Treinta años de lucha por fin han dado sus frutos. Desde hace unas horas, las mujeres ya pueden conducir un coche en Arabia Saudí. Hasta la fecha, lo hacían bajo pena de cárcel, pues se consideraba un delito. Una demanda histórica que se anunció el pasado septiembre y que se ha hecho realidad.
El clima festivo se apoderó de las vías de Arabia Saudí. Un ambiente que llevaba ya meses cociéndose en el país. Y es que, desde que se anunciara la medida, muchas comenzaron a formarse en las autoescuelas del país para sacarse el carné. Una auténtica locura por aprender a conducir a pesar de los elevados precios de las clases, tal y como explican en El Español. Otras, que se sacaron el permiso en el extranjero, tan solo han tenido que convalidarlo.
Las mujeres celebran su victoria
Así, muchas fueron las que se lanzaron a las calles a las doce de la noche a los mandos de sus vehículos. Hasta ahora, solo podían conducir los varones; por tanto, ellas dependía de los varones de su familia (maridos, padres, hermanos) y de sus chóferes para circular. Las defensoras de los derechos de la mujer lo consideran una victoria. Pequeña, eso sí, pero con la que se sienten un poco más libres.
La ley que prohibía a las mujeres conducir se impuso a mediados de los años cincuenta del siglo pasado. Las razones que se dieron para ello tenían una base moral y religiosa; una norma más que sometía a las mujeres al poder de los hombres. Como denuncian varias asociaciones proderechos, las féminas son eternas menores de edad sometidas a un férreo control masculino.
No todos están a favor
“Se trata de poder ir a donde necesite sin tener que depender de que el conductor esté libre o mi marido pueda o tenga ganas de llevarme. Aunque sea simplemente a tomar un café”, comenta a El País Nadia, una joven profesional de Riad. Un paso más hacia la libertad de las mujeres que no todos aceptan. Y, por cierto, se ha demostrado que ellas conducen mejor que los hombres.
De hecho, muchos sectores conservadores no han visto con buenos ojos esta medida. Mohamed Bin Salmán, hijo y heredero del rey, afirmó hace unos meses que cree que hombres y mujeres son iguales. Lo que queda por ver es si se siguen ganando batallas en la senda de la igualdad; o si, por el contrario, los detractores de estos avances consiguen alzarse con la victoria en la guerra.