Un buen neumático, para ofrecer un óptimo rodaje en mojado debe tener un alto agarre del compuesto, eficiente capacidad de drenaje de agua, buena rigidez de los tacos y el diseño del dibujo
A estas alturas del año en el que las lluvias acechan, el neumático cobra aún más relevancia, si cabe, como elemento de seguridad en los desplazamientos. Pero, ¿verdaderamente se conoce cuáles son las características de un neumático a la hora de conducir sobre superficies mojadas? ¿Cuáles son las claves del agarre de un neumático en mojado? Los ingenieros de desarrollo del Centro Técnico de Roma (TCE) de Bridgestone responden a las grandes preguntas que plantea esta cuestión.
Un buen neumático, para ofrecer un óptimo rodaje en mojado debe tener un alto agarre del compuesto, una eficiente capacidad de drenaje de agua y una buena rigidez de los tacos y ribs del dibujo.
El diseño del dibujo de la banda de rodadura es el protagonista de la capacidad de drenaje del agua. Cuanta más goma se pueda poner en contacto con el asfalto, más se aprovecha el agarre del compuesto y la rigidez de los tacos. El secreto está en el equilibrio entre el volumen de surcos que permiten la evacuación de agua y la goma en contacto con el suelo, en definitiva, una superficie de contacto optimizada.
El compuesto es un elemento clave por la combinación de dos fenómenos: adherencia e histéresis. La adherencia surge de los enlaces intermoleculares entre el caucho y la superficie de la carretera. La histéresis representa la pérdida de energía en la goma al deformarse cuando se desliza sobre la superficie de la carretera.
En este caso, la carcasa tiene un papel menor en el frenado sobre mojado. En el caso del agarre lateral, cuanto mayor sea la rigidez de la carcasa, menor será la deformación de la superficie de contacto con el suelo. Una menor deformación de la huella de contacto significa una mayor capacidad del dibujo para mantener el contacto con la superficie.
Como conclusión general, una mayor anchura significa una mayor superficie de contacto y un mayor potencial de frenado. En seco esto siempre es válido. Bajo la lluvia influyen mucho las características del coche (por ejemplo, el peso, la presión de los neumáticos, …) y el estado de la superficie de la carretera.
La altura del neumático tiene un papel menor en el frenado sobre mojado.
Se trata de conseguir una combinación equilibrada entre las características del compuesto, el diseño del dibujo y el material de la carcasa, para que el neumático ofrezca una evolución progresiva del agarre durante la conducción, sin reacciones bruscas.
Cuando hablamos de compromiso en todos los aspectos, nos referimos a un compromiso en el diseño total del neumático, que contempla tanto el dibujo, como el compuesto y la carcasa. La nueva tecnología de mezclado optimiza la dispersión del sílice en el compuesto. Se ha utilizado una nueva configuración del rotor del mezclador y otros controles específicos durante el proceso de mezcla para maximizar las prestaciones en seco y en mojado, así como la estabilidad del vehículo. Y por supuesto, como ya hemos comentado la optimización de la superficie de contacto en el dibujo. Y todas las tecnologías ya comentadas de diseño en la banda de rodadura y carcasa (sipes 3D, ribs de perfil variable, ángulo de pared asimétricos de los ribs,…).
A nivel compuesto, las prestaciones en mojado no afectan directamente a la vida útil del neumático. Sin embargo, intentar disminuir la resistencia a la rodadura sí afecta directamente a la vida útil del neumático. En el caso por ejemplo del nuevo Potenza Sport, presenta una nueva carcasa que busca optimizar la resistencia a la rodadura, a la vez que ofrece una mejora de la estabilidad y de la respuesta de la dirección.