Lo avanzaron hace unas semanas y ahora, a unos días de que termine el 2019, llega una de las noticias más importantes del año en el sector del motor. Y hasta de la década. El Grupo PSA (Peugeot, Citroën, Opel/Vauxhall y DS) y el Grupo FCA (Fiat, Chrysler, Jeep, Alfa Romeo, Lancia y Ferrari) se unen creando el cuarto fabricante a nivel mundial y el tercero en ingresos. Por el momento, no se ha indicado cuál será el nombre definitivo del nuevo grupo.
Según han desvelado los protagonistas, el reparto de la nueva compañía se hace el 50 % entre los dos grupos, se formará un Consejo de Administración formado por 11 miembros independientes, tendrán su sede en los Países Bajos, no se cerrará ninguna fábrica (en España contarán con las de Vigo, Figueruelas y Villaverde) y cotizarán en Euronext (París), Milán y Nueva York.
Se prevé que el nuevo grupo tome su forma definitiva en un plazo de entre 12 y 15 meses, y se ha trazado un plan de unificación creando nuevas sinergias que durará 4 años.
A partir de aquí llega el momento de analizar la operación desde el punto de vista económico, aunque antes conviene recordar que, juntos, se convierten en el cuarto fabricante de coches a nivel mundial, con un total de 8,7 millones de vehículos ensamblados (cifra que resulta de unir las cantidades de ambos grupos en 2018).
Buscarán refrendar la buena posición que el Grupo PSA tiene en Europa y Latinoamérica, mientras que el Grupo FCA mantiene una posición de liderazgo en Estados Unidos y Asia.
No han revelado los nuevos planes de producción, tan solo que no cerrarán ninguna fábrica (habrá que ver el coste de esta unión en puestos de trabajo) y que en torno al 60 % de los vehículos fabricados se asentarán sobre dos plataformas: una para vehículos pequeños y una mediana para turismos y SUV. Se prevé que cada una logre unos tres millones de coches fabricados al año.
A partir de aquí, los datos económicos señalan que ambos grupos suman unos 170.000 millones de euros en ingresos, que tienen unos resultados de explotación superiores a los 11.000 millones de euros y que su margen operativo es del 6,6 %, extrapolando los obtenidos en 2018.
Las nuevas plataformas (las dos antes referidas) deberían aportar el 40 % de las sinergias entre grupos, lo que supondría un ahorro de unos 3.700 millones de euros, mientras que otro 40 % del ahorro llegaría por las compras conjuntas de componentes y tecnología. Esta nueva definición se espera que llegue en cuatro años.
El resto, el 20 %, debería llegar por acciones conjuntas en área del marketing, la reunificación de los bienes inmuebles, la investigación de nuevas tecnologías y los gastos generales y logística.
El reparto de las acciones se hace al 50 % buscando así el equilibrio para que ninguno destaque. Cada grupo tiene sus particularidades y se ha logrado que algunos de los implicados se comprometan a votar a favor de la operación. Por su parte, el Grupo PSA adquirirá 30,7 millones de la china Dongfeng, que quedará con un 4,5 % de la titularidad del grupo, un porcentaje que recibirá de la parte de PSA.
Se creará un nuevo Grupo de Administración con 11 miembros independientes, de los que cinco serán promovidos por el Grupo PSA y otros cinco por el Grupo FCA. El presidente será John Elkan (CEO de FCA) y el Consejero Delegado Carlos Tavares (CEO de PSA).
Ahora solo queda que la operación sea aprobada por Europa que han de analizar si esta unión se encuentra dentro de la normativa antimonopolio.
Tras la creación de este nuevo gigante formado por el grupo FCA y el grupo PSA variará el ranking de mayores fabricantes internacional. Extrapolando las cifras conjuntas del año 2018, el top10 quedaría de la siguiente manera: