La contaminación es el caballo de batalla de grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Estas urbes reciben cada día miles de vehículos procedentes de los alrededores; ciudadanos que, pese a vivir fuera de ellas, trabajan en oficinas situadas ahí. Y en esta fórmula, junto al problema de las emisiones, aparece otro factor de relevancia: los atascos.
Es por ello que se lleva un tiempo trabajando en encontrar posibles soluciones para lidiar con este problema. Ahora una nueva propuesta se ha puesto sobre la mesa de mano de la patronal de grandes constructoras y concesionarias, Seopan. Para ellos, una forma de solucionar ambos conflictos serían los peajes inteligentes en la entrada de las grandes ciudades.
¿Qué son los peajes inteligentes?
La patronal ha hecho público un informe con su propuesta. En ella se recogen las explicaciones pertinentes sobre qué son los peajes inteligentes y cómo funcionarían. Su idea consiste en instalar unos carriles con este sistema en la entrada de ciudades como Madrid o Barcelona; por supuesto, quedarían carriles libres, no de pago, junto a ellos. En estos últimos, la circulación sería gratuita.
Volviendo a los peajes inteligentes, estos estarían disponibles para aquellos que estuvieran dispuestos a pagar por entrar o salir de la ciudad. Así, con una pequeña tasa, se ahorrarían los atascos y circularían con mayor fluidez. La decisión estaría en manos de los conductores. Como ejemplo, ponen a Ferrovial, que instauró uno de estos sistemas en Dallas-Fort Worth (Texas, EEUU) con gran éxito.
El ahorro, en datos
Desde Seopan calculan que estos peajes inteligentes reducirían entre un 30% y un 50% la congestión de tráfico en las “horas punta”; esto es, por la mañana y por la tarde, en los límites de la jornada laboral. De esta forma,afirma, los conductores podrían ahorrarse entre 118 y 150 horas anuales en atascos.
Además, en cuanto a la reducción de las emisiones, presentan datos obtenidos de un informe realizado por firma AT Kerney. En él se refleja que una mayor fluidez en el tráfico recortaría hasta un 15% las emisiones de CO2 de cada vehículo. La propuesta, como decimos, está sobre la mesa; habrá que ver qué piensan los Ayuntamientos de las ciudades de ella.