En lo que llevamos de año han fallecido en nuestras carreteras un total de 21 motoristas, lo que sumado a las cifras vistas en los últimos años dan un total de 2.000 motoristas muertos en nuestro país desde 2011. Y esto solo en vías interurbanas. Las cifras son contundentes y explican por qué la DGT se ha propuesto como objetivo reducir estos números y por qué los motoristas se quejan de forma tan habitual del estado de nuestras vías.
Según apunta Europa Press, las cifras que se están viendo este año son similares a las que arrojó el 2019 cuando en el mismo periodo del año pasado habían fenecido un total de 20 personas. Esto se traduce en que un motorista muere en nuestro país cada 2,28 días.
Analizando las cifras que muestra la DGT, y a las que ha tenido acceso Europa Press, 2019 fue el año con mayor número de víctimas desde 2011, con 264, justo cuando la DGT más énfasis ponía en reducir las estadísticas y cuando han logrado que el cómputo global de muertes en carretera volvieran a bajar tras tres años al alza.
Estos guarismos chocan con los vistos en los primeros años de la década, pues aunque el 2011 se cerró con 236 muertos, los tres años siguientes lograron que este conteo quedara por debajo de los 200 fallecidos.
Y esto sin contar los fallecidos en vías urbanas, un registro que no depende de la DGT sino de las administraciones locales. Según Europa Press, entre 2011 y 2018 la cifra de fallecidos ascendería a 806. Aún no hay cifras oficiales de 2019, aunque según las previsiones del pasado año, el total podría rondar las 900.
Las cifras muestran la peligrosidad de nuestras carreteas para un colectivo que lleva años denunciando su vulnerabilidad. Así, una de las causas de esta subida estaría en el aumento de las ventas de scooter y superscooter en la última década a lo que se sumaría la falta de conservación de las carreteras.
A esto habría que añadir la falta de conciencia y educación en la carretera, tanto por parte de los motoristas como del resto de conductores de vehículos. Así, echa de menos que los propios motoristas no sean conscientes del tipo de máquina que llevan y de la peligrosidad que conlleva mientras que el resto de conductores deberían estar más atentos a la presencia de motocicletas y el daño que les pueden ocasionar.