Aún no ha tomado posesión Pedro Sánchez y ya se van vislumbrando algunas de las próximas medidas que aterrizarán con su nuevo gobierno. Si hace unos días hacíamos referencia a los planes de subir el impuesto de matriculación para beneficiar las ventas de eléctricos y el del diésel, ahora llega un nuevo ‘pago por uso’. En este caso se trata de un ‘peaje’ a las autovías, que han sido gratuitas hasta ahora.
Por el momento, solo se trata de una intención, pero durante la anterior legislatura ya trabajaron en el desarrollo de esta medida y con unas ideas muy avanzadas sobre cómo llevarlas a la práctica.
Mucho ha cambiado el panorama desde el anuncio de la liberalización de las autopistas que concluyeron su contrato de concesión con empresas privadas durante los primeros nueve meses del Gobierno de Pedro Sánchez.
José Luis Ábalos, ministro de Fomento, comunicó que el 1 de diciembre la AP-1 entre Burgos y Armiñón (Álava) levantaba las balizas para que pudiera ser utilizada sin coste alguno. A esta seguirían la AP-4 entre Sevilla y Cádiz, la AP-7 entre Tarragona y Valencia, así como la circunvalación de Alicante.
Poco tiempo después, se anunció que las autopistas rescatadas durante el anterior gobierno rebajarían su coste un 30 % para que tuvieran un mayor uso y descongestionar así vías cercanas. Sin embargo, las necesidades de reconducir el déficit y aumentar los ingresos habrían llevado a cambiar de planes.
El pago por el uso de las autovías no es nuevo. Ya se rumoreó con otros gobiernos anteriores. Incluso con el del propio Pedro Sánchez cuando, su secretario de Estado de Infraestructuras en funciones, Pedro Saura, apuntó en un encuentro con el sector que estaban trabajando en un nuevo modelo de conservación de las carreteras, lo que aludía a un posible pago por uso.
Ahora ha sido Juan López Milla, secretario general de Infraestructuras quien indicó en un encuentro que el mantenimiento de las carreteras “solo tienen dos opciones, o se conservan con fondos públicos procedentes de los Presupuestos o con alternativas que supongan el pago de los usuarios”.
Diversos estudios apuntan a que nuestras carreteras acumulan una falta de mantenimiento cifrada en 2.000 millones de euros anuales desde 2012, lo que sumado a la necesidad de corregir el déficit de nuestras cuentas y la obligación de aumentar la recaudación habrían llegado al Ejecutivo a plantearse nuevamente el pago por uso de las autovías. Aunque podrían no ser todas, y solo “determinadas autovías”.
El propio Ábalos también ha realizado declaraciones en este sentido para “buscar un marco de financiación de infraestructuras justo y equitativo que permita un nivel de inversión estable y sostenible a largo plazo”. Y añadió que “lo que no es sostenible es bajar impuestos y aumentar la inversión”.
Así planteó que o cambia el modelo o habría que empezar a cobrar por el uso. Según ha trascendido, se habría planteado que el coste por kilómetro dependiera de las emisiones del vehículo.
Seopan, la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, ya emitió un comunicado en el que apuntaba a que una concesión de algunas autovías a 25 años podría lograr una recaudación de entre 60.000 y 110.000 millones de euros, según las tarifas, en este periodo.
Por otro lado, hay quien sitúa que este peaje se podría cifrar entre 3 y 15 céntimos de euros por kilómetro. Seguiremos esperando a que lleguen nuevas noticias, aunque es previsible que el plan, en caso de llevarse a cabo, no se haga público hasta después de las próximas elecciones municipales, autonómicas y europeas.