Explicamos cómo afecta esto a la hora de llenar el depósito del coche.
La propagación del coronavirus por todo el mundo ha hecho bajar la actividad industrial y el transporte, dos sectores que marcan la demanda de combustible a nivel mundial. Esto ha hecho que los productores cuenten con excedente de crudo y no tengan más remedio que abaratar el precio del barril de petróleo para darle salida. Y esta solución podría influir a la hora de fijar el precio de la gasolina.
Desde el inicio del brote del coronavirus, el precio del barril de Brent, el de referencia en Europa, ha descendido un 20% por la escasez de la demanda. Pero este lunes la caída ha sido aún más acusada, hasta más del 30%, por el no de Rusia a la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) para la propuesta de recortar la producción a un mínimo de tres años.
Guerra comercial del petróleo
La respuesta de Arabia Saudí, el socio principal de la OPEP, a Rusia ha sido anunciar la intención de doblar la producción para abaratar aún más los precios y obligar a Rusia a negociar de nuevo. Esto ha hecho hundir el Brent hasta mínimos históricos: 31 euros el barril. Desde la Guerra del Golfo de 1991 el petróleo no estaba tan barato. El resto de indicadores de este mercado también ha descendido, aunque no tanto como el de Brent.
De esta forma se ha desatado una guerra de precios difícil de solucionar en el corto plazo. Arabia Saudí, segundo productor de crudo mundial, no quiere perder cuota de mercado con Rusia, el tercero, y se saltará todos los recortes acordados con el resto de países en las últimas semanas de no haber un nuevo acuerdo en los próximos días.
¿Bajará el diésel y la gasolina?
Es la pregunta que más interesa a los conductores de este conflicto y no es fácil de predecir. De entrada sí, de hecho, en los dos primeros meses del año el precio por litro de combustible ha descendido ligeramente. La gasolina de 1,36 a 1,28 € y el diésel de 1,29 a 1,17 €.
Pero esta bajada no viene sólo condicionada por la bajada del precio del petróleo. La subida o bajada del precio de los carburantes depende de la cotización en los mercados, además de los impuestos, que son más del 50% del precio final. Aproximadamente, sólo un tercio de lo que cuesta el carburante depende de la materia prima. En definitiva, es posible que hay bajada, pero para nada será equivalente a esta caída del barril de Brent.