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Una mujer china usa un coche de radio control para comprar comida por el coronavirus

El coche pasa además por su respectiva fase de desinfección antes de entrar en casa.

El coronavirus ha desatado una crisis sanitaria mundial en apenas unas semanas. El foco de la infección, el este de China, ha dejado ciudades desiertas por el periodo de cuarentena y miles de muertos. Los miles de habitantes que resisten en la zona cero del contagio no escatiman en precauciones. Sobre todo esta señora, que se ha valido de un coche de radio control para hacer sus compras y así evitar contagiarse del Covid-19, el nombre científico del coronavirus.

La cadena de TV china CGTN ha hecho famoso a este coche de control remoto con unas imágenes de su cámara integrada, que se han hecho virales. En ellas, se puede ver como el vehículo, teledirigido por su propietaria desde casa, puede recorrer hasta 400 metros, entrar en la tienda más cercana y recoger los alimentos que previamente había encargado por teléfono.

Con remolque y cámaras integradas

La mujer se vale de dos cámaras de acción instaladas en el coche, una réplica de un 4×4, para conducirlo sin necesidad de moverse del salón de su casa, reduciendo así el riesgo de contagiarse por el coronavirus. Además, escribió su número de móvil en el remolque para que el dueño de la tienda pudiera contactarla por teléfono y gestionar el pago de forma telemática.

En el vídeo se puede ver lo ingenioso y útil de su idea. También lleva incorporado un altavoz para comunicarse, gracias a una emisora, con los transeúntes o el dueño de la tienda. En pocos minutos, el tendero mete una bolsa con pollos al vapor, que regresan sin ningún incidente reseñable a casa.

Se limpia con un spray

Pero antes de entrar en ella, la mujer se asegura de que el coche no transporte el virus, desinfectándolo con un spray, que posiblemente contenga etanol. Hay que recordar que este compuesto químico es la que más se está utilizando para limpiar y desinfectar todas las superficies en las que se adhiere el virus, que puede resistir hasta nueve días en objetos, según las últimas investigaciones.

Estas y otras soluciones extremas son las que se están aplicando en China para evitar, en la medida de los posible, el contagio del coronavirus. Las calles de las ciudades están semidesiertas, los vuelos cancelados y la actividad de las fábricas, incluidas las de automóviles, como Hyundai o Volkswagen, han parado por unos días la producción como medida preventiva. Además, el GP de China de Fórmula 1 ha sido cancelado.

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