Hemos tenido la oportunidad de probar el MINI John Cooper Works, un vehículo que monta el motor de 4 cilindros y 1.998 cm3 de 231 CV entre 5.200 y 6.000 rpm. Su par motor máximo alcanza los 320 Nm entre 1.250 y 4.800 rpm. En nuestro caso, la caja de cambios era la opción manual de 6 velocidades.
Entre el equipamiento de serie del modelo de MINI encontramos un volante multifunción John Cooper Works, spoiler trasero, faros de LED, ordenador de a bordo, llamada de emergencia inteligente, asientos deportivos John Cooper Works o los MINI Driving Modes entre otros.
Potencia y sonoridad. Al igual que el Mini Cooper S, de 192 CV, el motor de este John Cooper Works es un motor con nervio que permite estirarlo mucho y jugar con las marchas. A esto se suma la magnífica sonoridad que atesoran los MINI modernos desde sus inicios, que van acompañados con el ya típico petardeo del escape que tanto gusta y divierte al conductor. Es imposible bajarse del coche sin una sonrisa.
Comportamiento. Sus pequeñas dimensiones y su motor, junto a un chasis cuyo diseño permite unas cualidades dinámicas envidiables, hacen que el comportamiento de este MINI John Cooper Works sea excelente. Su paso por curva, su aceleración, su recuperación… en todos estos aspectos el MINI saca un sobresaliente.
Equipamiento. Aunque estamos hablando de un vehículo de 231 CV, el interior no sigue el patrón de otros coches deportivos cuyo interior es más simple y racing, enfocado únicamente a la competición y las sensaciones. La línea que sigue este John Cooper Works es una línea elegante y atractiva en la que encontramos un sinfín de elementos de confort y entretenimiento. Este hecho se acentúa en nuestro caso al comparar para la revista este coche con el Abarth 595 Competizione, de un corte más puro y de competición.
Nivel de personalización. Como ocurre en toda la gama MINI, estos vehículos poseen una amplio abanico de opciones para maquillar el vehículo a nuestro gusto. Más particularmente, el John Cooper Works, que corona la gama, permite incluir algunos elementos diferenciadores que le aportan un toque más racing acorde a la potencia del propulsor.
Supremacía. Frente a sus rivales directos, vehículos como el SEAT Ibiza CUPRA o el Volkswagen Polo GTI (ambos de 192 CV), el 208 GTi (200 CV) o el Renault Clio RS (hasta 220 CV), el MINI John Cooper Works resulta mucho más potente que la mayoría. Únicamente está por debajo del Audi S1, cuyo motor eroga la misma potencia (231 CV), pero cuenta con la tracción total quattro que le hace medio segundo más rápido.
Tacto de la caja de cambios. Pese a ser un coche de clara vocación deportiva, sus 231 CV así lo demuestran, la caja de cambios se muestra demasiado dura para realizar una conducción deportiva. En parte de nuestra prueba pudimos utilizar el John Cooper Works en la pista del karting Burgueño y a veces era complicado meter una marcha lo suficientemente rápido para encarar las cerradas curvas de este circuito. Por otro lado, la caja de cambios Steptronic Sport de 8 velocidades, que hemos podido probar en el John Cooper Works Countryman, ofrece un rendimiento excelente, por lo que es una opción a tener en cuenta.
Precio. El MINI John Cooper Works parte desde los 32.800 euros, una cifra algo elevada si tenemos en cuenta que por 34.050 euros tenemos un SEAT León SC CUPRA 300 o un Peugeot 308 GTi por 31.950 euros.