Autor: Javier Ruiz
Interceptan un conductor que recorrió varios kilómetros con un cepo en la rueda
El coche había sido inmovilizado previamente, debido a un positivo por drogas.
Insólito hecho el que se encontró la Guardia Civil de Pontevedra en la A-55, la autovía que conecta la capital provincial con la localidad de Tui. A la altura de este último municipio interceptaron un Ford Mondeo que circulaba muy lentamente por el carril izquierdo. La razón: rodaba con un cepo colocado en la rueda delantera.
Según informó la Guardia Civil en un comunicado, recogido por Europa Press, el conductor llevaba ese cepo puesto porque había sido inmovilizado por otros agentes del cuerpo minutos antes en la carretera N-555, a la altura de Guillarei, situado a 6 km del lugar de los hechos.
6 km circulando con un cepo

Según detalla el comunicado, en la primera parada los agentes realizaron un control de drogas al conductor, que resultó positivo, procediendo a la inmovilización del vehículo mediante este sistema.
El conductor no parecía estar muy contento con el castigo, o no vio claro lo de llamar a una grúa y optó por continuar su camino con el cepo instalado en la rueda delantera. Una vez entró en la A-55, otros conductores llamaron a la Guardia Civil alertando de la presencia de un vehículo con matrícula de Portugal circulando a una velocidad muy baja. Rápidamente, una patrulla llegó a su altura y lo interceptó.
Imputado con dos delitos

Una vez los agentes pararon al conductor, se le notificó la presunta autoría de un delito contra la seguridad vial. La causa notificada es que circulaba de manera «negligente y temeraria, atentando contra la seguridad de los demás usuarios de la vía». Las diligencias pasaron poco después al Juzgado de Instrucción de guardia de Tui.
Esta imputación de delito se une a la anterior por conducción bajo los efectos de las drogas. Un delito que está penado con penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses. Asimismo, supone la retirada del carné de conducir de uno a cuatro años.