Dos radares de la DGT, separados por sólo 8,6 km, multaron a una misma conductora en poco menos de cinco minutos.
Nunca es agradable que al mirar el buzón de casa veas la notificación de una multa enviada por Tráfico. Pues mayor fue la sorpresa de una conductora asturiana que recibió dos multas casi simultáneas por el mismo motivo, exceso de velocidad, captada por dos radares de la DGT colocados en un corto tramo de autovía, separados por poco menos de 9 km.
No es muy frecuente que la DGT utilice esta técnica a la hora de ubicar los radares. Pero con este caso se ha demostrado que existe y puede tener un efecto muy disuasorio en tramos de vía peligrosos, donde es obligado levantar el pie del acelerador.
“Radar doble”: dos multas en menos de cinco minutos
La conductora no podía salir de su asombro, según declaró al diario El Comercio. “Es increíble, como si te sancionasen dos veces por lo mismo”. El tramo en cuestión, situado en la Autovía del Cantábrico (A-8), a la altura del término municipal de Villaviciosa (Asturias), está limitado a 100 km/h y cuenta con un túnel de separación, el de Niévares, acotado a 90 km/h.
Ambos límites están controlados por un radar y quién los excede puede recibir dos multas por el mismo motivo y con un lapso de tiempo de unos cinco minutos. En este caso concreto, la conductora pasó los radares a 115 y 112 km/h, respectivamente, respetando el límite genérico en autovía pero posiblemente no percatándose de la reducción de velocidad de este sector.
Radares en cascada: la técnica utilizada en Navarra
La doble multa asciende por tanto, atendiendo a la normativa actual, a 200 euros (100 cada una) aunque por pronto pago antes de 20 días naturales tiene un 50% de descuento. La conductora explicó que, al ir a pagarla al banco, le confirmaron que en las últimas semanas hubo varios casos similares al suyo.
La presencia de radares de la DGT colocados de seguido en un mismo tramo de carretera no es muy habitual y Tráfico por el momento opta sólo por métodos disuasorios, avisando de su presencia. Pero en algunas zonas concretas sí que se ha comenzado a utilizar estos métodos.
Es el caso de Navarra, donde la Policía Foral anunció en abril de este año la instalación de radares fijos seguidos de un radar móvil, o radares en cascada. El objetivo es que los conductores respeten el límite de velocidad durante todo el tramo y no sólo desaceleren en la zona donde se sitúa el radar.