Era una de las sorpresas de MINI en el salón de París. Así es el MINI John Cooper Works Clubman, la versión más deportiva del compacto de la marca británica. El modelo de seis puertas se pone a punto para el circuito, o eso parece cuando nos damos cuenta de los cambios que han sido aplicados en carrocería y mecánica. Llega con 231 CV de potencia y tracción a las cuatro ruedas de serie.
Las preparaciones John Cooper Works son ciertamente atrevidas, puede que no tanto por el kit de carrocería que estrena, compuesto por nuevos añadidos en los paragolpes y nuevos faldones laterales, sino por la capacidad de personalización. Queda claro que estamos ante un modelo deportivo una vez fijamos la mirada en los vinilos que decoran la carrocería. Pero también podemos fijarnos en las nuevas llantas o la doble salida de escape. Si no queda claro, entonces podemos recurrir a la multitud de logotipos de John Cooper Works repartidos por el exterior.
También por el interior, y es que hay novedades en el habitáculo del MINI John Cooper Works Clubman, como unos nuevos asientos deportivos, acompañados por el ya conocido espectáculo visual y de color que ofrece el sistema multimedia o el sistema de iluminación ambiental.
La parte mecánica es común a los nuevos John Cooper Works que hemos conocido, un motor de gasolina de 2,0 litros y cuatro cilindros con sobrealimentación. Son un total de 231 CV de potencia, lo que asegura un 0 a 100 km/h de 6,3 segundos. Y lo hace posible gracias a un sistema de tracción a las cuatro ruedas “All4” que llega de serie y que puede ir asociado tanto a un cambio manual de 6 relaciones como a uno automático de 8.
El chasis se ha puesto a tono también con una nueva suspensión, todavía más firme que en los modelos Cooper S, o un equipo de frenos de alto rendimiento. Por último, los amantes del sonido deportivo están de enhorabuena con un sistema de escape deportivo que llega de serie.