Texto: J. Miguel Quintana
El Opel KARL lleva el nombre del hijo menor del fundador de la marca y, al igual que el personaje real revolucionó el negocio familiar en 1898, el nuevo urbanita alemán llega para elevar las ventas de la marca hacia cotas nunca alcanzadas. Hablamos de un urbano con carrocería de cinco puertas y 3,68 metros de largo; es decir, algo más pequeño que el Corsa, con un habitáculo más amplio de lo que parece. En la vista lateral, resaltan dos líneas bien marcadas en la carrocería que ascienden hacia la parte trasera; en comparación con los flancos, el aspecto frontal y el de la zaga son más anodinos.
Sorprende la calidad y el buen diseño del habitáculo y del salpicadero, para un vehículo de este segmento. Igualmente llamativo resulta el volante algo grande y de aro grueso, que repercute en un agarre óptimo. Eso sí, solo se puede regular en altura aunque, como el asiento del conductor es totalmente ajustable, conseguir una postura de conducción cómoda es una tarea sencilla. Así las cosas, lo mejor es el amplio espacio disponible en todas las plazas, destacando la holgada distancia libre al techo, incluso para aquellos pasajeros de mayor talla. Además, el maletero cubica 215 litros, suficientes para dos maletas pequeñas, si bien los respaldos posteriores pueden abatirse con facilidad para ampliar la zona de carga.
Conectado
Opel ha puesto mucho interés en facilitar la conexión entre la pantalla táctil del sistema de infoentretenimiento y un teléfono inteligente, mediante el sistema “IntelliLink”. Solo hay que conectar el teléfono, a través de un cable USB, a dicho sistema y las funciones del mismo pasan a controlarse por medio de la pantalla ubicada en el salpicadero.
En cualquier caso, el Opel KARL solo cuenta con un acabado, muy nutrido, por cierto. En él, encontramos dispositivos como el control de velocidad de crucero, ordenador de viaje, seis airbags, Bluetooth, asistente de arranque en pendiente y aire acondicionado. Opcionalmente, puede incorporar elementos como el sistema de alerta por cambio involuntario de carril, o el volante y los asientos con calefacción, entre otros.
Apuesta por la gasolina
En el momento de su estreno comercial, la única opción mecánica pasa por un propulsor atmosférico de gasolina 1.0 ECOTEC, de tres cilindros y 75 CV, que anuncia un consumo, en ciclo mixto, de 4,5 litros cada 100 kilómetros. Una mecánica silenciosa, capaz de mover con soltura los 939 kilos de peso del conjunto, además de emitir un sonido con cierta deportividad, por encima de las cinco mil revoluciones. La caja de cambios es manual de cinco velocidades y presenta un tacto agradable, en todo tipo de circunstancias. Si la suave suspensión está diseñada para circular tranquilamente, la dirección asistida es quizás demasiado ligera, sobre todo al pulsar el botón “City”, pensado para facilitar las maniobras de estacionamiento en ciudad.
Precio atractivo
Opel anuncia un precio de 10.910 € que, restando las ayudas gubernamentales y la campaña de promoción del fabricante, se puede rebajar hasta los 8.975. Toda una tentación para quien esté buscando un modelo urbano, moderno, confortable y con un buen equipamiento de serie, adornado con unos acabados más que decentes. Salvo sorpresa, revolucionará el mercado.