En Alemania, la ley de alcoholemia se aplica por igual a todos los vehículos a motor, incluidos los patinetes eléctricos.
El afamado festival de la cerveza Oktoberfest de Munich ha hecho estragos no sólo en los hígados de sus asistentes, también en sus carteras. Y no hablamos de los altos precios de la cerveza. 254 personas tendrán que abonar una importante multa y deberán volver a la autoescuela para recuperar su carné de conducir.
La causa: conducir borrachos un patinete eléctrico. La nueva ley alemana sobre estos populares vehículos entró en vigor el pasado mes de junio. Y en ella se prohíbe circular con ellos bajo los efectos del alcohol y las drogas, aplicando los mismos límites (0,5 g/l de alcohol en sangre, igual que en España) que al resto de conductores.
El patinete eléctrico es tratado en el país como un ciclomotor, por lo que hay que circular con permiso de conducir, ponerse casco y no sobrepasar los 25 km/h. Puede que la nueva ley aún sea desconocida para muchos de los asistentes al Oktoberfest, que creían erróneamente que volviendo a casa en patinete no les pararía la policía para hacerles un control de alcoholemia.
414 infracciones registradas en dos semanas
Según Euronews, los agentes han notificado 414 infracciones relacionados con alcohol y conducción de patinetes eléctricos durante la celebración del Oktoberfest. De ellas, 254 han acabado con retirada del carné de conducir, debido a que sobrepasaban una tasa de 1,1 g/l en sangre. A partir de ese límite, los agentes retienen el vehículo y confiscan el carné de conducir del conductor, por un periodo de entre seis meses y hasta cinco años, según recoge la actual normativa.
Además, en estos casos de elevada embriaguez, se puede enviar al infractor a un examen médico obligatorio, para detectar posibles indicios de alcoholismo. Las duras sanciones no acaban ahí. Sobrepasar la tasa de 0,5 g/l de sangre conlleva multas de hasta 1.500 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción y si ha provocado algún accidente. Además, también se podrá retirar el permiso de conducir por un máximo de tres meses.
En España también pueden multar
La prohibición de conducir borracho un patinete eléctrico también está recogida en el Reglamento General de Circulación de España. No obstante, y a diferencia de Alemania, no hace falta contar con el carné o un permiso de conducir para usarlos, por lo que no se contempla la pérdida de puntos. Si un agente detiene a un usuario, le realiza una prueba de alcoholemia y da positivo (más de 0,25 mg en aire espirado), este se enfrenta a una multa de 500 euros.
Así, el agente sólo podrá imponer una sanción administrativa y no abrir diligencias por delito, por lo que no hay retirada del carné de conducir ni juicio por ello. No obstante, y debido al gran crecimiento del parque móvil de patinetes eléctricos en los últimos meses, no se descarta un endurecimiento de la normativa vigente.