad que ahora incorpora de serie: faros de led adaptativos, sistema de mantenimiento en el carril que evita salidas de vía, frenada de emergencia automática y cámara de 360 grados, entre otros.
Y lo mismo ocurre en materia de confort y entretenimiento, ya que este SUV también está dotado de otras novedades como los asientos AGR calefactados, sistema multimedia IntelliLink con pantalla de ocho pulgadas y Android Auto y Apple CarPlay, carga inalámbrica….
Opel Grandland X Ultimate: más potencia y nuevos motores
Junto a las diferencias estéticas y al mayor equipamiento, otra de las novedades del acabado Ultimate es la incorporación por primera vez en Opel del motor diésel 2 litros de 177 CV desarrollado por PSA. Este propulsor, que ya hemos conocido anteriormente en otros modelos del grupo francés como el Peugeot 308 , ya cumpliría con la futura normativa Euro 6d. Además, cuenta con otra gran novedad en este SUV medio; hablamos de un cambio automático de convertidor de par desarrollado por la compañía japonesa Aisin.
La mecánica diésel de 177 CV que equipa este Grandland Ultimate es la segunda más potente de Opel, tras la de 210 que monta el Insignia GSi
Esta mecánica es la diésel más potente que oferta la marca alemana, después de la 2.0 CDTi BiTurbo de 210 CV que incluye el Insignia GSi. Conviene señalar en este sentido que el Insignia , al ser un modelo desarrollado junto a General Motors, sólo puede incluir propulsores de la división de motores de Opel; de ahí que no pueda equipar los de PSA. Y por su parte, el Grandland X, al ser un modelo que parte del 3008, sí incorpora mecánicas de PSA.
Asimismo, Opel ha aprovechado esta presentación el Grandland X para recalcar que próximamente -en torno a la primavera o verano- este SUV medio recibirá nuevas mecánicas tanto gasolina como diésel.
Entre las de gasóleo, la principal novedad es la desaparición de la 1.6 turbo de 120 CV para ser sustituida por la 1.5 turbo de 100 y 130 CV. Y en gasolina, la novedad es la llegada del propulsor 1.6 turbo de 180 CV que ya hemos podido conducir en el Peugeot 308 GTI.
Opel Grandland X Ultimate: al volante
Para la prueba del Opel Grandland X Ultimate 2.0 177 CV hemos recorrido unos 150 kilómetros por todo tipo de carreteras (ciudad, secundarias y autopistas) en los alrededores de Bilbao y San Sebastián.
Es una toma de contacto más que suficiente para tener unas primeras impresiones de este modelo. Por ejemplo, nos ha llamado la atención que, pese a ser un motor diésel, es bastante suave y no tiene grandes vibraciones. Incluso arrancando en frío y en aceleraciones desde parado, muestra una cierta finura y un nivel de ruido bajo.
Una vez en autopista, nos reafirmamos en este logrado confort de marcha. El Grandland X se muestra un coche cómodo, ideal para largos viajes y con un habitáculo bien aislado y en el que no se cuelan grandes ruidos aerodinámicos.
Respecto al motor, pensamos que es idóneo para todo aquel que busque un SUV con algo de picardía, con ciertas dosis de dinamismo. Es decir, un todocamino con el que se pueda viajar a ritmo tranquilo con un consumo eficiente… pero con el que también puedas esbozar alguna sonrisa en tu cara cuando se eleve el ritmo en carreteras viradas. Es en estas condiciones donde se podrá exprimir algo más el propulsor y apreciar su mayor potencia.
También nos ha gustado el funcionamiento del cambio automático de ocho velocidades. Si bien en ciudad, en algún momento puntual, puede realizar alguna reducción más brusca, una vez en autopista comprobamos cómo sube y baja de marchas con suavidad y sin tirones.
Opel entrega la primera unidad del Grandland X vendido a través de Amazon
Además, en el cuadro de instrumentos aparece la marcha en la que vamos, algo que se agradece. Es así cómo podemos comprobar que, por ejemplo, circulando a 120 km/h en octava marcha y a unas 1.750 revoluciones, si pisamos con contundencia, la caja baja dos relaciones –hasta la sexta velocidad-… pero sin brusquedades.
A todo ello hay que añadir unos consumos razonables. Si bien durante la prueba el gasto medio del Grandland X fue de 7,7 litros, con una conducción más pausada y eficiente podríamos haber logrado los 7 litros, una cifra más que admisible.
Asimismo, llama la atención el comportamiento del modelo. En este sentido, el chasis ofrece una elevada rigidez y las suspensiones son firmes. Esto hace que la carrocería no se balancee en exceso ante carreteras viradas, aunque sí es cierto que cuando el pavimento es irregular, el eje trasero tiende a ser algo ‘rebotón’.
A la hora de buscar posibles mejoras, sí echamos de menos unas levas en el volante. Sobre todo cuando colocamos el cambio automático en modo secuencial y hacemos un uso abundante del mismo.
Opel Grandland X Ultimate: conclusión
El Grandland X recibe nuevas mejoras que, sin duda, le sientan muy bien. Este SUV destaca por las novedades estéticas, el amplio equipamiento en materia de confort y seguridad y la nueva mecánica de origen PSA de 177 CV que sobresale por su notable potencia y elevada eficiencia. La guinda del pastel es el cambio automático de ocho velocidades, que también resalta por su finura y buen funcionamiento. Eso sí, todo el conjunto se eleva hasta los 39.800 euros, una cifra que compite con los importes vistos en competidores premium con mejores acabados y una imagen más glamourosa.
Ficha técnica Opel Grandland X 2.0 diésel 177 CV automático 8 velocidades Ultimate (unidad probada)
Motor térmico Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado
Cilindrada 1.997 cc
Potencia 177 CV a 3.750 rpm
Par 400 Nm desde 2.000 rpm
Velocidad máxima 214 km/h
Aceleración 9.1 (0 a 100 km/h)
Consumo 4.8 l/100 km (mixto)
Medidas (L/An/Al) 4.477 / 1.906/ 1.609 mm
Neumáticos 235 / 50 R 19
Peso en vacío 1.575 kg
Maletero 515 l
Precio base 39.800 euros.