Si alguna vez te has preguntado cómo serán los coches del futuro, el MINI VISION NEXT 100 adelanta muchas de las soluciones que incorporarán los vehículos de la marca británica para las futuras generaciones. Al igual que el BMW VISION NEXT 100, este prototipo celebra el centenario de la firma alemana y lo hace exponiendo todo el potencial del que es capaz.
Desarrollado para un mundo más digital e interconectado, este ejercicio de estilo, con cuatro asientos individuales, emplea tecnología autónoma para sus desplazamientos y da información al instante de puntos de interés, como estaciones de carga, lavaderos y parkings privados. Son soluciones a las que, tarde o temprano, nos vamos a tener que ir acostumbrando.
Su estética solo puede calificarse de futurista, fruto de unas líneas fluidas y de una iluminación a base de tiras verticales y horizontales. El coche también expresa deportividad, gracias a unos abultados pasos de rueda, a llantas de aleación de gran diámetro y a la limitada superficie acristalada de los laterales. Incluso hay lugar para componentes corporativos, como la parrilla hexagonal. En definitiva, se trata de un conjunto que puede vincularse a un MINI actual, pero que, a su vez, adelanta el diseño de décadas futuras.
El MINI VISION NEXT 100 mide 3,62 metros de longitud, es decir, es 27 centímetros más corto que el actual Hatchback, algo sorprendente, teniendo en cuenta que, en cada nueva generación, los coches crecen de tamaño. Esta decisión demuestra que la marca británica rompe moldes, también en este apartado. Al disponer de puertas traseras corredizas, el acceso al habitáculo se realiza de una manera más confortable que en un MINI actual.
No se conoce el sistema de propulsión utilizado, aunque podemos apostar a que se trata de un motor eléctrico. De hecho, MINI, beneficiándose de la alta tecnología del Grupo BMW, ya está trabajando en mecánicas de este tipo para el futuro.
MINI asegura que sus modelos continuarán siendo divertidos de conducir, a pesar de la introducción de tecnologías autónomas, pues habrá opción de un manejo manual, tal y como sucede en este prototipo. Es más, el coche dispone del modo “John Cooper Works performance“, con el que el conductor comprobará desde el primer instante la efectividad y el aplomo del vehículo.
Sin duda alguna, el habitáculo resulta sorprendente por llevar la sencillez al extremo. Eso sí, se mantiene la tradicional esfera central, desde la que se ofrece todo tipo de información y con la que es posible cambiar la puesta a punto del coche. Cuando está activado el modo autónomo de conducción, el volante se encuentra situado en el centro del salpicadero y los pedales, debajo del mismo, para ofrecer un mayor espacio para las piernas. Si se selecciona el modo manual, el conductor puede mover el volante y los pedales a la izquierda o a la derecha de la posición central, según desee.
En definitiva, MINI presentará en el futuro modelos con lo último en tecnología, pero manteniendo tendencias actuales, sobre todo en lo referido a la conducción manual. Seguirán siendo coches divertidos de conducir y no vehículos que se limiten a desplazar a los ocupantes de un punto a otro. ¡Que así se cumpla!
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