La firma alemana nos presenta el 718 Spyder más radical capaz de generar 500 CV y de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,4 segundos.
Porsche demuestra que los bloques convencionales todavía son capaces de dar mucho de sí. El ejemplo claro: el 718 Spyder RS que acaba de mostrarnos (aunque su presentación oficial será en junio coincidiendo con el Festival de Goodwood donde se homenajearan los 75 años dela marca) y que se convierte en el modelo más potente del modelo alemán.
El hecho de colocarse en la cúspide de la gama es principalmente por su apartado mecánico. Y es que colocado en disposición central, el bloque bóxer atmosférico de seis cilindros eleva su rendimiento hasta nada menos que los 500 CV y 450 Nm, con un régimen de giro que alcanza las 9.000 vueltas. En combinación con la caja de cambios automática PDK de doble embrague con siete relaciones, solo necesita 3,4 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y 10,9 segundos para alcanzar los 200 km/h desde parado.
Pensado para ofrecer el mejor rendimiento tanto en circuito como en carretera abierta, la puesta a puto del chasis (el mismo por cierto que el del 718 Cayman GT4 RS) cuenta de serie con elementos como la suspensión Porsche Active Suspension Management, con una altura rebajada en 30 mm, el Porsche Torque Vectoring, con diferencial de deslizamiento limitado mecánico, cojinetes de suspensión de rótula y llantas de aluminio de 20 pulgadas. Previo pago, podrá mejorarse con el pack Weissach que busca rendir homenaje al 935 de 2018, sumando entre otros un sistema de escape de titanio o llantas de magnesio forjado.
Ya que hablamos del diseño, lógicamente el 718 Spyder RS será fácil de distinguir no solo por el sonido del motor sino también cuando esté en parado (que a buen seguro no será mucho). Al tratarse de la versión descapotable del 718 CAyman GT4 RS, los cambios se centran en el exterior en la capota. De lona y con una sola capa, registra un peso de 18,3 kg para penalizar el rendimiento. Tanto es así que se acciona de manera manual. Cuenta con dos secciones, la protectora que puede incluso utilizarse como toldo Bimini y otra que hace las veces de deflector. Este elemento provoca que la trasera prescinda del espectacular alerón fio del coupé para dar paso un spoiler en forma de cola de pato.
En el interior destaca sobre todo por el uso del Alcántara y el cuero Race-Tex presente este último en el volante. Los asientos son de tipo bucket y están realizados en carbono ofreciendo una sujeción casi de competición. Hay elementos de contraste por todo el coche como el tapizado de las propias butacas en rojo, la guía del volante en amarillo o las molduras de fibra de carbono. Una auténtica locura de coche para disfrutar durante todo el año siempre y cuando puedas pagar los 180.080 euros que Porsche pide por él sin contar con las opciones.