Te habrás fijado en infinidad de ocasiones: los asientos de los banquillos de fútbol de la primera y segunda división son, en realidad, baquet de coches (asientos deportivos). Pero, ¿de dónde procede esta moda que no solo se produce en España? De hecho, sus orígenes están en Alemania.
Ha sido Gizmondo la que ha saldado esta duda que muchos nos hacíamos desde hacía tiempo. Y la respuesta está más lejos de lo que esperábamos. En la temporada 1994/1995, Kalli Feldkamp era el entrenador del Kaiserslautern alemán y sufría problemas de espalda, tales que le dificultaban en muchas ocasiones poder dirigir el equipo desde el banquillo como correspondía.
La directiva, conocedora de este asunto y temerosa de que dimitiera de su puesto lo trató en una de sus habituales juntas directivas.
En estas reuniones se encontraba Ulrich Putsch, dueño de Recaro entonces y parte de la directiva del club. Propuso ceder uno de sus asientos al equipo para que lo instalaran en el banquillo junto al resto de butacas de plástico y probar cómo si uno de sus diseños aplacaba los dolores del técnico.
En aquellos tiempos, Recaro era ya conocida por proveer de baquet a muchos equipos de competición aunque también se estaba empezando a hacer hueco en los habitáculos de algunos de los coches de calle de altas prestaciones más admirados a nivel internacional.
El asiento de Recaro se instaló en el banquillo y el entrenador pudo dirigir los partidos como correspondía. Sin embargo, el resto de jugadores que no partían en la alineación inicial también probaron los asientos y pidieron a la directiva que los instalaran en el resto del banquillo para que así ellos también pudieran estar igual de cómodos en el tiempo que esperaban a ingresar en el terreno de juego, una petición que fue escuchada por la directiva.
Pero esto no quedó aquí. El resto de equipos de la Bundesliga se fijaron en este cambio en el banquillo del Kaiserslautern y siguieron su ejemplo, el cual no tardó en llegar al resto de ligas europeas.