País Vasco es una de las comunidades autónomas que más esfuerzos está realizando por la renovación del parque móvil. Su último Plan Renove, activado en marzo de 2019, agotó su presupuesto de 5 millones de euros en unas semanas. El programa subvencionó la compra de 2.337 coches nuevos, muchos de ellos híbridos y eléctricos, según Deia.
Pues bien. El mismo diario guipuzcoano adelantó que los presupuestos de 2020, pendientes de aprobar por el Parlamento Vasco, incluirán un nuevo Plan Renove, esta vez más ambicioso, dotado con 21 millones.
El Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras, dirigido por la consejera Arantxa Tapia, será el encargado de elaborar el plan y gestionar las ayudas. Tapia aún no ha aportado más detalles sobre qué tipo de vehículos se beneficiarán del plan o cuándo se podrá solicitar.
No lo ha hecho porque las cuentas están pendientes de ser aprobadas por la cámara autonómica. Y no parece que sea una tarea fácil. El gobierno del PNV gobierna en minoría con los apoyos del PSE y tienen que buscar el voto favorable de un tercer partido, en este caso el PP. Y los populares ya han adelantado su negativa, que desembocaría en una tercera prórroga del presupuesto actual.
Así, los intereses políticos están siendo, en última instancia, el freno a la necesaria renovación de los vehículos en España, con una media de edad superior a los 12 años. Y esa renovación pasa, necesariamente, por el impulso de políticas públicas como el Renove.
En ámbito nacional, sólo iniciativas como el MOVES, aprobado el pasado mes de febrero y aún vigente están ayudando a renovar el parque. Pero es insuficiente para fabricantes y usuarios. Habrá que esperar a la formación del nuevo gobierno de coalición que negocian PSOE y Podemos tras las últimas elecciones, para saber si habrá a corto plazo un nuevo Plan Renove a nivel estatal.
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