El Gobierno de Pedro Sánchez ya tiene preparado el nuevo Reglamento General de Circulación que recoge numerosos cambios en la movilidad de nuestras ciudades aunque el más llamativo para muchos es la reducción de la velocidad máxima que pasa de 50 km/h a 30 km/h, aunque habrá calles que vean aún más limitada esta máxima a solo 20 km/h.
Se trata de las calles en las que calzada y acera se encuentren en el mismo nivel, sin separación de altura ni bolardos entre el espacio destinado a los coches y los peatones, una medida que ya se ha implantado en ciudades como Madrid con su nueva ordenanza de movilidad aunque hay otras más restrictivas como Pontevedra donde este límite se ha rebajado a solo 6 km/h.
Es esta una medida que venía solicitando la DGT desde hacía dos años con el objetivo de rebajar la siniestralidad en nuestras ciudades, especialmente por el número de atropello de peatones. Desde el Gobierno se habían interesado por la propuesta y hace menos de un mes ya admitieron que estaban trabajando darle forma y aprobarlo.
Sin embargo, más de la mitad de las capitales de provincia de nuestro país no han esperado a la llegada de este nuevo Reglamento General de Circulación del Gobierno y habían sacado adelante por iniciativa propia normativas que limitaban la velocidad de sus calles a esos 30 km/h que ahora llegan desde el Ejecutivo.
Aunque aún no se ha publicado cómo quedará este nuevo Reglamento General de Circulación, ya se han filtrado sus principales propuestas. Este es el resumen de cómo quedan las nuevas limitaciones de velocidad:
Y, como suele suceder en estos casos, hay numerosos variables y excepciones. Así, será la autoridad municipal la que decida si se rebaja hasta los 20 km/h las calles que por regla quedan limitadas a 30 km/h, aunque también las pueden aumentar hasta los 50 km/h las que cuenten con dos carriles, uno por sentido de circulación.
Además, las travesías tendrán una limitación a 50 km/h, una velocidad que se rebaja a 40 km/h para los vehículos que transporten mercancías peligrosas, mientras que las autopistas y autovías que crucen una ciudad verán reducida su velocidad máxima a 80 km/h, sin opción a que sea aumentada, aunque sí a que sea reducida.
A este nuevo Reglamento de Circulación le acompañan las nuevas multas por su incumplimiento. Así, aunque faltan datos por conocer, el más trascendente es que en caso de circular a 50 km/h (como se podía hacer hasta ahora) por las calles que reducen su límite de velocidad a 20 km/h, la sanción será de 500 euros y conllevará una penalización en el carné de conducir de 6 puntos.
Hay que tener en cuenta que, en este caso, se duplicará el máximo de velocidad establecido, por lo que la multa será considerada muy grave.
Junto a los nuevos límites de velocidad de las ciudades, el nuevo Reglamento General de Circulación también incluye la prohibición de circulación de los VMP, los Vehículos de Movilidad Personal, por las aceras y zonas peatonales, por lo que limitarán mucho su uso en ciudad. Así, estos equipararán su utilización al de las bicicletas. Su tránsito estará limitado a calles de un carril o al carril más a la derecha en las calles con varios carriles sin tener en cuenta los carriles de uso de autobuses y taxi.
Además, aumentará la sanción por el uso del teléfono móvil al volante. Ahora la multa será de 500 euros y 6 puntos.
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La norma general no está clara y tiene muchas variables e interpretaciones, pero las sanciones serán de 500€ y a pagar sin lloro. Todo esto para que este maldito gobierno de izquierda pueda pagar la cuenta generada por su mala administración de la crisis del coronavirus.