Ahora que quedan dos semanas para que finalice el Plan PIVE 8, vuelve a la palestra el debate sobre si es necesario seguir ofreciendo ayudas directas por la compra de un coche nuevo al entregar otro de más de diez años de antigüedad. Los profesionales del sector lo tienen muy claro, un sí rotundo al Plan PIVE 9. ¿Por qué? Para que no se produzca un parón de ventas después del verano. A pesar de que lo peor de la crisis quedó atrás, las economías familiares siguen sin recuperarse totalmente y no pueden afrontar importantes gastos a la ligera. De ahí que ese descuento, ofrecido por las marcas y el Estado, sirva para convencer a los más calculadores.
De momento, el Gobierno en funciones no ha dado ninguna pista sobre sus intenciones. ANCOVE (Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos), a través de su presidente, Elías Iglesias, ha asegurado que el mercado todavía no se encuentra en un estado de salud tan bueno como para sobrevivir sin ayudas públicas. Según el directivo, sigue habiendo incertidumbres económicas nacionales e internacionales que lastran las ventas de vehículos. Veremos si el Ejecutivo actúa con rapidez o deja pasar el tiempo. Cabe recordar en este punto que todos los Planes PIVE han sido positivos, pues las arcas del Estado han recibido beneficios a través de los impuestos generados.
En junio, el crecimiento de las ventas llegó al 11,2%. Este elevado porcentaje se dio, posiblemente, por la aceleración de las compras antes de que se agotasen los fondos del plan. Seguro que en julio se da esta misma situación. Este hecho demuestra que hay clientes potenciales y ganas de cambio de coche, que se plasman en matriculaciones si se ofrecen descuentos al entregar un automóvil antiguo.