Cada vez es menos extraño que las versiones tope de gama correspondan a unidades híbridas. Uno de los últimos ejemplos es el Peugeot 308 R Hybrid, que supera claramente al 308 GTi by Peugeot Sport en potencia y prestaciones. Para destacar en estos apartados, el compacto se vale de un motor de gasolina tetracilíndrico y turboalimentado THP, de 1,6 litros y 270 CV, y de otros dos eléctricos, de 115 CV cada uno, ubicados en los trenes delantero y trasero, respectivamente. La potencia conjunta llega, como máximo, a 500 CV, mientras que el par máximo alcanza los 730 Nm. Cifras estratosféricas, sin duda…
Es normal que, con semejante caudal de empuje, la velocidad máxima se haya limitado electrónicamente a 250 km/h y que la aceleración de 0 a 100 km/h se complete en apenas 4,0 segundos. Todo, con unas emisiones homologadas de dióxido de carbono (CO2) de solo 70 g/km. Otro dato que revela la exclusividad del coche es que la relación peso/potencia es de únicamente 3,1 kg/CV.
Con un reparto del peso del 60 por ciento para la parte delantera y un 40 para la trasera, el Peugeot 308 R Hybrid posee tres modos de conducción: “ZEV”, “HYbrid” e “HYbrid Sport”. Cuando se arranca el coche, se activa automáticamente el primero, que emplea el propulsor eléctrico trasero para impulsar el vehículo. Este programa puede estar activo hasta llegar a 100 km/h. Si la batería no tiene suficiente carga, se pasa, sin intervención del conductor, al modo “HYbrid”, con el que se pueden lograr 270 CV y 330 Nm, gracias a las mecánica de combustión y a la eléctrica delantera. Esta última se activa en aceleraciones a bajo régimen, para suplir la respuesta tardía del turbo. También funciona al cambiar de marcha, para que no se pierda empuje en ese instante, y puede recargar la batería. En menos de quince kilómetros se completa la carga. Así, se puede elegir el “HYbrid Sport”, con el que se dispone de tracción total, pues funcionan las dos mecánicas eléctricas, y se alcanzan 400 CV y 530 Nm.
Seguro que has pensado: “¿Y los 500 CV?” Pues están disponibles con el sistema “Launch Control”, destinado a lograr las salidas desde parado más fulgurantes posibles. Después de arrancar con un empuje sobresaliente, cuando el conductor suelta el acelerador, se pasa automáticamente al modo “HYbrid Sport”.
Entre los numerosos cambios respecto a un 308 convencional, se han variado la posición de muchos componentes, incluidos el depósito de combustible, de 50 litros, que se ha trasladado al maletero, y la batería de iones de litio, de 3 kWh, que va en el lugar del propio depósito, debajo de los asientos traseros. El equipo de frenos se ha potenciado, al montar discos ventilados delanteros de 380 milímetros de diámetro y traseros de 290 milímetros. Según Peugeot, la batería se puede cargar a través de la mecánica eléctrica delantera, como ya hemos comentado antes, también en desaceleraciones y frenadas, y, por último, a través de una conexión rápida, en la que se tarda solo treinta minutos en llegar al 100 por cien.
Desarrollado con la misma plataforma que el modelo normal, el Peugeot 308 R Hybrid presenta vías ensanchadas 80 milímetros, neumáticos con medidas 235/35, llantas de 19 pulgadas, capó con tomas de aire, frontal específico e intermitentes secuenciales con tecnología de tipo LED, entre otras primicias. También el habitáculo recibe numerosos cambios, al adoptar cuatro baquet, inserciones de color rojo, acabados en tono antracita, volante con el logo “308 R Hybrid”, levas para el cambio de marchas, etc.
¿Cuándo llegará al mercado? De momento, es una incógnita, pero, al menos, nos queda el buen gusto de saber que podría hacerse realidad.
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