La compañía italiana ha presentado en el Salón de Ginebra el vehículo del futuro, con la tecnología que los expertos creen que será la que movilice a los vehículos dentro de no demasiados años. Se trata de un prototipo, con el perfil de superdeportivo más cercano a lo que se ve en los videojuegos, y con un motor eléctrico alimentado por una pila de hidrógeno que como residuos solo genera agua.
La tecnología ha sido diseñada de la mano de GreenGT, compañía francesa veterana en el desarrollo de nuevas tecnologías. Cuenta con dos motores eléctricos sincronizados que unidos a un generador de electricidad en frenada y dos pilas de hidrógeno de 6,1 kg en total pueden producir alrededor de 500 CV a unas 13.000 rpm.
El rendimiento es espectacular, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos, recorre 400 metros en solo 11 segundos partiendo de parado, y tiene una velocidad máxima de 300 km/h. A estas cifras ayuda el que su chasis sea de carbono, sus suspensiones de doble horquilla y sus frenos de carbono.
Y lo mejor de todo es que no emite residuos, solo agua, y que para repostarlo solo se necesitan 3 minutos, un tiempo similar al de cualquier vehículo con motor de combustión interna tradicional, lo que lo sitúa como la mejor opción de las tecnologías alternativas de nuevo cuño.
Por lo demás, el modelo es un claro ejemplo de los automóviles que ha convertido a la firma italiana una de las más reconocidas de la historia de la automoción. Es un vehículo de tipo superdeportivo, con una aerodinámica muy estudiada, elegante en sus formas e innovador. Llama la atención la doble nervatura que surge de la parte baja del paragolpes, y que se extiende hasta la trasera creando una sensación de modelo de competición.
En su trasera llama la atención el prominente alerón con tres puntos de sujeción: los dos laterales, y uno central gracias a en una cresta que surge desde el propio habitáculo, similar a las aletas de tiburón que montaban los monoplazas de Fórmula Uno hace unos años.
En cuanto al habitáculo se intuye escaso de espacio, aunque los cristales ahumados dejan entrever que podría ser para un único ocupante con un posición de conducción central.