La quinta entrega del modelo británico dice adiós de manera definitiva a los motores de combustión para dar la bienvenida a una doble alternativa cero emisiones.
El MINI Cooper, concretamente en su carrocería de tres puertas, es uno de los modelos más icónicos de la historia del automóvil. Con más de seis décadas a sus espaldas, la firma británica acaba de presentarnos en el Salón del Automóvil de Múnich, su quinta generación. Una entrega que dice definitivamente adiós a los motores de combustión para dejar la gama únicamente con alternativas cero emisiones, tal y como ya avanzó la generación actual, la saliente.
Sin embargo, una de las mejoras que ha efectuado MINI en su Cooper SE está relacionado con la autonomía pues fue uno de los focos principales de las críticas, con la justificación de que la entrega actual, a diferencia de la recién presentada, no había sido desarrollada específicamente para ser cero emisiones. Dado que ahora sí lo es, como te decimos, le ha permitido al británico ofrecer una dualidad mecánica y de batería que se adecue a las necesidades de cada cliente.
De esta forma, la gama comienza por el denominado Cooper E que rinde 184 CV de potencia y registra un 0 a 100 km/h de 7,3 segundos. Pero lo que es más importante es que ahora equipa una batería mucho más grande, concretamente de 40,7 kWh con la que poder homologar una autonomía de 305 kilómetros. Por encima se sitúa el Cooper SE que, en realidad, sería la evolución del MINI eléctrico actual. En lo referente a los datos: 218 CV de potencia, 6,7 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y una batería de 54,2 kWh que le permite registrar ahora un recorrido de 402 kilómetros, casi el doble que antes. En ambos casos, la potencia máxima de carga en corriente alterna es de 11 kW. En corriente continua, el Cooper E llega 75 kW y el SE hasta 95 kW.
En lo relativo a la apariencia y diseño, la verdad es que esta nueva generación del MINI no defrauda. De momento no sabemos cuáles son sus dimensiones exactas aunque la firma inglesa asegura que estamos ante un coche más grande, con más batalla y unas vías más anchas. Lo que sí ha dejado intacto es que se sigue presentando bajo el típico envoltorio llamativo del modelo aunque, ahora sí, adaptado a los tiempos modernos. A destacar el diseño del frontal con la ya característica forma ovalada de los faros, delimitados por la luz diurna y que ahora está acompañada por un marco también LED de la parrilla. Tan llamativo es el frontal como la zaga, con una tira en negro que incrusta el nombre de cada versión y que conecta unos grupos ópticos estilizados y mucho más verticales. Guardando las distancias a un servidor le recuerda la forma general al nuevo Range Rover. En cuanto a las llantas, podrán ser tanto de 17 como de 18 pulgadas.
Ahora bien, si el diseño exterior se mantiene ciertamente continuista, el aspecto más revolucionario del nuevo MINI es sin duda el interior. Ya lo avanzó la marca en su prototipo ACEMAN Concept y ahora vemos que es una realidad. Se mantiene el halo minimalista del modelo dando todo el protagonismo a la pantalla central circular, con tecnología OLED y un diámetro de 240 mm, el equivalente a unas 9,4 pulgadas. De hecho es tan importante que ha suprimido hasta el cuadro de instrumentos situado tras el volante, dejando dicha información en la parte superior. Incluye el sistema multimedia MINI Operating System 9.0 que está basado en Android Open Source Project (AOSP) estando permanentemente conectado a Internet, con actualizaciones inalámbricas, información en tiempo real de lo esencial y navegación con realidad aumentada. A todo ello se une un sistema vocal avanzado que responde al comando de Hey MINI. La supresión del cuadro de instrumentos también está enfocada a dar más importancia al nuevo Head-up display. Sin más datos por el momento, sí conocemos que la gama estará compuesta por cuatro niveles de acabado Essential, Classic, Favoured y JCW (John Cooper Works), cada uno con un diseño y un equipamiento específico, mientras que las primeras entregas están programadas para enero de 2024.