Pocos coches en el mercado hay tan parecidos como nuestros dos contendientes, dos SUV de tamaño compacto que responden a una misma necesidad: motor de potencia media, gasto reducido y un cambio automático que casa a la perfección con su carácter rutero. A un lado tenemos al Opel Grandland X y al otro el Peugeot 3008.
El Grupo PSA ha pasado en poco tiempo, muy poco, de carecer de una gama SUV competente a ofrecer una de las más completas e interesantes de todo el mercado. Por un lado el DS 7 Crossback, englobado en el nicho premium, el Citroën C5 Aircross, recién aterrizado y con el confort como máxima, y luego están nuestros dos protagonistas, que son la cara más visible de la ofensiva gala.
El Peugeot 3008 fue el primero en llegar. Por méritos propios se ha erigido como uno de los más vendidos en España y también a nivel global. Probablemente el diseño sea su atributo más destacable, algo que su hermano de grupo, y a la vez rival, no ha pulido tanto.
El Opel Grandland X es un vehículo mucho más sencillo en términos estilísticos, algo que se aprecia principalmente en el habitáculo. El francés ha puesto toda la carne en el asador para salirse de la norma.
Peugeot ha rematado un interior exquisito en el que combina la modernidad de su puesto de mando i-Cockpit con el diseño vanguardista de elementos como los controles de tipo piano o el selector del cambio. A diferencia de su contrincante, que apuesta por un aspecto totalmente convencional.
La calidad en cualquier caso, es buena en ambos, donde predominan los plásticos mullidos en las zonas superiores y, en general, un ajuste sólido y bien rematado.
Precisamente otra de las diferencias es la digitalización del espacio interior, mucho más notable en el Peugeot 3008, que introduce de serie un cuadro de instrumentos digital personalizable, además de un multimedia con pantalla táctil en lo alto de su salpicadero.
Opel, de nuevo, se contenta con un cuadro analógico (no hay otro en opción), pero extremadamente sencillo de leer. El multimedia queda más bajo, integrado en el salpicadero (lo que muchos agradecerán) y muestra una interfaz más sencilla, mucho menos vistosa que la de su rival.
Siguiendo con la tecnología, ninguno de los dos renuncia a las últimas tendencias en materia de seguridad, como son el control de velocidad de crucero adaptativo, el asistente de mantenimiento de carril, iluminación LED o un práctico sistema de cámaras 360º con visión cenital que, sin embargo, no muestra una gran calidad de imagen.
Tanto el Opel como el Peugeot se montan sobre una misma plataforma que da como resultado un tamaño global y, sobre todo, unas cotas interiores muy similares. Son, a grandes rasgos, el mismo coche con una diferente carcasa.
Por eso, cualquiera de los dos es amplio en su interior, permitiendo viajar cómodos a cuatro ocupantes, incluso de tallas más grandes a lo habitual (el techo de cristal resta unos pocos centímetros). En cuanto a anchura, están en la media, si no son demasiado corpulentos, caben tres adultos sin demasiadas estrecheces.
El maletero, por último, es muy similar en ambos, 520 litros el Peugeot y 515 el Opel, cifras muy elevadas y, de hecho, de las mejores de su segmento. Además, el compartimento de carga está muy bien aprovechado y la boca no queda excesivamente alta, facilitando la entrada de objetos.
Hablo de motor en singular porque ambos equipan la misma unidad diésel de 1,5 litros con 130 CV de potencia. Es un propulsor de sobra conocido en el universo PSA. De nueva generación, se configura como la puerta de entrada al diésel de cada uno de los dos SUV.
Su rendimiento es bueno en prácticamente cualquier ocasión, y solo echo en falta más potencia con carga, donde salen a relucir sus limitaciones. No en vano son dos coches que rondan los 1.500 kilos en orden de marcha.
No hacen mucho ruido y consumen poco, en torno a los 6-6,5 l/100 km en condiciones mixtas. Mucho tiene que ver un cambio automático, al que pueden ir asociados en opción (con levas tras el volante en el Peugeot 3008), que gestiona muy bien las marchas.
No se trata de un cambio de carácter deportivo, pero sí lo suficientemente rápido y cómodo como para tratarse de una interesante opción. Ojo, porque el sobreprecio es de unos 1.400 € en el Opel y de algo más de 2.000 en el caso del Peugeot, que por otro lado ya lo ofrece en opción para su variante de acceso, lo que no ocurre en el alemán.
