Si tienes un coche negro y estabas pensando en pegarte una “excursioncilla” este verano a Turkmenistán, olvídate. Según la información de Carscoops, el gobierno del país asiático, encabezado por el presidente Gurbanguly Berdimukhamedov, ha prohibido los coches negros en la capital del país, Asjabad.
Aunque a nosotros, inocentes españoles libres de elegir la tonalidad de nuestro vehículo, puede chocarnos una medida así, en el país ex soviético están acostumbrados a este tipo de cosas. Ya en 2015 se prohibieron los coches negros que fueran importados, por lo que parece un paso “lógico” que ahora lo sean todos.
La medida no es la única prohibición realizada en el país últimamente, ya que en 2014 se prohibió la utilización de lunas tintadas en los vehículos turkmenos
Pero esto no es lo peor de todo, ya que según recoge Chronicles of Turkmenistan muchos de los vehículos negros del país han sido llevados a dependencias policiales y se ha obligado a los propietarios a firmar un documento comprometiéndose a repintarlos en un tono “más claro”. Muchos de los conductores estarían pasándose al blanco, un color que da “buena suerte” y que, casualidades de la vida, es el favorito de un presidente supersticioso…
¿Qué han hecho los talleres del país? Pues lo que habría hecho la mayoría en su situación, sacar tajada y subir la factura de los servicios de pintura de coches, cuyos precios se han doblado hasta los 1.000 dólares de presupuesto, unos 825 euros al cambio.