Aunque nadie esperaba su presencia, el Porsche Mission E se ha convertido en una de las grandes estrellas del último salón de Fráncfort. Y no es de extrañar, ya que se trata se trata de un prototipo realmente revolucionario, tanto por concepto como por diseño. Sin embargo, más allá de todo esto, hay un aspecto esencial en su concepción, ya que nos adelante la visión de la firma de Stuttgart sobre los deportivos del futuro.
Más allá de las espectaculares líneas que luce, destinadas a garantizar la mejor aerodinámica posible, la carrocería del Porsche Mission E combina materiales como aluminio, acero o plástico reforzado con fibra de carbono. Todo, para dotar de mayor ligereza al conjunto. También se ha cuidado la colocación de la batería de iones de litio, que se extiende entre ambos ejes, de cara a bajar el centro de gravedad y a repartir mejor los pesos.
En el aspecto mecánico, el Porsche Mission E se inspira, directamente, en el 919 Hybrid, el modelo con el que la firma venció las pasadas 24 Horas de Le Mans. Al menos, en lo que a la parte eléctrica se refiere, dado que emplea dos motores síncronos de imán permanente que, trabajando en conjunto, ofrecen una potencia máxima superior a los 600 CV. Un cifra que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y alcanzar los 200 en menos de 12,0 segundos.
Gracias a sus más de 600 CV de potencia, este prototipo puede acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3,5 segundos
Semejante torrente de potencia se domina a través de un sistema de tracción total, dotado del sistema “Porsche Torque Vectoring”, y una dirección activa integral. Con todo, los responsables de la marca están realmente convencidos de sus cualidades dinámicas. Tanto, como para afirmar que, llegado al caso, el Porsche Mission E sería capaz de rebajar un tiempo de ocho minutos, en el exigente trazado de Nürburgring-Nordschleife.
Otro punto llamativo de este ejercicio de estilo es la autonomía que ofrece, superior a los quinientos kilómetros. Además, permite recargar la energía necesaria para recorrer hasta cuatrocientos kilómetros, en apenas quince minutos. ¿Cómo lo consigue? Gracias al sistema “Porsche Turbo Charger”, que incorpora una conexión de 800 voltios, el doble de lo que suele ser habitual hoy en día. Rspecto a la habitabilidad, está garantizada, ya que ofrece cuatro cómodas plazas, repartidas en asientos individuales. Es este hecho el que nos anima a pensar que, tal vez, el Porsche Mission E adelante las líneas de futuras generaciones del Panamera. Ojalá fuera así…