Dinámicamente son también como dos gotas de agua, muy neutros, primando más el confort que el paso por curva. La dirección con el volante tan pequeño en el Peugeot parece más directa de lo que es, pero el Opel no se queda atrás, y no se le atraganta ningún terreno… que no sea el asfalto.
Ninguno de los dos ofrece tracción total ni como opción, aunque sí un sistema de motricidad reforzada (IntelliGrip en uno y Grip Control en otro) que, junto a un juego de neumáticos M+S aseguran un mayor control en superficies deslizantes.
Fotos: Paloma Soria
TIPO DE MOTOR | Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 1.499 cm3 |
POTENCIA | 130 CV a 3.750 rpm |
PAR MÁXIMO | 300 Nm a 1.750 rpm |
V. MÁXIMA | 192 km/h |
ACELERACIÓN | 12,3 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 4,2 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.477 / 1.856 / 1.609 mm |
NEUMÁTICOS | 225 / 55 R 18 |
PESO EN VACÍO | 1.455 kg |
MALETERO | 515 l |
PRECIO | 32.550 € |
GAMA DESDE | 25.700 € |
CUOTA RENTING | 577 € / Mes* |
LANZAMIENTO | Julio de 2017 |
*Importe calculado sobre 4 años y 25.000 km anuales
De Serie: Control de velocidad de crucero; asistente de mantenimiento de carril; reconocimiento de señales de tráfico; sensores de parking delanteros y traseros; cámara de visión trasera; sensores de luz y lluvia; climatizador bizona; instrumentación digital; sistema multimedia IntelliLink 4.0 con pantalla táctil; Android Auto y Apple CarPlay; retrovisor interior electrocromático; freno de estacionamiento eléctrico y llantas de 18 pulgadas.
Opcional: Pintura metalizada (750 €); llantas de 19 pulgadas (300 €); paquete Design Line Tecno –incluye faros adaptativos Full LED y multimedia IntelliLink 5.0 con navegador– (1.800 €); paq. invierno –incluye asientos delanteros y traseros calefactables y volante en cuero calefactable– (600 €); paquete All Road –incluye llantas de 18 pulgadas e IntelliGrip– (300 €); servicio On Star (800 €); control de velocidad de crucero adaptativo (800 €); portón trasero motorizado (850 €) y cargador inalámbrico para móviles Qi (150 €).
TIPO DE MOTOR | Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 1.499 cm3 |
POTENCIA | 130 CV a 3.750 rpm |
PAR MÁXIMO | 300 Nm a 1.750 rpm |
V. MÁXIMA | 192 km/h |
ACELERACIÓN | 11,5 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 5,7 l/100 km |
MEDIDAS | 4.447 / 1.841 / 1.623 mm |
NEUMÁTICOS | 225 / 55 R 18 |
PESO EN VACÍO | 1.505 kg |
MALETERO | 520 l |
PRECIO | 34.050 € |
GAMA DESDE | 25.550 € |
CUOTA RENTING | 717 € / Mes* |
LANZAMIENTO | Septiembre de 2016 |
*Importe calculado sobre 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Control de velocidad de crucero; asistente de mantenimiento de carril; detector de fatiga; avisador de presencia en el ángulo muerto; asistente de luz de carretera; iluminación Full LED; sensores de parking delanteros; climatizador bizona; instrumentación digital; sistema multimedia con pantalla táctil; navegador conectado 3D TOMTOM; Android Auto y Apple CarPlay; barras de techo en aluminio; techo a contraste en negro y llantas de 18 pulgadas.
Opcional: Pintura Blanco nacarado (700 €); llantas de 19 pulgadas (300 €); paquete Motricidad –incluye Grip Control, control de descensos u llantas de 18 pulgadas con neumáticos M+S– (300 €); Vision park 2 –incluye cámaras de visión 360º y Park Assist– (900 €); control de velocidad de crucero (400 €); acceso y arranque sin llave (400 €); asientos delanteros AGR con masaje (1.300 €); portón trasero motorizado (850 €); cargador inalámbrico para móviles Qi (150 €); sonido Hi-Fi Premium Focal (850 €) y techo panorámico practicable (1.300 €).