El Peugeot 5008 1.6 BlueHDi de 120 CV nos parece una de las mejores variantes de la gama del SUV de Peugeot. Te contamos sus peculiaridades.
Peugeot 5008 1.6 BlueHDi de 120 CV: fotos
[fotos id=”78376″]Texto: Eduardo Cano.
La nueva gama Peugeot 5008 viene a completar la oferta de los todocamino medios del fabricante francés desde 25.400 €, sin contar posibles descuentos puntuales. Su propuesta de siete plazas dispuestas en tres filas es una tentación para compradores que, hasta la fecha, optaban por aforos similares, pero en formato monovolumen.
Peugeot 5008 1.6 BlueHDi de 120 CV: interior
Además, frente a algunos competidores (Skoda Kodiaq, Nissan X-Trail…) propone un habitáculo más versátil. Y es que la fila intermedia está conformada por 3 butacas independientes del mismo tamaño que se pueden ajustar en sentido longitudinal. A su vez, las dos plazas de la tercera fila son extraíbles (cada una pesa 11 kg), para ganar espacio de carga si no se precisan.
Derivado de la plataforma EMP2 que sustenta al exitoso SUV Peugeot 3008, el nuevo Peugeot 5008 es 19 cm más largo que aquel (mide 4,64 metros) y tiene más distancia entre ejes. Hasta las puertas traseras son sensiblemente más grandes que en el 3008 para facilitar el acceso al fondo del coche. De paso su zaga es muy cúbica, también para ganar habitabilidad.
En cuanto al maletero, también es más grande: de 780 a 1.862 litros, según dejemos 5 ó solo 2 asientos operativos.
El puesto de conducción del nuevo Peugeot 5008 es exacto al del Peugeot 3008. Se trata de la configuración i-Cockpit, muy envolvente, con un pequeño y achatado (por arriba y abajo) volante e instrumentación sobreelevada, toda digital y configurable (es de 12,3 pulgadas y exhibe efectos y transiciones entre datos muy efectistas).
Ésta se complementa con una segunda pantalla de 8 pulgadas, capacitiva y a color, anclada fija al centro del tablero, que muestra alternativamente parámetros como la climatización, navegación, infoentretenimiento, consumos… Eso sí, para acceder a unos u otros hay que pulsar una tecla específica, lo que resta cierta funcionalidad y obliga a un periodo de adaptación para dar con todo rápidamente mientras conducimos.
Peugeot 5008 1.6 BlueHDi de 120 CV: motor
En nuestra primera toma de contacto con el nuevo Peugeot 5008 hemos probado la versión de gasóleo 1.6 BlueHDi de 120 CV, a priori una de las más equilibradas de la gama hasta para viajar con el cartel de aforo completo, siempre que no exijamos prestaciones muy dinámicas. Se trata de una mecánica fina y progresiva que suena muy poco a diésel y permite un reprís adecuado para superar largos repechos de autovía o adelantamientos que no sean apurados.
De serie, este probado motor de 4 cilindros, que sitúa su “alter ego” en el de gasolina turbo 1.2 PureTech tricilíndrico de 130 CV (es el más accesible de la gama), se combina en el Peugeot 5008 con una caja de cambios manual de 6 marchas, de accionamiento preciso y convincente.
Peugeot 5008 1.6 BlueHDi de 120 CV: comportamiento
Hay que recordar que todos los Peugeot 5008 de nueva factura son de tracción delantera, pero también que según variantes y motorizaciones por unos 300 € más podemos especificarlos con control de tracción Grip Control de última generación, ya dotado de control de descensos. Un dispositivo que modula (a través de una rueda sobre la consola) la respuesta de motor y tracción según la superficie que vayamos a atravesar.
En la práctica, el Peugeot 5008 BlueHDi de 120 CV, que por cierto se contenta con consumos promedios reales de 5,5 a 7 l/100 km (brillantes en un vehículo que acaricia la tonelada y media en orden de marcha y que mide 1,65 metros de altura), asegura una solvente circulación más allá del asfalto, sobre todo con el citado Grip Control. De hecho, puede con acusados desniveles a nada que cojamos algo de inercia (tiene un cm más que el 3008 libre hasta el suelo).
Por lo demás, el nuevo Peugeot 5008 es un automóvil realmente sencillo de conducir, bien aislado, moderno y confortable. No acusa mayores inercias ni balanceos subiendo el ritmo en tramos virados y frena con decisión cuando se le exige.