El nuevo BMW Serie 3 frente a sus rivales

Analizamos las claves del nuevo BMW Serie 3 frente a sus rivales del mercado premium.

El nuevo BMW Serie 3 acaba de aterrizar en el mercado y poco a poco son más las versiones disponibles para su venta. Por eso es un buen momento, ahora que la oferta es más completa, de compararlo con sus principales alternativas. Todas ellas enmarcadas en un segmento premium que, contrariamente a lo que se podría pensar, tiene más fuerza en este nicho que en el generalista.

El Serie 3 de nueva generación es toda una declaración de intenciones en cuanto a tecnología. Si bien su diseño continuista no demuestra un cambio radical de imagen, como sí ocurre con el Serie 1, estrena habitáculo, capacidades y asistencias para colocarse a la cabeza de su competida clase. Lo analizamos.

El BMW Serie 3 al detalle

Pasando por encima un diseño que prácticamente calca los cánones de las últimas generaciones Serie 3, la berlina media de BMW crece en todas sus cotas. Mide 4,7 metros de largo, 1,82 m de ancho y 1,44 m de alto. A esto se suma una batalla de 2,85 m, también mayor frente a su antecesor. Esto le confiere no solo más espacio a los pasajeros, especialmente a los traseros, también más maletero: 480 litros. Además vuelve la variante familiar Touring que, con unas medidas parecidas, aumenta el tamaño del espacio de carga hasta los 500 litros.

Entre las novedades tecnológicas destaca el apartado multimedia, coronado por una pantalla multimedia central de hasta 10,3 pulgadas en el mejor de los casos. Tiene conexión a Internet, navegación 3D, acceso a aplicaciones en red y compatibilidad con Apple CarPlay, pero no con Android Auto. El cuadro de mandos también puede ser digital, con una visualización tal vez demasiado simple y poco configurable. Por otro lado, las asistencias a la conducción son numerosas, empezando por un avanzado control de velocidad de crucero adaptativo que, junto al asistente de mantenimiento de carril, acercan al Serie 3 a la conducción semi-autónoma. Por supuesto no faltan el control de ángulo muerto, la frenada de emergencia, el lector de señales o, como novedad, una iluminación que puede ser LED e incluso láser.

Sin embargo, una de las ventajas del Serie 3 frente a alguno de sus competidores es la amplísima gama mecánica que ofrece, adaptada a casi todo tipo de cliente. Cuenta con versiones diésel y gasolina, con cambio manual o automático e incluso variantes de tracción trasera o total. El nuevo BMW Serie 3 llega incluso con una variante híbrida enchufable denominada 330e con una autonomía eléctrica de hasta 59 km. Así queda la gama BMW Serie 3 Berlina:

Frente al Mercedes-Benz Clase C

Probablemente el Mercedes-Benz Clase C sea su rival más fuerte, también recientemente actualizado, aunque no de nueva generación. Entre generaciones el cambio de diseño es más fuerte en el caso de la firma de Stuttgart, y el Clase C no es una excepción. Sobre todo en lo que se refiere al habitáculo. Aunque ofrece unas cotas similares el Clase C cede en cifra de maletero, con unos más modestos 455 litros. Eso sí, también es un par de centímetros más corto. Anuncia 4,68 metros. Hay igualmente una variante familiar denominada Estate que mejora estas cifras: logra 460 litros de maletero.

Frente al Serie 3, este Clase C también ha mejorado su dotación tecnológica, a un nivel muy similar. El sistema multimedia alcanza las 10,25 pulgadas, aunque no es todavía el avanzado MBUX del que sí presume el Clase A. En este sentido queda un poco por debajo del multimedia de BMW, salvo porque aquí sí hay compatibilidad, en opción, con Android Auto. El cuadro de mandos digital también supera al de BMW por límites de configuración, muy alejada de lo poco que permite el sistema del Serie 3. En cuanto a sistemas de asistencia, van igualados. El Mercedes-Benz también propone conducción semi-autónoma con capacidad de cambiar de carril de forma asistida, control de ángulo muerto o frenada de emergencia. Lo que no tiene es iluminación láser, pero sí una LED Multibeam matricial.

