En el coche del futuro una de las partes más activas será el parabrisas 3D, una evolución digital del parabrisas de toda la vida, que será el centro de control del coche. Muchos fabricantes están trabajando en su desarrollo y ya lo incluyen mediante pequeñas pantallas Head Up en sus modelos de serie, que anticipan esta nueva forma de recibir información visual en el coche.
La tecnología 3D acelera la reacción del conductor y mejora los juicios de profundidad mientras se conduce. También ayuda de forma eficaz al conductor para reincorporarse a la tarea de conducir en un coche autónomo. Pero esta nueva forma de conducir no sólo se limitará a los coches sin conductor. Habrá más posibilidades.
El parabrisas 3D apenas cambiará en diseño o materiales, ofreciendo protección y transparencia. También va a ser soporte de cámaras y sensores. Servirá de apoyo para el despliegue del airbag del pasajero. Además, toda su superficie se convertirá en una completa pantalla digital.
Así, toda la información y control de la conducción estará más centralizada, mostrándose directamente a nuestros ojos, sin necesidad de buscarla en el panel de instrumentos o en las actuales pantallas y cuadros digitales. Esto hará aumentar la capacidad de reaccionar rápidamente, evitar distracciones y, como consecuencia, aumentar la seguridad de conductor y pasajeros.
Los sistemas de visualización en tres dimensiones permiten estructurar mejor la información, facilitando la comprensión del espacio. Los fabricantes ya los están empleando tanto en el head-up display del parabrisas como en el cuadro de mandos. Pero en el futuro acaparará todo el campo de visión del conductor.
Un reciente estudio de la ingeniera de software alemana Nora Broy, actualmente en BMW, asegura que la tecnología 3D anticipa mejor las reacciones del conductor ante los imprevistos. El 3D permite además un fácil traducción entre el mundo real y el virtual. Las señales y la distancia con el vehículo precedente se transmiten de manera intuitiva. La confusión es nula en la práctica. Según este estudio, el conductor se confunde menos al cambiar con frecuencia la atención visual entre el entorno real de conducción y los elementos en tres dimensiones.
Otro campo en el que los parabrisas 3D serán esenciales es en el de la conducción autónoma. En los numerosos test que las marcas están realizando con sus prototipos, la visualización en tres dimensiones está ayudando al conductor a reincorporarse a la tarea de conducir, en un coche autónomo de nivel 3 (coche autónomo ayudado por el conductor puntualmente).
En este nivel, o superiores de automatización, el conductor necesita información clara, completa y de rápida difusión que sólo el 3D puede ofrecer en estos momentos. Aparte de la información sobre la conducción, las pantallas 3D ofrece a todos los ocupantes una mejor experiencia de inmersión en juegos y películas, e interacción con otros dispositivos y vehículos.
Las marcas de automóviles, además de los fabricantes de pantallas, y gigantes tecnológicos como Apple, se encuentran trabajando en parabrisas que permiten integrar elementos digitales, para complementar la realidad que se ve a través de los ojos.
Esta realidad aumentada permite desplegar todas las señales de tráfico, alertas e indicaciones de forma natural. En las patentes presentadas por Apple incluso se especifica la posibilidad de realizar llamadas a través de FaceTime entre dos coches autónomos.
Los desarrollos de la visión 3D y la realidad aumentada van en paralelo, pero son dos tecnologías que están destinadas a converger y que los fabricantes prevén que se incluyan en los coches de venta al público en menos de 5 años.