El empresario italiano Paolo Barilla ganó Le Mans en 1985 con un 956 y ahora para celebrar sus 60 primaveras se ha autoregalado un 911 GT3 inspirado en su bólido. El resultado es espectacular.
A estas alturas de la vida no te vamos a descubrir nada si hablamos de la laureada trayectoria de Porsche en Las 24 Horas de Le Mans. Tal es así que en sus vitrinas lucen nada menos que 19 triunfos, uno de los cuales llegó en el año 1985 a manos de Paolo Barilla con un Porsche 956. Ahora, el empresario italiano acaba de cumplir 60 años y para celebrar una fecha tan especial se ha auto-regalado nada menos que 911 GT3 de la generación actual (992), pero no uno cualquiera sino que además ha sido el primer cliente en entregar este modelo al departamento Porsche Exclusive Manufaktur para que le confeccionen una unidad basada en el 956 con el que ganó la legendaria carrera hace 36 años.
Creación propia
Una personalización que ha sido posible gracias a la reinterpretación del programa Sonderwunsch de la marca alemana de finales de los 70, en la que el cliente puede asumir el control de la edición y participar en el proceso de creación de la unidad correspondiente. La expansión de esta oferta se divide en dos áreas: por un lado, está la intervención directa desde la línea de producción de la fábrica para las peticiones individuales de color y los materiales solicitados por los clientes al pedir su nuevo modelo (Factory Commissioning); por otro, las actuaciones “oficiales” sobre el vehículo después de la entrega del mismo al cliente (Factory Re-Commissioning y Factory One-Off). En el caso de Barilla, el italiano visitó hasta en tres ocasiones la sede de la marca para ir dando forma al proyecto.
Fácil de reconocer
Un modelo, este 911 GT3 inspirado en el 956 ganador de Le Mans que está pensado hasta el mínimo detalle. A destacar la combinación de colores, con predominancia al amarillo Summer en combinación con el negro y el blanco en un esquema similar al de su bólido de los 80. Lógicamente, se han incluido los dorsales en las puertas y el capó con el número 7, mientras que las llantas con tuerca central ofrecen una dualidad cromática siendo blancas las delanteras y doradas las traseras.
El alerón trasero, el elemento más característico del 911 GT3 ha sido modificado casi por completo. Por Por supuesto, era necesario mantener el rendimiento aerodinámico y, en particular, el equilibrio entre los ejes delantero y trasero, por lo que los ingenieros del 911 GT3 producido en serie se involucraron en el proyecto desde el inicio. En los flancos se ha grabado la inscripción “PB 60”, que representa las iniciales y la edad de Paolo Barilla. El estilo de este logotipo está inspirado en el gráfico del entonces patrocinador principal del coche vencedor de Le Mans.
El interior está dominado por el negro y aunque obviamente mantiene la fisonomía del actual 911 GT3, cuenta con detalles que evocan al 956 de Barilla. El umbral de las puertas y la moldura decorativa amarilla en la parte del salpicadero situada frente al pasajero están decorados con un logotipo especialmente creado pensando en el cliente. Combina el número 956, el escudo de “Le Mans 1985” y la silueta estilizada del vehículo de competición. Este logo y el circuito de 1985 están bordados en los reposacabezas. La palanca de cambios recuerda a la bola de magnesio del 956 y es una elaborada pieza hecha a medida: la parte superior se fresó a partir de un bloque de aluminio para pulir después la superficie.