La gama de motores es similar a la del Serie 3, aunque la de Mercedes-Benz tiene, a priori, un mejor escalonamiento. También hay modelos de gasolina o diésel y tracción trasera o total. De lo que carece el Clase C es de alguna variante con cambio manual. Todos acuden a un cambio automático. Esta generación suma dos variantes híbridas enchufables, un Mercedes-Benz C 300 e gasolina y un C 300 de diésel, siendo este último el único de su tipo entre las berlinas medias premium, con 56 y 53 km de autonomía cero emisiones respectivamente. Así queda la gama Mercedes-Benz Clase C:

Frente al Audi A4

El Audi A4 es otro de los rivales que se ha renovado recientemente. Ha recibido no solo un ligerísimo cambio de imagen, sino también una actualización de mecánicas entre las que destaca una amplia oferta con micro-hibridación y, en consecuencia, con etiqueta ECO. Los 4,76 metros de longitud de este A4 lo hacen un coche notablemente más grande que el BMW Serie 3, aunque no significa que ofrezca más espacio. De hecho el maletero que anuncia el Audi es 20 litros menor que su rival: 460 litros. Aunque también hay una variante familiar, denominada Avant, que reduce al mínimo las diferencias y almacena 495 litros de equipaje. Adicionalmente, algo que no está presente en los demás, es un A4 allroad con pretensiones camperas y mayor altura libre al suelo.

Las novedades del nuevo Audi A4 frente al modelo que reemplaza son nimias. Apenas algún detalle de estilo. Lo verdaderamente nuevo es la tecnología, para ponerse a la altura de los últimos en llegar a la clase. Como buen Audi, disfruta de cuadro de mandos digital, infinitamente más configurable que el del Serie 3, pero también de una pantalla multimedia de 10,1 pulgadas. Navegación conectada, conexión a Internet y, a diferencia del Serie 3, compatibilidad tanto con Android Auto como con Apple CarPlay. No se llevan mucho en cuanto a asistentes a la conducción, integrando elementos ya extendidos como la conducción semi-autónoma. También permite controlar algunas opciones de forma remota a través de una aplicación móvil.

Sin embargo, lo mejor del Audi A4, no solo frente al BMW Serie 3, sino prácticamente frente a cualquiera de sus rivales, es la amplia oferta mecánica. Sin ir más lejos, todos los motores salvo el 40 TDI llevan un sistema de hibridación ligera con el que obtienen la etiqueta ECO. El A4, a diferencia del BMW, es de tracción delantera, aunque algunas versiones optan por la característica tracción total quattro. Por su parte, solo las versiones de acceso pueden llevar cambio manual, el resto opta por un S tronic automático de doble embrague o un tiptronic de convertidor de par. Lo que no hay es una versión híbrida enchufable, por lo que es imposible comprar un A4 con etiqueta 0 Emisiones. Por contra, sí hay un A4 con motor a gas natural también con etiqueta ECO. Así queda la gama Audi A4:

Frente al Jaguar XE

Otro modelo rival es el exclusivo Jaguar XE, una berlina media que tomó el relevo hace unos pocos años del extinto X-Type. Este, construido sobre una plataforma propia y mucho más avanzada, exhibe un diseño muy similar al de sus hermanos de gama XF o F-PACE, con los que comparte también buena parte de su tecnología. Es notablemente más pequeño que el BMW Serie 3, y que su competencia. Con 4,67 metros de largo es la única opción en catálogo, pues no hay alternativa familiar como sí existe en el XF de segmentación superior. Esto provoca que sea uno de los menos habitables de su categoría, incluido el maletero, que cubica 450 litros.

Donde sí está, como poco, a la altura de su rival de BMW es en su calidad interior y posibilidades de personalización. Además de en tecnología. Aunque es un coche más veterano, el Jaguar XE se lanzó al mercado como uno de los más avanzados de su tiempo, y lo mantiene. Me refiero a su cuadro digital o a su sistema multimedia de hasta 10,2 pulgadas. Tiene navegación conectada, compatibilidad Android Auto y Apple CarPlay, conexión a Internet, control de aplicaciones en remoto… Los asistentes a la seguridad están actualizados, y salvo algún pequeño detalle, ofrece casi lo mismo que los demás, incluido un cierto nivel de autonomía.

