Este sábado, 1 de septiembre, entraron en vigor las nuevas pruebas WLTP de homologación de vehículos. Hablamos de unos test que proporcionarán datos más fiables sobre las emisiones, gracias a un nuevo procedimiento, más exigente, que tiene en cuenta unas condiciones más reales de circulación.
Con esta nueva norma se avecinan numerosos cambios en la industria automovilística. El principal, afectará, sobre todo, al bolsillo de todos los consumidores, pues al tener unas pruebas más precisas, los datos recogidos sobre las emisiones de los vehículos se incrementarán. De este modo, algunos de los que se encontraban dentro del límite de emisiones establecido de CO2 (120 g/ km) ahora lo superarán. Algo que, a su vez, provocará que los consumidores paguen más por el Impuesto de Matriculación, haciendo que el precio final del vehículo sea aun mayor.
Por tanto, el reto de las empresas fabricantes de automóviles está en mejorar sus motores para que los coches no superen las emisiones establecidas. Algo que no es una tarea nada fácil, pero que en algunos casos ya es posible.
La compañía alemana lleva varios años preparando toda su gama de vehículos para adaptarse al nuevo ciclo de homologación. Tenían como meta que sus clientes o posibles consumidores no sufriesen las consecuencias de este cambio, dado que en algunas marcas sí que están experimentando retrasos en las entregas y problemas a la hora de reducir las emisiones de sus vehículos. Tanto es así que el Gobierno ha concedido una moratoria hasta enero de 2021 para que solo se tengan en cuenta los resultados de las pruebas WLTP.
Mientras tanto, se calcularán las emisiones de los vehículos con resultados intermedios. Es decir, un nivel de emisiones que esté entre el que se consigue con las nuevas pruebas WLTP, y el que obtenía con los ciclos anteriores (NEDC). Así, desde Opel se han asegurado de que, a día de hoy, todos sus turismos cumplan con la norma. No hay excepciones y, además, ofrecen numerosas opciones en lo que se refiere al combustible. Dependiendo de cada modelo, existen versiones gasolina, diésel, GLP (Gas Licuado de Petróleo, para adaptarse a las exigencias de los consumidores.
Tal y como explica Xavier Duchemin, director ejecutivo de Ventas, Posventa y Marketing de Opel, el 100 % de la gama de vehículos de la marca están “listos para ser pedidos y listos para su entrega”. Asegura que son modelos que cumplen con los protocolos WLTP y que forman una “oferta de última generación que coloca a Opel a la vanguardia de la industria automovilística”.