El lavado en seco de un coche permite ahorrar una gran cantidad de agua, además de cuidar la pintura y otras piezas exteriores.
De media, se gastan entre 200 y 300 litros de agua para lavar un coche, un desperdicio ingente del preciado líquido que la técnica del lavado en seco pretende frenar. Aunque aún no es una práctica muy extendida entre los usuarios, sobre todo por desconocimiento o comodidad, lo cierto es que supone una forma rápida y segura de mantener el coche en perfectas condiciones.
Para lavar el coche sin agua se utiliza un producto especializado que no araña la pintura y además repele la suciedad, gracias a la presencia de cera especial en su composición. Aplicándolo con un pulverizador y secándolo después con un trapo o gamuza de microfibra, la carrocería volverá a quedarse limpia. Además, posee las siguientes ventajas con respecto al lavado convencional
Se ahorra agua
Como ya se ha mencionado, la cantidad de agua para lavar un vehículo es muy alta, con el consiguiente coste en la factura si se hace en casa o el precio de hacerlo en un lavadero, que oscila entre 3 y 5 euros para una limpieza a fondo. Además, se contribuye al medio ambiente con una limpieza libre de residuos.
La pintura no se raya
Otra de las razones de peso del lavado en seco es el bajísimo riesgo de arañazos. La acción del producto separa las partículas de suciedad de la carrocería del vehículo. Además, con la cera se encapsulan para retirarse de la superficie del coche sin rayar la pintura. Después sólo habrá que pasar el trapo de forma cuidadosa, en una sola dirección (no en círculos ni en zig zag) para retirar toda la suciedad.
Sin contacto con rulos u otras máquinas
Relacionado con el punto anterior, al no meter el coche en los rulos de lavado o máquinas automáticas similares el riesgo de arañazos disminuye aún más. Los rulos están hechos con cientos de fibras de plásticos que pueden dañar la pintura del coche, si bien no con lavados esporádicos, si con un uso habitual.
El metal no se oxida
Al no usar agua, los diferentes elementos metálicos del coche no están expuestos a la oxidación. La sola aplicación del producto y su retirada con una gamuza deja la carrocería seca y sin rastro de líquido, incluso en las partes de más difícil acceso.
Limpio en 15 minutos
En un primer momento podría parece que el lavado en seco del coche, al ser una tarea manual, puede llevar mucho más tiempo que un lavado con agua. Pues no hay tanta diferencia. Si bien los lavados a presión o en rulos son algo más rápido, el lavado en seco no llevará más de 15 minutos, tiempo que aumentará o disminuirá dependiendo del grado de suciedad del vehículo.