Aunque puede que lo más interesante del Jaguar XE sea su oferta mecánica, muy potente. Se construye sobre una plataforma de tracción trasera, pero también ofrece variantes de tracción total. Por el momento solo hay versiones de cambio automático. Su talón de Aquiles es probablemente que no ofrece ninguna versión híbrida enchufable, pero tampoco ninguna con algún tipo de micro-hibridación que le otorgue la etiqueta ECO. Así queda la gama Jaguar XE:

Frente al Lexus IS

Tal vez el más peculiar de todos los rivales del BMW Serie 3 sea el Lexus IS. Es el único que se ofrece únicamente como híbrido convencional, toda la gama, por lo que todos tienen etiqueta ECO. Es también de los más pequeños de su clase, con 4,68 metros de longitud. Como ocurre con el Jaguar, tampoco ofrece una variante familiar. Ningún Lexus la ofrece y obliga a mirar hacia el formato SUV. Esto implica que es también de los que menos maletero disponen: solo 450 litros.

Es un coche que, aunque se ha renovado hace no demasiado, participa como uno de los más veteranos. Esto redunda tanto en la presentación interior, muy a la japonesa, como en lo que a tecnología se refiere. Aquí no encontramos grandes cuadros de mandos digitales, ni grandes alardes de inteligencia artificial. La pantalla multimedia es grande, de hasta 10,3 pulgadas, pero el manejo mediante un polémico joystick puede confundir a más de uno. En cuanto a seguridad, hay lo más relevante, pero carece de los últimos avances especialmente en materia de conducción asistida. No en vano ya ofrece control de crucero adaptativo, lector de señales de tráfico o control de ángulo muerto.

Mecánicamente el Lexus IS está muy limitado frente al BMW Serie 3 y frente a cualquier otro rival. Y es que se comercializa únicamente como IS 300h. Es decir, con una única motorización, como antes decía, híbrida. Su peculiaridad es que aquí sí hay multitud de acabados cerrados, por lo que el precio se contiene y permite configurar desde un IS básico a otro muy equipado de forma sencilla para el cliente. Finalmente se construye sobre una plataforma de tracción trasera, pero no hay posibilidad de configurar versiones de tracción integral. Así queda la gama Lexus IS:

Frente al Alfa Romeo Giulia

Puede que el modelo más parecido al BMW Serie 3 en el mercado sea el Alfa Romeo Giulia. El resurgir de la firma italiana tiene nombre clásico y un atractivo especial. No solo por su diseño, también por su oferta mecánica y, especialmente, por su característico tacto de conducción. Esta berlina es sustancialmente más pequeña que su rival Serie 3. Además, con sus 4,64 metros de largo es la única alternativa de la gama. Dejando de lado cualquier variante de aspiraciones familiares como sí tuviera su antecesor, el 159. No obstante aprovecha mejor el espacio que otros rivales para ofrecer un maletero de 480 litros.

Tecnológicamente acaba de actualizarse, precisamente llevando a cabo una renovación tanto de su dotación multimedia como de su lista de asistentes a la conducción. En el primer plano, la pantalla multimedia es de 8,8 pulgadas y mejora la colocación e intuitividad de sus menús. Suma control remoto a través de smartphone de algunas aplicaciones. Por otra parte, añade a la dotación de asistentes la conducción semi-autónoma, tiene control de crucero adaptativo con asistente en atascos que puede combinar con un asistente de mantenimiento de carril. Además, el lector de señales de tráfico puede alterar el comportamiento del motor para adecuar automáticamente la velocidad.

El Alfa Romeo Giulia es parecido al Serie 3 por concepción. Una plataforma de tracción trasera que además se ha puesto a punto para ofrecer un tacto muy deportivo. Adicionalmente Alfa Romeo ofrece una amplia variedad de mecánicas gasolina y diésel. Aunque como ocurre con algunos otros rivales carece de ninguna opción híbrida enchufable o con micro-hibridación. Por tanto no hay opciones con etiqueta ambiental ECO o 0 Emisiones. Así queda la gama Alfa Romeo Giulia: