La mayoría de las sanciones han sido por irregularidades administrativas
230.000 alumnos utilizan el autobús escolar para ir y volver del colegio. Para garantizar su seguridas, la Dirección General de Tráfico ha realizado una campaña especial para controlar a más de 2.000 vehículos dedicados al transporte escolar y de menores.
Durante la campaña, que ha durado cinco días, 776 vehículos de este tipo han sido denunciados. La mayoría de ellos presentaban irregularidades administrativas y ningún conductor dio positivo ni en la prueba de alcoholemia ni en la de drogas.
Sanciones más repetidas
Los agentes de tráfico han denunciado a 581 vehículos por no disponer de la autorización especial para realizar transporte escolar. También se han impuesto 167 sanciones por no tener suscrito el seguro de responsabilidad ilimitado obligatorio.
64 de los vehículos controlados presentaban deficiencias en las puertas de servicio y emergencias y en sus dispositivos de accionamiento, lo que podría dificultar la salida de los escolares en caso de accidente.
Solo dos de los conductores habían incumplido el tiempo máximo de conducción sin descanso y en 26 ocasiones no había a bordo una persona encargada de cuidar a los menores cuando era necesario.
Una nota positiva es el uso generalizado del cinturón de seguridad en este tipo de vehículos. Entre aquellos que los llevan incorporados, los agentes constataron que únicamente en 8 casos no se hacía uso de los mismos.
Accidentes poco frecuentes
Aún tenemos en la retina las imágenes del autobús escolar accidentado este mismo miércoles en Fuenlabrada, en el que resultaron heridos leves 17 niños y un adulto. El vehículo volcó al tomar una rotonda, pero los menores pudieron salir por su propio pie. Fuentes de la Guardia Civil han afirmado que el conductor dio positivo en consumo de cocaína y ahora se encuentra en libertad condicional.
Se trata de un caso aislado, ya que en la mayoría de ocasiones los autobuses escolares solo se ven implicados en accidentes leves. En 2015, por ejemplo, solo se produjeron 27 accidentes de este tipo, 14 en vías interurbanas y 13 en urbanas, en los que un total de nueve ocupantes resultaron heridos.
La mayoría de los accidentes se producen por distracciones o por llevar una velocidad inadecuada teniendo en cuenta el tipo de vehículo y la vía por la que se circula.
Alcohol y drogas en la ruta escolar
Aunque en esta campaña no se ha detectado la presencia de alcohol y drogas entre los conductores, sí hay precedentes. En el mes de noviembre pasado, por ejemplo, dos conductores dieron positivo en los controles por el consumo de este tipo de sustancias.
La conductora de un centro escolar de Villaviciosa de Odón, en Madrid, marcó 0,28 y 0,27 mg de alcohol por litro de aire espirado, casi el doble de lo permitido para los conductores profesionales. Aunque el caso más llamativo se produjo en Trujillo, Cáceres, donde el conductor de un autobús escolar quintuplicó la tasa de alcoholemia permitida.